Uno de cada 4 alumnos no está yendo a la escuela en la región
De forma grave en 2023, según el Observatorio Niñez: "La ubica entre las más afectadas del país". Hay 18.506 niños migrantes matriculados en la región. Seremi de Educación: "En 2024 la asistencia aumentó 1,9 puntos porcentuales".
Guillermo Ávila Nieves - La Estrella de Valparaíso
"El llamado central de este inicio de año escolar 2025 es asistir y asistir permanentemente, para que podamos mantener estos aprendizajes y consolidar la recuperación que hemos estado viviendo como sistema educativo en los últimos años": así fueron parte de las palabras de Viviana Castillo, coordinadora nacional de la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación (Mineduc), desde el Colegio Lo Rojas, en la comuna de La Cruz, durante el puntapié inicial del año escolar y parvulario en la Región de Valparaíso.
Allí autoridades regionales, provinciales y locales, pusieron foco en dos grandes énfasis: el fortalecimiento de la educación pública y el desafío de la reactivación. Pero también la ampliación de matrícula en las localidades con mayor demanda.
Hoy más de 351 mil estudiantes de jardines infantiles, escuelas y liceos públicos, municipales, particulares subvencionados y particulares pagados han iniciado su proceso educativo, lo que equivale al 97,2% de la matrícula total de la Quinta Región.
Pero bajo las capas de los discursos, intenciones y medidas, hay un tema que golpea, y fuerte a familias de la zona y el país: la deserción escolar de niñas, niños y adolescentes (NNA).
"Avanzar y recuperar gran parte de lo que se afectó producto de la pandemia", acentúa como misión Juan Pablo Álvarez, seremi de Educación, quien asegura a La Estrella: "Según datos oficiales del Ministerio de Educación, en 2024 la asistencia escolar en la región aumentó en 1,9 puntos porcentuales respecto a 2023, mientras que la inasistencia grave se redujo en 6 puntos porcentuales".
Deserción: tarea clave
Pues bien, el Primer Informe Nacional de Bienestar de la Niñez, elaborado por el Observatorio Niñez de Fundación Colunga, reveló cifras alarmantes y un preocupante deterioro en la calidad de vida de menores en la Región de Valparaíso. Y uno de esos focos fue precisamente a la educación con la deserción escolar. "O, como preferimos llamarla, exclusión escolar", nos comenta Paloma Del Villar, directora Observatorio Niñez de Fundación Colunga.
Y explica: "Esta no incluye a todos los NNA que no están en el sistema, sino específicamente a quienes, habiendo estado matriculados, dejan de figurar en los registros escolares durante dos años consecutivos, o bien no terminan un año y no se matriculan en ningún establecimiento al año siguiente". En simple: es una medida que no contabiliza a todos los estudiantes que salen del sistema, "pero útil para seguir trayectorias de un año a otro", concluye.
Pero la deserción no ocurre de un día para otro. Es el resultado de muchos factores que se acumulan (ver recuadro). A saber: "En Valparaíso, una primera señal de alerta es el ausentismo crónico: en 2023, casi uno de cada cuatro estudiantes de básica y media faltó a clases de forma grave, lo que ubica a la región entre las más afectadas del país", afirma Del Villar.
Ya a nivel nacional, la directora del Observatorio Niñez ahonda que la exclusión escolar venía disminuyendo en la última década: pasó de un 2,3% en 2013 a su punto más bajo en 2021, con un 1,3%. Sin embargo, después de la pandemia, "esa tendencia se revirtió. La cifra comenzó a subir nuevamente y llegó al 1,7% en 2023".
En la Región de Valparaíso, a su juicio, la trayectoria ha sido similar, aunque con ciertas diferencias: hace diez años, la región tenía una tasa de exclusión más baja que el promedio nacional: 1,8% en 2013. Cifra que disminuyó de forma sostenida hasta alcanzar su mínimo en 2019, con un 1,3%.
"Desde 2020, sin embargo, comenzó a aumentar otra vez, y en 2023 llegó al 1,4%. Aunque sigue siendo menor que el promedio nacional, hoy Valparaíso es la séptima región con mayor exclusión escolar, superada por las regiones del norte (desde Arica hasta Atacama), la Metropolitana y Magallanes", dice Paloma del Villar, quien apunta: "Si bien la región no tiene las tasas más altas del país, sí muestra una tendencia preocupante de alza, que no podemos dejar pasar".
La profesional menciona que en la última década, la deserción escolar ha sido más alta en establecimientos públicos. No obstante, revela un dato a consignar: "Especialmente después de la pandemia, es un cambio importante: las tasas de deserción comenzaron a subir también en los colegios particulares pagados, al punto que en 2023 incluso superaron a los públicos", lo que rompería con la tendencia histórica y "que muestra que este problema ya no es exclusivo de los sectores más vulnerables".
En cuanto a deserción escolar, a nivel comunal al desglose, las cifras más altas en la Región de Valparaíso se concentran en Valparaíso y Viña del Mar. Así lo avala Del Villar: "En la comuna de Valparaíso, la tasa de deserción bajó levemente en la última década: pasó de 1,7% en 2013 a 1,5% en 2023, lo que equivale a unos 650 estudiantes. En Viña del Mar, en cambio, la cifra se ha mantenido más estable: la tasa era de 1,9% en 2013 y en 2023 fue de 1,8%, lo que representa cerca de 900 estudiantes fuera del sistema".
¿Reflexión? "Son cifras que nos hablan de una urgencia que se mantiene, y que requiere respuestas más focalizadas".
