Natalidad a la baja: ¿madres migrantes inclinarán balanza?
En la Región de Valparaíso, mayor porcentaje de extranjeras fue de venezolanas. INE alerta: nos sitúa con el índice de envejecimiento más alto del país y crecimiento natural negativo. Expertos abordan fecundidad decreciente y medidas.
Guillermo Ávila Nieves - La Estrella de Valparaíso
Las últimas cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), dan cuenta de datos reveladores: Chile apuntó 135.539 nacimientos en 2024 -el menor registro en décadas- y en 2023 fue de casi 175 mil. Tasa de natalidad en picada: apenas al 12% en 2022.
En paralelo, la Tasa Global de Fecundidad (TGF) alcanzó un estimado de 1,16 hijos por mujer (en vida fértil de 15 a 49 años) en 2023, la cifra más baja en la historia y muy por debajo del nivel de reemplazo generacional que es de 2,1 (alcanzada a principios de este milenio).
El director nacional del INE, Ricardo Vicuña, lo resume así: "Es una de las más bajas en el mundo: hay sólo 14 países que tienen tasas globales de fecundidad más bajas". A saber: desde los años 60 del siglo pasado, cuando la tasa era de 5,5 por mujer, Chile ha venido sufriendo una caída en la TGF.
"Cada décima que logremos recuperar en la TGF representa miles de nacimientos que pueden marcar la diferencia para el futuro de regiones como Valparaíso", advierte Aníbal Scarella, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva (Socmer), para quien esta caída de la tasa, y en particular en Valparaíso, "no es solo una estadística demográfica: es una señal sobre profundas transformaciones sociales, económicas y sanitarias que tendrán efectos duraderos en nuestras comunidades".
En este contexto, la Región de Valparaíso exhibe una situación crítica: 12.772 nacimientos (aunque la segunda nacional que reportó más alumbramientos) frente a 14.618 defunciones, son los datos del INE que dan cuenta de un crecimiento natural negativo: hablamos de una diferencia de 1.846 que lidera a nivel nacional, fenómeno que además por primera vez afecta a cuatro regiones del país (Ñuble, Los Ríos y Magallanes).
"Nos pone en una tasa negativa de crecimiento poblacional y tiene que ver con un decrecimiento y un envejecimiento de la población", alerta Luis Ignacio de la Torre, presidente del Colegio Médico de la Región de Valparaíso.
"En la medida que una población envejece, las enfermedades del aparato circulatorio, el cáncer, se vuelven más relevantes y las patologías que afectan a la niñez se van volviendo cada vez menos relevantes, dado que nacen menos niños", explica de la Torre.
En números, la Región de Valparaíso tiene el índice de envejecimiento más alto de todo el país (Censo 2024): 98,6% versus 79% a nivel nacional (era 22,3 en 1992; 31,3 en 2002; 56,9 en 2017). Esto se traduce en que por cada 100 personas de 14 años o menos, hay 98,6 personas de 65 o más años en la región.
Esto gatillaría a futuro en una contracción poblacional sostenida. "Comunidades más envejecidas y mayor demanda de cuidados de larga duración", acota el doctor Scarella. "Valparaíso, por su perfil demográfico, sufre además de un fenómeno de emigración de jóvenes en edad fértil hacia otras regiones, lo que agrava aún más la situación local".
Madres extranjeras
Pero hay un fenómeno que abre la esperanza. Así, mientras en 2017 el 6,9% de los nacidos vivos provenía de una mujer de origen extranjero, en 2022 esa proporción casi se triplicó. Los guarismos del INE muestran que en 2017 hubo 219.186 nacimientos, de ellos, 204.010 fueron de madres chilenas y 15.176 fueron madres extranjeras (es decir, 93,1% frente a 6,9%).
"Lo que resulta crítico de reconocer son las bajas tasas de fecundidad y natalidad presentes en Chile hoy, las que podrían ser aún más bajas en ausencia de los nacimientos por parte de progenitores extranjeros", dice Daniela Giambruno, doctora (PhD) en Política Social de la University College of London.
En 2022, de 189.303 nacimientos, 153.439 fueron de madres chilenas, y 35.864 de madres extranjeras (81,1% frente a un 18,9%). Es decir, uno de cada cinco niños que nace es de madre migrante.
Ahora, de los 35.864 nacidos vivos de madres extranjeras en 2022, el mayor porcentaje (20,3%) fue de mujeres venezolanas, seguidas de las madres peruanas (10,6%) y haitianas (10,0%).
