"Esto de la marginalización de un pueblo sobre otro es algo universal"
La mente detrás del falso documental, que ha sido premiado en diversos festivales, y que ya llegó a las salas locales, cuenta detalles de esta comedia sobre la lucha de San Carlos por recuperar el título de la "Mejor Longaniza de Chile".
Marcelo Macellari - La Estrella de Valparaíso
La batalla por la longaniza llega a las salas locales. "Denominación de origen", el segundo largometraje de Tomás Alzamora ("La mentirita blanca"), ganadora del premio a la Mejor Película en el Festival de Cine de Valdivia y el galardón a Mejor Dirección en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici), está basada en el histórico conflicto entre San Carlos y Chillán por la denominación de origen de la longaniza. La obra cuenta con un elenco de actores no profesionales de la comuna de la región de Ñuble y, utilizando el formato del falso documental, ofrece una mezcla de humor, identidad y reflexión social.
Sobre la génesis de la película, su director cuenta que "tiene varios momentos. Primero que todo, yo soy sancarlino, longanicero puro, y desde muy pequeño la longaniza ha estado presente. En los bingos, la primera comunión y bautizos siempre hay choripán. San Carlos está lleno de longanicerías y en su paisaje parece que las longanizas fueran el árbol autóctono. Y el momento en que decidí filmar fue cuando nos quitaron el premio a la mejor longaniza el año 2018, con la motivación de recuperar lo único bueno que tenemos en San Carlos. Por eso, cuando nos lo quitan, fue la gota que rebasó el vaso".
- ¿Por qué optaste por una propuesta híbrida entre la ficción y el documental?
-Fue el proceso más orgánico de poder divertirme y jugar sin límites, porque con mi primer largometraje, "La mentirita blanca", quedé un poco cansado de la pretensión del cine y esa preocupación por la técnica, del plano contra plano, Dolly, luz perfecta, contraluz, contraste, etc. Entonces dije cómo puedo hacer una película que esté más cerca de la gente. Y en ese momento agarré la cámara Hi8 de mi mamá y empecé a entrevistar gente respecto a la longaniza. Ahí comencé a armar la historia y encontré este formato documental, con entrevistas, pero también con una cuota de ficción. Y finalmente hice una mezcla con casos reales y ficción, que es básicamente el resultado de un juego de crear un propio sistema, poder divertirme, estar cerca de la gente y filmarla, no importa si la cámara llega tarde y da lo mismo si la escena no está bien iluminada o fuera de foco.
-La crítica ha destacado que la película ofrece una mirada única y auténtica para abordar temáticas sociales. ¿Crees que la comedia es un género que facilita eso?
-De todas maneras. Los mejores comediantes hablan siempre de la verdad y de lo social. Creo que la comedia es un formato único, cercano a la gente y que los puede hacer ver realidades muy duras y conflictivas, de una manera un poquito más alegre y también con una cuota de esperanza, que es algo que a mí me motiva mucho. Por otra parte, en la comedia es más fácil hablar mi lenguaje, porque es mi tono. No soy una persona dramática, entonces no puedo hacer cine de otra manera y responde netamente a una mirada súper auténtica y honesta de mi parte. No hay una pretensión, es mi acento, mi mala y buena forma de hablar. Eso lo ha valorado la crítica, porque es algo auténtico, con el único objetivo de jugar y divertirse, en un trabajo que es colectivo, no solamente una mirada única mía como director.
- ¿Hay una continuidad con tus trabajos anteriores?
-Efectivamente. Mi primera película, "La mentirita blanca", la hice también en San Carlos, donde solo el elenco principal estaba compuesto por actores profesionales, mientras que el resto, secundarios y extras, se armó con un elenco ciudadano. Entonces empecé a encontrar una riqueza, un sabor distinto y único, porque las personas reales eran imposibles de recrear. Ahí me enamoré de eso, me sorprendía de sus improvisaciones, de sus acentos y sus formas. Y dije quiero hacer una película con gente real.
-Por eso elenco de "Denominación de origen" está compuestos por actores no profesionales de San Carlos. ¿Cómo fue el trabajo con ellos?
-Increíble. El regalo más grande que me ha dado la vida es poder trabajar con ellos, de manera colectiva, con sus acentos y sus expresiones. Es mágico. Creo que el guion llega a un nivel tan alto, que a ellos solo se les explican las situaciones y vamos construyendo un conjunto, lo cual es maravilloso. Estuve riéndome en todo momento y no podía creerlo, entonces es demasiado rico estar vivo todo el rato. Pese a no tener estudios, fueron muy profesionales, metódicos y generosos.
CONEXIÓN INTERNACIONAL
-La película obtuvo el premio al Mejor Largometraje en el Festival de Cine de Valdivia y a Mejor Dirección en el Bafici. ¿Crees que esto da cuenta de que funciona tanto en Chile como fuera del país?
-De todas maneras y quedamos impresionados. Ganar Mejor Dirección en el Bacifi, en una competencia de 22 de películas y en uno de los festivales más importantes de Latinoamérica, con un jurado de distintas partes del mundo, de Singapur, Bélgica, Francia y Argentina, entre otros, significa que conectó y algo vieron. Creo también que esto de la marginalización de un pueblo sobre otro es algo universal. Obviamente se usa el tema de la longaniza, pero el mensaje aquí va más allá. Siempre hay alguien a la sombra de otro y siento que eso conectó y el jurado encontró una frescura en la película, que puede funcionar aquí y en otras partes del mundo.
- ¿Cómo esperas que sea la recepción del público chileno?
-Ojalá que tenga una buena llegada y que la gente la disfrute. Creo que lo van a pasar bien y se verán reflejados en la pantalla. Es una película muy chilena. Y también espero que las salas comerciales pongan más funciones, que se llene el fin de semana y demostrar que el cine chileno está más vivo que nunca.
"(Esta película) es un trabajo colectivo, no solamente una mirada única mía como director".