Refuerzan seguridad y vigilancia en la Feria El Belloto tras incidente
Guardias, guardias tácticos y cámaras de televigilancia son parte de las medidas implementadas en la concurrida feria.
Nicolás Palacios Opazo - La Estrella de Valparaíso
En las últimas semanas, la Feria Municipal El Belloto, uno de los principales espacios comerciales de Quilpué y la región, ha experimentado un incremento en la presencia policial y de funcionarios municipales.
Este refuerzo en las medidas de seguridad responde a una serie de incidentes recientes, como peleas entre vendedores ambulantes, y a la preocupación constante de los comerciantes y clientes que asisten regularmente al lugar.
Este espacio, que funciona los miércoles y sábados y recibe público entre las 9:00 y 15:00-16:00 horas, alberga a cerca de mil puestos registrados y recibe entre 20 mil y 25 mil visitantes en sus días de mayor actividad.
Según la Dirección de Seguridad Pública de la municipalidad de Quilpué, el recinto cuenta con guardias de seguridad contratados por el Departamento de Gestión Administrativa del municipio, con dos guardias disponibles los miércoles y tres los sábados.
Además, dispone de guardias tácticos, con cuatro guardias y un supervisor los miércoles, y ocho guardias con un supervisor los sábados.
Asimismo, se han instalado 34 cámaras de televigilancia, las cuales son monitoreadas desde Viña del Mar y cuentan con respaldo en una sala espejo en Quilpué.
El director de Seguridad Pública, Andrés Sánchez Fuentes, destacó el impacto de estas medidas y el trabajo que vienen realizando.
"Las intervenciones comenzaron en diciembre, fecha en la que asumió la gestión de la alcaldesa Carolina Corti, cuya administración asumió el compromiso de seguridad, asociado a la recuperación de espacios públicos y erradicación del comercio ilícito, lo que ya es un hecho. Hoy los vecinos de Centenario pueden salir con tranquilidad a los espacios de uso público, algo que antes no era posible debido al comercio ilegal de todo tipo de mercancías incluso ilícitas".
Carlos Mayer, quien atiende un quiosco en la entrada de la feria por calle Perú, ofrece una perspectiva desde el día a día.
"Los días de feria, a veces se ponen a tomar y fumar cerca de mi puesto, a veces se ponen a pelear. Pero ahora hay mayor presencia de carabineros y un poco más de control".
Mayer también recuerda épocas de mayor inseguridad en el sector, especialmente cuando comerciantes informales llegaban desde la tarde del viernes para ocupar espacios comerciales antes de que comenzara oficialmente la feria.
Por su parte, los clientes destacan que aunque los incidentes han disminuido, el tamaño de la feria dificulta la vigilancia total del lugar. "He visto más carabineros últimamente, pero el perímetro es grande y no pueden abarcar todo", comenta una cliente habitual del sector.
Incidentes recientes, como el ocurrido en la calle Colombia en la feria privada, donde un enfrentamiento entre vendedores ambulantes terminó con un herido por arma blanca, han evidenciado la necesidad de continuar reforzando las medidas de seguridad.