En el caso de la Región de Valparaíso, el mayor porcentaje (22,4%) fue de madres venezolanas, luego mamás haitianas (12,5%), seguida de colombianas (4,5%), de Perú (3,3%), Bolivia (3,3%) y otros países (7,9%). Además a nivel regional, la cantidad de extranjeros creció 15,1% en 2023, con total de 122.433 personas.
Datos que a juicio de Giambruno, profesora de la escuela de Trabajo Social de PUCV, no resultan extraños, tras los recientes procesos de inmigración experimentados en Chile durante la última década. "En la medida que aumenta la población migrante del país, es esperable que aumente también su participación en las tasas de natalidad y fecundidad".
Para la exdirectora nacional del Colegio de Psicólogos, Lillian Loezar, en la balanza hay peculiaridades. "Por nacer en territorio chileno se le puede dar la nacionalidad. El padre que llega ilegal o indocumentado, se puede naturalizar o legalizar su estadía acá. Creo que por eso lo han optado migrantes: la situación de ellos es la más precaria de todos los ciudadanos, pero a través de esa vía han visto que rápidamente pueden regularizar sus documentos".
La también doctora en Neurociencia cognitiva y académica de UPLA suma: "En el caso de la Región de Valparaíso, hay harta población flotante que viene por periodos. Si no resulta, se van a otros lugares. Entonces, para pensar en familias en hijos tiene que haber estabilidad".
Señalar que, por ejemplo, entre el 2014 y el primer semestre de 2024, se han solicitado 366 nacionalizaciones en la región, con mayoría de sexo mujeres (51,4%), con tramo de edad más prevalente (61.7%) de 30-44 años, con mayor prevalencia de Venezuela (36,6) y Colombia (22,7). Y residencias definitivas otorgadas en igual período en la región fueron 6.144: un aumento del 74% respecto a anterior semestre 2024 (Sermig-INE).
Según el senador (RN) Francisco Chahuán, de la Comisión de Salud de la Cámara Alta, "nosotros habíamos proyectado que en el 2050, uno de cada dos chilenos iba a tener a uno de sus padres de nacionalidad extranjera.
Esa cifra, desde el punto de vista de la tasa de crecimiento demográfico, podría haber revertido esta tendencia, pero la curva está siendo más lenta de lo esperado". Entre las causas, subraya Chahuán están: "El retraso de la decisión de tener familia de los jóvenes y cerca del 17% de los chilenos tiene problemas de fertilidad".
Acceso a fecundidad
Al respecto, sobre la urgencia de generar políticas públicas que permitan aumentar la fertilidad, el senador Chahuán resalta: "Hemos hecho un esfuerzo del parlamento, para que se puedan establecer mecanismos de acceso a fecundación asistida".
Al respecto, sobre la urgencia de generar políticas públicas que permitan aumentar la fertilidad, el senador Chahuán resalta: "Hemos hecho un esfuerzo del parlamento, para que se puedan establecer mecanismos de acceso a fecundación asistida".
Para el médico y diputado (Ind-PR) Tomás Lagomarsino, que forma parte de la Comisión de Salud, la baja considerable en la tasa de natalidad se puede combatir. "Desde el Estado, con programas de fertilidad que no existen. Muchos tienen causas masculinas y femeninas de infertilidad. No pueden acceder a programas por lo cuantioso en sector privado".
El parlamentario ahonda: "Tenemos que avanzar en técnicas de congelamiento de óvulos, fertilización in vitro. Producto de que muchas familias, lamentablemente, tienen que desechar su opción de ser padre y madre producto de la falta de acceso a estos programas".
Esto es posible, explaya Lagomarsino, hoy en Valparaíso: "Hay un convenio muy interesante con el Centro de Reproducción de la Universidad de Valparaíso, pero que no da abasto con las necesidades que existen en esta materia".
Precisamente Aníbal Scarella, director de la Clínica de Reproducción Humana de la Universidad de Valparaíso, comenta: "Se ha incrementado la prevalencia de condiciones que afectan la fertilidad (como la endometriosis, el síndrome de ovario poliquístico o la baja reserva ovárica)". En tanto, hace un hincapié: "La postergación de la maternidad implica una disminución de la fertilidad natural con la edad, y un aumento de los casos de infertilidad".
