"Se siente súper bien volver a Chile con tres récords mundiales en el bolsillo"
El deportista chileno no sólo rompió uno, sino que tres marcas en un solo salto de wingsuit: mayor velocidad, mayor distancia recorrida y mayor tiempo de vuelo. El humano no vuela, pero la "Ardilla" pareciera que sí.
Jorge Reyes Patuelli
El chileno Sebastián Álvarez no tuvo un fin de semana tranquilo. El deportista nacional rompió tres récords en simultáneo en un solo sábado: mayor velocidad, mayor distancia recorrida y mayor tiempo de vuelo en un solo salto de wingsuit. No cualquiera puede decirlo, y la "Ardilla" se transformó en el primero en hacerlo al saltar desde un avión a más de 41 mil pies de altura en Estados Unidos, más alto de lo que vuela uno comercial, según contó él mismo a este medio después de ser el nuevo triple hombre récord. No cualquiera puede decir eso. "La verdad es que no, ja, ja, ja, es verdad", replicó.
Sábado 22 de marzo, son las dos de la mañana en Tenesse, Estados Unidos, y Álvarez se levanta para tomar desayuno. Luego, dos horas después, calienta el cuerpo, para salir al avión, oxigenar y despegar cerca de las seis de la mañana. "El salto fue tipo 6:30 horas", cuenta a este medio Álvarez.
No fue cualquier salto. El deportista de Red Bull, junto con el equipo del West Tenesse Skydive, llevaron el avión Piper Cherenne 400LS hasta los 41.470 pies de altura, lugar donde la "Ardilla" saltó y le permitió alcanzar los 550 km/h, volar durante 11 minutos y 1 segundo y recorrer 53.45 kilómetros durante ese tiempo. Hazaña total, dejando en el pasado los 421 km/h, 29,06 kilómetros y los 9 minutos con 31 segundos.
"Se siente súper bien volver a Chile con tres récords mundiales en el bolsillo y el honor de ser chileno", sostuvo.
¿Hubo algún momento durante el salto en el que sentiste que estabas a punto de romper un récord? ¿Cómo manejaste la presión?
La presión al final la intento manejar de la mejor manera posible, pero obviamente siempre van quedando dudas de qué se puede o no se puede hacer, sobre todo cuando uno hace cosas que nunca nadie había hecho antes, entonces no hay parámetros de comparación. Y claro, obviamente siempre estaba la duda de no superar las metas que nos habíamos propuesto.
La verdad es que nunca nadie había roto más de un récord en un salto. Entonces encontrar la fórmula de romper dos ya era una hazaña y afortunadamente lo intentamos y conseguimos hacerlo. Eso significa lo que es. Nunca nadie lo había hecho y se siente súper bien volver a Chile con tres récords mundiales en el bolsillo y el honor de ser chileno.
¿Qué tipo de equipo utilizaste para lograr este salto?
Usé un casco especial que cubría esta máscara de oxígeno, una máscara igual que ocupan los pilotos de combate para oxigenarse en altura. Después, un traje térmico eléctrico que hacía mantener la temperatura de mi cuerpo acorde a lo que estaba pasando, porque afuera habían -70°C y una sensación térmica con la velocidad de -100°C, entonces obviamente era súper importante mantener el cuerpo en ese sentido caliente, porque básicamente tienes que estar 11 minutos volando a temperaturas muy, muy, bajas. Por eso la elección fue muy buena. El traje tenía muy buen planeo. El resto son cosas chicas como las cámaras y obviamente la botella de oxígeno que va conmigo en el cuerpo.
¿Puedes describir todo el salto? ¿De qué te tienes que preocupar al momento de volar?
41 mil pies es mucho más alto de lo que un avión comercial puede volar. Por ejemplo, cuando volé a Estados Unidos estuve a 38 mil pies. Era un poco irreal porque estuve saltando mucho más alto que lo normal. Las primeras sensaciones una vez que estoy a punto de saltar, es verificar que realmente el oxígeno que yo llevo en mi cuerpo, la botella, está entregando oxígeno a presión, porque si falla, en seis o siete segundos estoy durmiendo, producto de la falta de oxígeno y caería sin control. Luego, a penas salgo, tener una caída lo más estable y prolija que me lleve a un vuelo inmediato para no perder tiempo y altura, y obviamente velocidad, para comenzar a trabajar en los récords inmediatamente.
Ya durante el salto, es tan largo que voy básicamente chequeando que las cosas se vayan cumpliendo, monitoreando el oxígeno, la dirección, manteniendo la línea recta para ir a buscar ese récord de distancia, obviamente un perfil aerodinámico que me permita alcanzar la mayor velocidad posible para romper ese récord, y finalmente es puro empuje ya los últimos minutos para romper el récord de tiempo. Eso se transforma en un constante ciclo de chequeo de oxígeno, dirección, frío, calor, ver qué puedo hacer. En ese caso la mano derecha se me estaba congelando entonces durante casi todo el vuelo la tuve en constante movimiento para permitir el flujo sanguíneo y poder abrir el paracaídas de manera correcta. Y finalmente abrir el paracaídas es básicamente eso, que abra bien, buscar una zona de aterrizaje cómoda y el resto es celebrar y esperar que los jueces validaran las marcas.
¿Hay diversión durante el salto?
No es un salto de turista. Es una misión. Claro que lo disfruté. Es muy poca la gente que tiene la posibilidad de hacerlo, pero obviamente voy concentrado en lo que tengo que hacer.
El salto duró 11 minutos. ¿Qué sentías en estos 11 minutos? ¿Se sintieron como 11 minutos?
La verdad es que mi cuerpo lo sintió. Los brazos sobre todo que es uno de los músculos que entrenamos muchísimos. Créeme que la presión y la velocidad del viento hacen que exijan de tu cuerpo lo máximo.
Son tres récords al mismo tiempo, con un historial detrás. ¿Crees que tienes el justo reconocimiento?
Se siente excelente por los récords. Y sí, soy primero que nada un aviador. Soy un apasionado de la aviación, del vuelo, soy piloto y deportista hoy en día. Creo que tengo el reconocimiento que merezco y tampoco es que esté buscando el reconocimiento como loco en un país donde tal vez son otros los deportes que merecen más atención tal vez… pero, no me quejo, ja, ja, ja.
¿Cómo lidias con el fracaso?
Si no hubiese roto los récords, en realidad, sería bueno darme una segunda oportunidad. Uno tiene que entender que los récords están hechos para romperlos, pero también hay veces que no se puede. Es igual que todas las cosas en la vida. Hay veces que se gana y hay veces que se pierde. Creo que lo importante sería buscar la manera de volver más fuerte para poder intentar romper los récords si es que así lo visualizaba. Uno tiene que asumir los costos de triunfar o fracasar. Creo que es importante poder levantarse e ir a buscar los objetivos, pero menos mal este no fue el caso.