Cada cierto tiempo, astrónomos desde los telescopios emplazados en Chile, descubren cuerpos en el espacio, digamos estrellas, en donde lo sorprendente es que son de tamaños tan enormes que superan largamente a nuestro sol.
Imagínese usted, si ya nuestra Tierra es pequeñísima en relación a nuestro sol, ni hablar, al compararla con estas estrellas gigantes que se van descubriendo.
Todo lo anterior demuestra que la Tierra, nuestra casa, es solo un puntito azul muy pequeñito en el espacio sideral y quedó demostrado cuando el 14 de febrero de 1990 la nave espacial Voyager 1 le tomó una foto al planeta, cuando estaba a una distancia de 6.000 millones de kilómetros, y nos mostraba que éramos, literalmente un puntito azul pálido, en medio de la inmensidad del universo.
Le insto a buscar la foto en internet, mírela y de seguro le resultará increíble, que en ese puntito azul, existan tantos problemas, guerras por doquier, hambrunas, abusos, pestes, descuidos de la naturaleza, animales en extinción, etcétera, un verdadero caos.
Y si a lo anterior, usted ahora le suma la probabilidad de que ese puntito azul sea embestido por un asteroide el 2032, de casi 50 metros de diámetro. ¿No cree usted que llegó la hora de que seamos capaces de dejar los entreveros, y ponernos todos detrás de una sola misión, salvar nuestra casa, nuestra Tierra, a ese puntito azul, que nos cobija, en el cual viajamos a través del universo, girando alrededor del sol a una velocidad promedio de 107.280 km/hora y rotamos sobre sí mismos a una velocidad de 1.666 km/hora en el Ecuador, para que vivan nuestras generaciones futuras?
¿Y usted en qué se compromete a ayudar para salvar este puntito azul?
Luis Enrique Soler Milla