Limpieza profunda por ratones en el Van Buren
Este jueves finalizó la sanitización en los sectores afectados por la presencia de roedores. Pabellón de Hemodinamia volvió a funcionar.
Ayer volvieron a funcionar en su totalidad y con normalidad los sectores del hospital Carlos van Buren de Valparaíso afectados por la presencia de ratones, según informaron desde el recinto de salud. Cabe recordar que el área impactada correspondió a la de Hemodinamia.
El doctor Simón Rojas, subdirector asistencial, confirmó que este jueves "se realizó una limpieza profunda y posterior sanitización de los recintos eventualmente afectados, dejando los espacios habilitados para su funcionamiento. Actualmente el pabellón de hemodinamia se encuentra en pleno funcionamiento".
Junto con asegurar que tienen conocimiento del avistamiento de solo un ratón, Rojas añadió que con el apoyo del municipio se realizó un operativo "de aseo profundo con hidrolavadora en las afueras de las Unidades de Urgencia Infantil y Adulto, donde habitualmente se encuentran personas en situaciones de calle como otra medida de prevención en el contexto del avistamiento del roedor".
Desde el recinto se informó que el control de esta plaga es un proceso continuo, dado que se realiza instalación de cebos en lugares estratégicos, para así generar un perímetro en el hospital, en techumbres y entretechos. Luego de aquello, se realiza una revisión una vez al mes o cuando el hospital lo requiera, recambiando los cebos rodenticidas. La desinsectación y sanitización se realiza quincenalmente, por planificación.
¿Por qué aparecen?
Los ratones son especies que tienen facilidad para colonizar espacios, indican los expertos, por lo que no es extraño que puedan coexistir con los humanos en las ciudades, aunque tienden a escapar de las personas.
En las cercanías del hospital hay cauces abovedados e inmuebles siniestrados, lo que podría influir en que estén más visibles. "Los cauces abovedados suelen actuar como corredores ecológicos subterráneos, proporcionando refugio ante depredadores, temperaturas más estables y rutas seguras para el desplazamiento de los roedores. Además, suelen contener residuos orgánicos y humedad, condiciones ideales para su reproducción y supervivencia", dijo Nicolás Escobar, director de Medicina Veterinaria de la UDLA.
"Se aprovechan de nuestro desecho alimenticio, se aprovechan de nuestros lugares, cuando uno de repente deja lugares abandonados", explicó también Sebastián González, docente del Instituto de Biología de la PUCV.