Everton no tiene fútbol ni alma: volvió a perder
Doblete de Lucas Cepeda desnudó todas las falencias de un millonario plantel ruletero que no camina y que además no encuentra respuestas desde la banca. La continuidad del técnico Gustavo Leal es prácticamente insostenible.
Por supuesto que se puede perder cuando se practica un deporte competitivo, pero lo menos que se le exige a un plantel millonario es que muestre intenciones de conseguir un triunfo. Everton no exhibió ningún argumento futbolístico para amagar el triunfo de Colo Colo ayer en el estadio Monumental, culpa que se debe repartir en partes iguales entre una plantilla derechamente desalmada, y un cuerpo técnico comandado por Gustavo Leal al que le ha quedado grande su puesto.
Muy seguramente en las próximas horas habrán novedades respecto a la continuidad del estratega brasileño, quien en ocho partidos dirigiendo en Viña del Mar ha conseguido solo una victoria, la que fue por Copa Chile ante un rival del Ascenso como San Luis de Quillota. Hace unos días los de la Ciudad Jardín quedaron fuera de la Copa Sudamericana y con la caída de ayer ante los albos, hoy están a solo un punto de los lugares de descenso en la tabla.
Muy inferiores
En lo que tiene que ver con lo sucedido ayer en el Estadio Monumental, la derrota por dos a cero que sufrió Everton fue incluso demasiado inexpresiva en relación a lo inferior que se vio el elenco oro y cielo. Cabe recordar que el equipo de Jorge Almirón venía de dos derrotas consecutivas y tampoco estaban pasando exactamente por su momento de más alto rendimiento.
Lo cierto es que salvo un disparo de Rodrigo Piñeiro que se fue a las nubes a los cinco minutos de encuentro, el primer lapso fue un monólogo absoluto por parte del conjunto de Macul. De hecho, solo las buenas y continuas intervenciones del arquero Ignacio González evitaron una temprana apertura de la cuenta en la brega de anoche.
No obstante lo anterior, cuando se jugaban los 37', Alan Medina le dio al balón con el codo en plena área propia, y más de cinco minutos después, con revisión del VAR incluida, el árbitro Manuel Vergara pitó un penal que el excaturro Lucas Cepeda intercambió por gol a los 44', luego de definir con fuerza a la derecha de González, quien intuyó el lado, pero no alcanzó manotear.
Sin respuestas
Para el segundo lapso Leal cambió el esquema, pasando de un 4-2-3-1 a un 4-4-2. Gracias a un disparo de Matías Campos a los 56', los oro y cielo pudieron por fin contabilizar un remate a puerta, el que de todos modos fue centrado y sin fuerza, por lo que no revistió mayor un problema para el golero albo Fernando De Paul.
Iban pasando los minutos y Everton seguía bajo la misma tónica de la temporada: no se generaban opciones de gol, la salida con balón era lenta, y la expresión de lucha de iba reduciendo cada vez más, al punto que por varios pasajes del lance parecía que al equipo derechamente le robaron el alma.
Desde la banca tampoco se ofrecían nuevas variantes, lo que obviamente no contribuyó ni al espectáculo ni a las esperanzas de dar vuelta un partido que, después del 1-0, ya parecía sentenciado.
Pero faltaba uno más, que nuevamente fue obra del placillano Cepeda, quien esta vez recibió un gran pase de Javier Correa para definir con un suave picotón a los 73'.
El resto del encuentro, ante un oponente ya rendido, fue un mero trámite para lo capitalinos.