Patrimonio porteño: "Desprendimientos y robos son expresiones del deterioro"
La pileta de Plaza Victoria y Echaurren son ejemplos claros del preocupante estado que hoy envuelve a la ciudad. Así lo examinó Carmen Gómez, directora de carrera de Restauración Patrimonial de Duoc UC.
El panorama en Valparaíso es uno: o se roban piezas patrimoniales o se pierden. Es que solo basta con recordar el lamentable despojo que se registró en la pileta de Plaza Victoria, a escasas cuadras del Edificio Consistorial comunal, ocasión en la que antisociales sustrajeron las piezas ornamentales de esta importante e icónica estructura porteña y que meses más tarde fueron halladas gracias al compromiso de un vecino de cerro Cordillera.
Los ejemplos, en ese sentido, son varios, ya que el descuido ha llevado no solo al robo, sino que también al desprendimiento de otras piezas, como lo es el caso de pileta de Echaurren, estructura a la que le falta una de sus bases.
Y como si los robos y desprendimientos no fuesen suficiente, Valparaíso ha registrado, incluso, pérdida de objetos desde las propias manos municipales: así sucedió con la escultura de Eloy Alfaro, pieza que se emplazaba en Avenida Brasil hasta el año 2019 y que se encontraba bajo resguardo de la administración comunal, pero que hoy se desconoce su paradero.
En medio de esta realidad, La Estrella conversó con Carmen Gómez, directora de la carrera de Restauración de Bienes Patrimoniales de Duoc UC, sede Valparaíso. "La ciudad está en avanzado y visible estado de deterioro", subrayó.
"El tejido urbano está presente y se mantiene, pero muchas edificaciones tienen problemas manifiestos y latentes que van más allá de los rayados y grafitis, y que en algunos casos comprometen sus estructuras. Ejemplo de ello son las caídas de cornisas, que se producen por el deterioro de las puntas de viga de madera de los pisos, que al estar más expuestas se pudren antes. Ese mismo fenómeno se asocia al derrumbe de fachadas, como pasó hace algunos años en el Bar Inglés y más recientemente en dos viviendas en calle Clave", evaluó la experta.
"trabajo por delante"
Ahora bien, "afortunadamente", destaca la académica, "desde el año pasado hemos visto inversiones necesarias que son una luz de esperanza: la reconstrucción de la fachada del Bar Inglés, la restauración de la fachada del edificio Astoreca, la restauración del exColegio Alemán y su transformación en el Museo del Inmigrante, entre otros. Esto es un buen indicio después de mucho tiempo con muy pocas obras de restauración en la ciudad, pero todavía queda mucho trabajo por delante".
Por ejemplo, prosigue, "el Barrio Puerto, en el corazón del sitio Patrimonio Mundial, no solo está afectado por el deterioro material, sino que también está prácticamente despoblado, lo que a su vez incide en problemas de seguridad. Esto requiere de una acción de mayor envergadura y que sea capaz de articular recursos públicos, pero también privados".
Conservación
Sobre la conservación de la ciudad y cómo evalúa aquello, Gómez responde que "ha existido durante mucho tiempo una cultura de pintar sobre el deterioro, ocultando el daño y desfigurando el detalle de los monumentos".
"La falta de cuidado por parte de la ciudadanía se suma a las capas sucesivas de pintura que hacen perder detalle y belleza y que se suman al deterioro natural de objetos fabricados en el siglo pasado o antepasado", agregó la profesional, quien cree que aquello se convierte en un "círculo vicioso; un ciclo en el que se pinta sobre el deterioro, se raya, se pinta encima del rayado y se vuelve a pintar".
En ese contexto, "los robos y los desprendimientos son una expresión del deterioro que arrastran los bienes desde hace ya muchos años, y que facilitan la oportunidad del robo. Cuanto más deteriorado está un bien, más difícil es que sea valorado o defendido por la ciudadanía en su conjunto y también más fácil es desprender sus partes".
Rol del estado
Con un diagnóstico claro -y además compartido por los porteños-, ¿qué necesita entonces la ciudad? A juicio de la especialista, combinación de esfuerzos y concreción de proyectos.
"La recuperación de Valparaíso requiere una combinación de esfuerzos públicos y privados en la que el rol del Estado -no solo del municipio- es imprescindible. Es necesario hacer inversiones más efectivas, con pertinencia técnica, que apunten a donde están las necesidades reales de inversión y las mejores oportunidades para magnificar su impacto", comentó.
Ejemplo de ello, podría ser el "diseñar programas que procuren el repoblamiento de la ciudad, programas públicos de reparación o arriendo de viviendas patrimoniales como vivienda social, pero también programas que incentiven la inversión privada en la ciudad" y de igual manera, "volver a involucrar a la ciudadanía en la valoración y en el cuidado del patrimonio, traspasar la idea de que el deterioro es irreversible -porque no lo es aún- y contribuir a recobrar la esperanza".
En cuanto al factor esperanza, es clave que "los proyectos estatales lleguen a buen término".
"El Parque Barón se retomó hace pocos meses, pero con una expectativa significativamente menor que la que hubo durante el primer inicio de obras hace casi diez años. El proyecto de Neurociencias ha sido una gran decepción también", por lo tanto, "es relevante que los proyectos se concreten de manera visible, con obras terminadas y al servicio de la comunidad porteña, con resultados que se puedan usar", precisó finalmente la directora de carrera.
"Es relevante que los proyectos se concreten de manera visible, con obras terminadas y al servicio de la comunidad".
Directora Carmen Gómez.