Víctimas de Karadima agradecen "perdón" del Pontífice, pero temen por el futuro
Plantearon que el fallecido Papa "dejó un camino a seguir" contra los abusos y destacaron las reformas que impulsó en esa línea.
Matías Gatica Lindsay
Dos de las víctimas de los abusos sexuales perpetrados por el sacerdote Fernando Karadima, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, destacaron ayer las acciones realizadas por el papa Francisco para frenar y perseguir ese tipo de prácticas en la iglesia católica, aunque admitieron que temen por el futuro de esta política ahora que el Pontífice falleció.
Los denunciantes coincidieron en que fue "doloroso" cuando en su visita a Chile en 2018, Francisco negó el rol del obispo Juan Barros como encubridor de Karadima, pero valoraron todas las acciones que tomó después, como una reforma a la iglesia chilena y la invitación que les hizo para visitar el Vaticano.
"Me dolió mucho, no puedo decir que no. Pero la grandeza del papa Francisco es que, como ningún papa, pidió perdón, y sinceramente. No era como estábamos acostumbrados de un 'perdón, un regalito de un rosario y sigue adelante'", dijo a radio ADN Juan Carlos Cruz.
Cruz destacó que el papa "le llamó abuso al crimen como corresponde, al abuso sexual, de conciencia, de poder (...) Aunque falta muchísimo por hacer por el tema, y no puede ser que víctimas de abuso anden mendigando justicia, el papa dejó un camino a seguir, y ojalá lo sigamos con mucho más énfasis".
A su juicio, Jorge Bergoglio dejó un "cambio en 180°" sobre cómo enfrentar los temas de abuso. "Una cosa es lo que hace el papa, hay mucha gente buena en la iglesia, pero hay mucha gente que dice 'sí' en la cara y hace otra cosa". Por ello, para él sería "una cobardía" si se retrocediera en el camino que trazó Francisco.
Cruz recodó como una experiencia "sanadora" la visita al Vaticano. "Me invitó a almorzar (...) Fue un privilegio enorme", recordó.
El presidente del directorio de la Fundación para la Confianza, José Andrés Murillo, dijo a TVN que "el papa representa una especie de lucha de dos culturas que hay dentro de la iglesia, una que busca reformar, proteger los derechos de la niñez, nombrar las cosas por su nombre; y otra cultura, que sigue presente, que es la del encubrimiento, la del abuso de poder, el abuso de conciencia y el abuso sexual, tal como el mismo papa lo nombró. Creo que el mayor sello del papa es haber abierto esta confrontación entre las culturas dentro de la iglesia".
Ante la supuesta coexistencia de estas culturas, Murillo dijo que su "gran temor es que esa fuerza que tuvo en algún momento el papa, y que no continuó y que no se concretó en cambios estructurales, como debió haber sido, retrocedan y vuelva el músculo a su lugar de origen".
Despedida del papa
Por primera vez desde que se confirmó su fallecimiento en la madrugada del lunes a causa de un ictus cerebral, el Vaticano difundió ayer las primeras imágenes del papa en su féretro ubicado en la capilla Santa María, que fue su hogar durante 12 años.
Hoy el ataúd será trasladado a la Basílica San Pedro para que el público le rinda homenaje. El funeral se realizará este sábado al aire libre y luego el cuerpo del Pontífice será trasladado a Santa María la Mayor, donde será sepultado a las 10:00 horas. Francisco pidió en su testamento ser sepultado en ese lugar.
También se fijó para entre el 5 y el 10 de mayo el cónclave para elegir a su sucesor, el que contará con 135 cardenales, de los cuales 108 fueron nombrados por Francisco. El cardenal Fernando Chomalí será el único representante chileno con derecho a voto.
Éste será el cónclave más concurrido de la historia y sumó por primera vez a representantes de Mongolia, Lesoto, Albania, Timor Oriental, Tonga, Irán y Argelia.