Mahia Saracostti, directora de la Cátedra Unesco sobre Bienestar de la Niñez y Juventud, Educación y Sociedad, y profesora Trabajo Social de la Universidad de Chile, nos precisa que en 2024 el sistema educativo en nuestro país inició su año lectivo atendiendo a cerca de 3.3 millones de estudiantes, en más de seis mil establecimientos educacionales.
Según los datos recopilados por el Centro de Estudios del Ministerio de Educación de Chile, en 2024 la tasa de desvinculación se redujo de 1,66% a 1,57% en comparación al 2023, llegando a 47.509 estudiantes desvinculados, 3.300 escolares más que el año anterior, mientras que 17.110 estudiantes que se habían desvinculado del sistema escolar en 2023 volvieron el año 2024 a las escuelas.
"Lo que quiere decir que uno de cada tres desvinculados retornó al sistema. Sin embargo, los problemas de asistencia siguen siendo severos en Chile y a nivel internacional", desliza Saracostti.
Así el ausentismo crónico "se define como la ausencia al 10% o más de los días de clases del año. Es decir, faltar a aproximadamente un mes de clases en días seguidos o intermitentes, con o sin justificación", especifica la directora de Cátedra Unesco. Y echa mano a la Fundación Presente (2025): a partir de las bases de datos de asistencia mensual declarada en el sitio web del Centro de Estudios del Ministerio de Educación, antes de la pandemia un tercio de los estudiantes (34,5%) presentaba ausentismo crónico. En 2023, esta cifra se elevó a 52,8%, afectando a 1 de cada 2 estudiantes.
Migrantes
Desde el Observatorio Niñez de Fundación Colunga sostienen que en 2023 la Región de Valparaíso contabilizaba 18.506 niñas y niños no nacidos en Chile matriculados en el sistema educativo. Esto corresponde a alrededor de un 5% de la matrícula.
"A nivel país, ese porcentaje llega al 7%, así que la región no destaca por tener alta proporción de estudiantes migrantes", suma su directora, Paloma Del Villar. Agrega que dicha cifra va en concordancia con movimientos migratorios de los últimos años. "Mayoría proviene de Venezuela, seguido por Colombia y Bolivia".
Sobre las comunas con más estudiantes migrantes identifica a Valparaíso, Viña del Mar y Quillota. "Pero si miramos la proporción respecto al total de estudiantes, destacan otras: La Cruz es la comuna con mayor proporción de niñas y niños no nacidos en Chile en su sistema escolar: un 11% de su matrícula. Le siguen Quillota, con 8,1%, y Papudo y Concón, ambas con 7,8%".
Para César Díaz Pacheco, académico e investigador postdoctoral del Centro Eduinclusiva de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), el sistema escolar chileno "enfrenta preocupación por la actual deserción escolar, realidad que también afecta a la Región de Valparaíso". Esta situación, dice, se profundiza tras la pandemia, con secuelas: "Regulación emocional, baja vinculación del sentido de pertenencia con la escuela y un deterioro significativo de la convivencia escolar. Esto ha tenido impacto directo en la permanencia estudiantil".
En paralelo, Chile se ha consolidado como un país receptor de población migrante, en especial de origen latinoamericano. Díaz detalla: "Según datos del Centro Nacional de Estudios Migratorios (Cenem, 2023), hoy existen más de 1,4 millones de personas extranjeras residiendo en el país, provenientes principalmente de Venezuela (30,0 %), Perú (16,6 %), Haití (12,2 %), Colombia (11,7 %) y Bolivia (8,9 %)".
En este contexto, extrae el investigador de la PUCV, la Región de Valparaíso se ubica en el tercer lugar a nivel nacional en cantidad de personas migrantes, concentrando el 6,6 % del total, según cifras del Servicio Nacional de Migraciones y el INE (2023). "Este flujo migratorio ha traído un cambio profundo en las aulas escolares: cada vez son más los niños, niñas y adolescentes migrantes que ingresan a escuelas públicas de la región, contribuyendo a una mayor diversidad en las salas de clases".
A saber: hoy hay cerca de 11.921 de niños, niñas y adolescentes migrantes entre 0 y 19 años residiendo en la región. "El grupo de 10 a 14 años representa el 34,7 %, seguido por el grupo de 15 a 19 años con un 29,1 %, según datos del INE y Unicef (2023). Las nacionalidades predominantes en este grupo son: venezolana (43,3 %), colombiana (9,1 %), argentina (7,5 %) y haitiana (6,5 %). Y también (aunque en menor medida y sin cifras formales aún) está el colectivo de las familias árabes provenientes de países como Siria, El Líbano y Palestina las cuales residen en zonas cómo Villa Alemana, La Calera y Los Andes".
César Díaz advierte: "Estudiantes migrantes tienen el doble de posibilidades de abandonar el sistema escolar en comparación con sus pares chilenos". ¿Causas? "Barreras de acceso educativo, discriminación, dificultades para validar estudios previos, violencias y racismo".
Respecto a la cifra exacta de cuántos estudiantes migrantes no están escolarizados, expertos consultados concuerdan en no contar con datos claros ni actualizados. "Y esa es justamente una de las tareas pendientes", sugieren.
Díaz vaticina: "La Región de Valparaíso vive hoy un proceso de transformación educativa clave marcado por la migración. Este fenómeno, lejos de representar un problema, debe asumirse como una oportunidad para construir comunidades escolares más justas, inclusivas y representativas".