Antonella Valverde H. - La Estrella de Valparaíso

Han pasado dos meses desde que un local del sector del Hospital Carlos Van Buren sufriera un robo de gran magnitud.

El emblemático local de insumos para adultos mayores, Distribuidora Moriand, que lleva más de 50 años en la zona, fue desvalijado casi por completo en diciembre pasado.

Según Germán Serrano, encargado de la distribuidora, tras el robo tuvieron que enrejar el local para aumentar la seguridad.

"Ahora nos enrejamos, pero no vemos ningún cambio en cuanto a la presencia de Carabineros ni ninguna otra medida de apoyo", advierte.

El encargado de la distribuidora agrega que "los candados los encontraron acá al lado, afuera del negocio, porque a ellos también los intentaron abrir y no pudieron, porque tenían unos candados más duros".

A pesar de las dificultades, el encargado afirma que la empresa ha logrado levantarse poco a poco. "Ya tuvimos que pagar las facturas que se robaron, porque el día anterior había llegado mercadería", añadió.

En cuanto al apoyo de las autoridades, Serrano expresa que cada persona y local debe hacer frente a la situación de forma individual. "A quien le afecta, cada uno tiene que resolverlo por su cuenta", comenta.

Sobre el apoyo del municipio, Serrano manifestó su descontento: "La alcaldesa organiza muchas actividades de verano, pero los turistas vienen de afuera. El que vive aquí, el que sufre los robos, somos los porteños. No hay ningún apoyo, nada".

Enzo Olmos, dueño de Hojalatería Olmos, también compartió su experiencia. "Me rompieron un candado, pero no pudieron con los otros, o no tuvieron el tiempo", indicó.

Olmos también se queja de la falta de presencia policial. "Aquí Carabineros no se ve mucho. No hay más seguridad que poner buenos candados", agregó.

"No ha cambiado nada, todo sigue igual", señaló.

Solange Vargas, vendedora de Joda Almuerzos Comida Rápida, relató que en su local también intentaron forzar los candados, aunque no lograron ingresar.

"Nosotros tenemos que estar pendientes, dejar todo lo más cerrado posible, resguardar lo que más se pueda", expresó.

Por parte de la municipalidad de Valparaíso no se quisieron referir al tema.

La Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de La Calera detuvo esta semana a un ciudadano de nacionalidad cubana que se hacía pasar por traumatólogo.

Según el jefe de la Bicrim La Calera, Octavio Estay, el individuo habría trabajado en centros de salud de La Calera, Hijuelas y Quilpué, siendo detenido en esta última comuna.

La denuncia fue presentada por una exempleadora del Departamento de Salud de La Calera, quien descubrió la situación: "Ella se dio cuenta que este médico no estaba registrado en el Colegio de Médicos y, aparte, los certificados que presentó no correspondían".

Por su parte, el presidente del Colegio Médico de la Región de Valparaíso, Dr. Ignacio de la Torre indicó que no manejaban información detallada del caso, pero enfatizó: "Creemos que el ejercicio ilegal de la medicina tiene que ser sancionado, perseguido por la Fiscalía y por toda la autoridad competente".

El detenido fue puesto a disposición del Tribunal de Garantía y formalizado por ejercicio ilegal de la profesión, falsificación y uso de instrumento público. Desde la Fiscalía Regional de Valparaíso informaron que quedó con las medidas cautelares de arraigo nacional y firma mensual.

El plazo de investigación se fijó de 100 días.

Su primer trasplante renal con donante vivo concretó esta semana el Hospital Carlos van Buren. El procedimiento benefició a Eleuterio Matus Oliva, un paciente de 60 años residente del sector Puerto, quien recibió un riñón donado por su hermano Pablo.

"Estoy feliz, parece que no me hicieron nada. Gracias a esta cirugía, tengo una nueva oportunidad para vivir mejor. Todo se hizo de una manera muy profesional", expresó el paciente.

Por su parte, Pablo destacó la importancia de la donación: "Uno queda normal. Si se puede ayudar, hay que hacerlo de corazón".

El jefe de la unidad de Procura y Trasplante, así como de Nefrología y Diálisis, Dr. Vicente Torres Cifuentes, , comentó: "Esto es fruto de un gran trabajo, especialmente del equipo de enfermería de nuestra unidad, que logró completar los estudios tanto del receptor como del donante en un tiempo muy corto".

El procedimiento quirúrgico fue bajo la dirección del jefe de la Unidad de Urología, Dr. Cristóbal Mülchi, quien explicó que para este tipo de trasplantes se organizan dos equipos de urólogos.

El Dr. Felipe Kramer, quien recientemente completó una rotación en un hospital español, aportó innovaciones a la técnica quirúrgica.

Estas mejoras redujeron el riesgo de infecciones y facilitaron una recuperación más rápida para el paciente.