Factores clave
De vuelta a los cambios en la tasa de natalidad, para Claudia Rodríguez, investigadora del Centro de Envejecimiento de la Universidad de los Andes, en Chile estos han marcado la relación del aumento sostenido de la participación de la fuerza laboral femenina y los nacimientos.
Un estudio del Departamento de Salud Pública y Epidemiología de la Universidad de los Andes, ahondó en la Tasa Global de Fecundidad (TGF): se redujo de 5.5 hijos por mujer en el año 1960 a 1.9 en 2011. El gran cambio de tasa de natalidad fue en 1970, cuando se registró un aumento en la mano de obra femenina pasando de un 22.4% al 40.2% y en promedio bajó la tasa de natalidad un 3.4 ese año.
"En el 2022 fue de 58,1% la participación femenina y la tasa global de fecundidad 1,2 hijos por mujer", manifiesta la investigadora de la UAndes.
Rodríguez argumenta: "Por la dificultad de compatibilizar el empleo y crianza, se genera una disminución de los hijos por mujer y la postergación de la maternidad. Además de las políticas regulatorias de planificación familiar", plantea.
En este punto, Lillian Loezar, académica de la Universidad de Playa Ancha, enfatiza que existe incerteza en cuanto a fijar un proyecto de vida. "Traer hijos es plantearte de aquí a 30 años. Hay muchas familias que no lo pueden costear por un tema económico y además de libertades: en nuestra sociedad todavía impera el hecho que es la madre o la mujer es quien asume el cuidado de un niño". Y profundiza: "Las empresas subterráneamente consultan por la posibilidad de tener hijos. Entonces, de alguna manera, las mujeres se sienten acorraladas y dicen: 'mi carrera profesional o mi natalidad'…".
El envejecimiento de la población a nivel nacional y regional, según Giambruno, constituye un desafío para el Estado y la sociedad: "Garantizar condiciones de vida dignas de calidad; protección social que mejore pensiones". Y un logro: "Se asocia con avances de largo plazo, con el aumento de la esperanza de vida, la reducción de la mortalidad infantil, así como la mejora de indicadores nutricionales, sanitarios y educacionales".
Propuestas públicas
Luis Ignacio de la Torre, presidente del Colmed Valparaíso, pone el dedo en la tecla: "Es muy importante como región, analizar los fenómenos que explican el retraso de la natalidad y su disminución y con esa información, trabajar por medidas que estimulen a las parejas que desean tener hijos contar con apoyos sin afectar mayormente su situación socioeconómica, laboral, personal".
Así, el doctor Aníbal Scarella destaca propuestas desde la salud pública y medicina reproductiva: 1) Modificación del Código Sanitario y educación en fertilidad: se propone que las matronas puedan educar activamente en salud reproductiva desde la atención primaria.
2) Incorporación de la hormona antimülleriana (AMH) como herramienta de tamizaje: examen estima reserva ovárica y ha sido codificado por sistema de salud (en especial a mujeres menores de 35 años).
3) Preservación de fertilidad como política pública: mujeres con enfermedades que comprometen su fertilidad, como endometriosis avanzada o cáncer, deberían tener acceso garantizado a criopreservación de ovocitos.
4) Ampliación de la cobertura en fertilización in vitro (FIV): más de 400.000 personas en Chile tienen infertilidad diagnosticada pero no acceden a tratamientos por razones económicas. Eso comenzando por casos médicos prioritarios y avanzando hacia una cobertura universal.
El punto crítico a considerar, para la doctora en Política Social, Daniela Giambruno, es el siguiente: "Cómo generar una estructura de soportes y servicios sociales que permitan a las mujeres y núcleos familiares optar por la fecundidad, si así lo desean, sin que aquello constituya un nivel de gasto y trabajo demasiado alto de sobrellevar". Esto, profundiza, "a la luz de las condiciones laborales, los niveles de ingresos, y la calidad de los servicios públicos que priman hoy en Chile actual".
A nivel de legislación, el senador Francisco Chahúan sindica que han establecido "la necesidad de generar políticas públicas que permita justamente aumentar la fertilidad, a través de subsidio, como lo han hecho países en la legislación comparada, incluso China", cierra.
"Nosotros habíamos proyectado que en 2050, uno de cada dos chilenos iba a tener a uno de sus padres de nacionalidad extranjera".
Francisco Chahuán, senador
20% de bebés extranjeros son de madre venezolana. En la Región de Valparaíso, ellas lideran con un 22,4% (INE).