Los molinos de Villa Alemana, historia y sello de la ciudad
Desde su origen innovador para el abastecimiento de agua, hasta hoy como un símbolo de la ciudad, presentes en su escudo y en la memoria de sus habitantes. Avanzan hacia su declaratoria como Monumento Histórico Nacional.
Nicolás Palacios Opazo - La Estrella de Valparaíso
Los icónicos molinos de Villa Alemana se han convertido en un símbolo de su identidad, presentes incluso en el escudo de la ciudad. Estas estructuras, importadas desde Estados Unidos, recorrieron un largo camino hasta llegar al puerto de Valparaíso a partir de finales del siglo XIX. Hasta el día de hoy, forman parte del paisaje de la comuna y pueden encontrarse en distintos lugares. Tanto así que Villa Alemana es conocida como "La Ciudad de los Molinos" por haber contado con cerca de 300 de estas estructuras.
Historia
Los molinos de viento presentes en Villa Alemana fueron fabricados en Norteamérica durante la Revolución Industrial, cuando se buscaban soluciones innovadoras para el abastecimiento de agua. En Estados Unidos, los granjeros los utilizaban para regar sus cultivos, dar de beber al ganado y suministrar agua a las locomotoras a vapor. Gracias a su éxito, estas estructuras se comercializaron a nivel mundial, llegando a Chile entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX. En Villa Alemana, sus primeros habitantes los emplearon para abastecer las casas quintas, facilitando el cultivo de alimentos, viñedos y la crianza de animales de corral.
Las estructuras, fabricadas mayoritariamente antes de 1910, ya cuentan con más de un siglo de antigüedad y son un importante elemento patrimonial. Su instalación en la comuna fue posible gracias a las condiciones geomorfológicas de la zona, con suelos permeables y una napa subterránea rica en agua. Antes de la existencia de una red de cañerías, estas estructuras eran esenciales para el suministro de agua potable, marcando una época de desarrollo para la comunidad. Los molinos, hechos principalmente en Chicago, llegaban a Chile gracias a diversas empresas norteamericanas. Viajaban en barco hasta Valparaíso, uno de los puertos más importantes de la época y desde allí, las piezas eran transportadas en tren hasta el pequeño pueblo rural en crecimiento.
Rescate de la memoria
Conscientes del valor patrimonial de estas estructuras, distintos actores han trabajado para documentar y preservar su historia. Uno de los primeros fue Felipe Urquieta Muñoz, fotógrafo y gestor cultural oriundo de Villa Alemana.
"Cuando yo vivía en Villa Alemana no había ningún informe ni documento de registro visual que diera indicios de la historia, del estado o de la conservación de los molinos", señala Urquieta. Por ello emprendió una investigación que culminó en la publicación del libro "Los Molinos de Villa Alemana: símbolos de nuestro crecer" en 2011. Gracias al apoyo de un Fondart Regional, pudo realizar exposiciones, generando gran interés en la comunidad y promoviendo la valoración de estos elementos patrimoniales.
El impacto de este trabajo impulsó nuevas iniciativas de conservación. Por ello, el municipio de Villa Alemana comenzó un proceso de registro y protección de los molinos. Entre 2015 y 2018, se realizó un catastro que identificó un total de 80 molinos en la comuna. En 2018, se ingresó al Consejo de Monumentos Nacionales un Expediente Técnico para la Declaratoria de 15 molinos como Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico.
Algunos de estos molinos se encuentran en lugares emblemáticos como el Paradero 11, la Estación Villa Alemana, el Edificio Consistorial y la Piscina Municipal.
Entre 2018 y 2022, el municipio trabajó en la restauración de estos cuatro molinos de propiedad municipal y recibió la donación de un quinto, ubicado en la Biblioteca Pública Municipal Paul Harris.
Sobre la importancia de estos emblemáticos molinos, el alcalde Nelson Estay destaca: "Villa Alemana es una ciudad con identidad propia, forjada por la historia de sus habitantes. Los molinos son parte identitaria de nuestra comuna, nos representan como patrimonio y son símbolo de una ciudad que hoy, bajo esta administración, no tan solo recupera su lema 'Ciudad de la Eterna Juventud', sino que retoma la esencia y la memoria de una forma de vida, de una comuna con historia generación tras generación".
Actualmente, el municipio se encuentra trabajando en la etapa final de observaciones del expediente realizadas por el Consejo de Monumentos Nacionales. Además, se ha incorporado a esta solicitud el molino ubicado en la biblioteca municipal. Se espera que durante el primer semestre de 2025 se entreguen las observaciones finales, con el objetivo de alcanzar la declaratoria de estos 16 molinos de viento como Monumento Histórico Nacional lo más pronto posible.
16 molinos, esperan ser declarados Monumento Histórico Nacional, en un esfuerzo por preservar su historia y legado.