Alcaldesa Ripamonti: "No vamos a depender de un plan nacional para hacer nuestro trabajo"
Jefa comunal viñamarina optó por no quedarse en las críticas. Otras autoridades locales cuestionan los resultados del plan "Calles sin Violencia" y demandan soluciones definitivas.
Valentina Vilches - La Estrella de Valparaíso
El Plan Calles Sin Violencia, anunciado como una de las principales estrategias del Gobierno para enfrentar el crimen organizado y mejorar la seguridad ciudadana, ha sido objeto de fuertes cuestionamientos por parte de autoridades locales de Viña del Mar.
Los resultados, tanto a nivel nacional como regional, han evidenciado limitaciones que han llevado al propio Ejecutivo a introducir modificaciones en su enfoque.
José Tomás Bartolucci, concejal (Ind. UDI) de Viña del Mar, expresó duras críticas hacia el plan, calificándolo como insuficiente para abordar la creciente criminalidad en la comuna.
"Las medidas que se están adoptando son demostraciones de que el Plan Calles Sin Violencia fue un fracaso, y así también lo ha asumido el propio Gobierno, generando modificaciones al mismo", declaró.
El concejal también destacó que Viña del Mar enfrenta particularidades que intensifican los desafíos de seguridad, sobre todo durante el verano, cuando la ciudad recibe una gran cantidad de turistas.
"El crimen se traslada desde las grandes ciudades como Santiago hacia localidades costeras. Viña del Mar, especialmente en épocas de alta concurrencia como esta, se convierte en un claro ejemplo de lo que está ocurriendo. La delincuencia y el desorden aumentan considerablemente", afirmó Bartolucci.
Por su parte, la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti Serrano, destacó los esfuerzos del municipio para abordar la seguridad pública, independiente de los resultados del plan nacional.
"Nosotros como municipio no vamos a depender de un plan de carácter nacional para hacer nuestro trabajo", afirmó, detallando que han trabajado bajo tres pilares: adquisiciones planificadas, fortalecimiento del equipo de seguridad y la implementación de tecnología avanzada.
Ripamonti enfatizó que actualmente el municipio cuenta con un equipo táctico de 40 personas, 24 camionetas, 12 motocicletas y sobrevuelos de drones, todo financiado con ingresos propios y apoyo de la Subsecretaría de Prevención del Delito.
A pesar de estos avances, reconoció que "la seguridad sigue siendo un problema" y aseguró que el compromiso municipal es seguir exigiendo más recursos y resultados.
En este contexto, queda en evidencia la necesidad de un enfoque integral y coordinado para combatir el crimen y mejorar la seguridad en Viña del Mar. Las críticas al Plan Calle Sin Violencia resaltan las debilidades de un modelo que, hasta ahora, no ha logrado responder a la complejidad del problema. Mientras tanto, las autoridades locales continúan trabajando por soluciones que vayan más allá de medidas temporales, buscando devolver la tranquilidad a sus habitantes y visitantes.