"Cada sonrisa de un niño en Palestina es un logro"
Desde nuestro país, esta organización filantrópica ayuda por diversos medios a los menores desamparados en las tierras que recorrió el Salvador.
Juan Guillermo Prado - La Estrella de Valparaíso
En la cruz, Jesús gritó: "Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Ese clamor puede resonar con fuerza en los habitantes de Palestina, quienes hoy se sienten olvidados o desamparados. Este grito no es desesperación vacía, sino un puente hacia una esperanza que parece ausente, pero que resucita desde lo más oscuro del dolor.
Sin embargo, existe en nuestro país, que tiene la comunidad palestina más numerosa fuera del Medio Oriente, una entidad que se preocupa de la infancia en esa nación, para ello conversamos con Alexis Sfeir, ejecutivo de la Fundación Palestina Belén 2000.
-¿Cuáles son los fines de la Fundación?
-Nuestro propósito está en mejorar la calidad de vida de los niños y niñas en Palestina, siendo un puente humanitario entre la comunidad palestina en Chile y quienes más sufren. Trabajamos en tres áreas principalmente: educación, salud y recreación, ya que creemos que son los tres pilares básicos para que cada niño pueda vivir su infancia con dignidad. Sin embargo, dada la crisis que vive el pueblo palestino, hemos tenido que aumentar nuestro trabajo con situaciones tristes como los niños huérfanos que está dejando esta tragedia sin precedentes.
-¿Cómo se financia?
-La Fundación financia sus proyectos y programas sociales a través de diferentes medios. Primero gracias a todos aportantes que mensualmente colaboran, también a través de nuestro evento anual que se llama Maklube (un plato típico palestino) Fraterno, donde convergen más de 600 personas todos los años y logramos realizar una importante recaudación. Otro medio de financiamiento son nuestras coronas de caridad, que tiene un valor agregado muy relevante, todos los que piden una corona a Belén 2000, una vez al mes enviamos los nombres de los difuntos para que el último sábado de cada mes se pida por ellos en la Basílica de la Natividad, en Belén, mismo lugar donde nació Jesús. También tenemos una tienda Solidaria donde vendemos diferentes productos relacionados principalmente con Palestina, desde comida, artesanía o kuffiyeh, que es una bufanda de cuadros en blanco y negro.
-¿Qué logros significativos han alcanzado hasta ahora?
-Cada sonrisa de un niño en Palestina para nosotros es un logro. Hemos entregado más de once mil becas escolares a la fecha, hemos capacitados doctores palestinos en Chile, para la pandemia logramos entregar 25 respiradores mecánicos, lo que distribuimos en diferentes hospitales palestinos. Hemos construido parques infantiles para que los niños jueguen en zonas seguras. Hemos enviado decenas de misiones médicas de distintas especializades. Y desde el inicio de los ataques hace más de 16 meses hemos estado colaborando con la entrega de alimentos a más de 800 familias del distrito de Belén donde la crisis económica que viven no tiene precedentes.
Este último año hemos entregamos cuatro máquinas de diálisis al hospital Hussein de Beit Jala y también estamos apoyando un programa en beneficio de los niños que han quedado huérfanos en Gaza como consecuencia de los ataques. Todo esto entre otros proyectos. Es realmente dramático lo que están viviendo. Esto no solo es una crisis humanitaria, es una crisis de humanidad.
-¿Cuántos niños han sido beneficiados?
-Si sumas a todos los niños que han recibido ayuda médica, becas, regalos o han podido disfrutar de los parques la cifra es incalculable, son miles de miles. Es realmente emocionante saber que a 13.000 kilómetros de distancias puedes dibujar una sonrisa en un niño o una niña. Esto es amor de una comunidad por sus raíces y también de todos los que sin tener sangre palestina colaboran por una causa justa. Esta ayuda es una manera de materializar nuestro compromiso con ellos, y decirles que no los vamos a dejar solos.
-¿Cómo logran que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan?
-Trabajamos con socios territoriales, por ejemplo, las becas escolares las distribuimos en una red de 21 colegios de Belén, Beit Jala y Beit Sahour. La ayuda médica a través de los hospitales y la comida directo a las familias. Pero siempre entregamos en beneficio, no entregamos dinero a las personas, porque así garantizamos que el aporte llegue a la necesidad que queremos cubrir. Además, en Palestina tenemos una representante quien vela porque estos programas se cumplan y fiscaliza por su buena ejecución.