Angelina Jolie y el proceso que pasó para ser Maria Callas: "Hay una soledad que compartimos"
La actriz tuvo que aprender a cantar y reconoce que acabó sintiendo una conexión con la cantante, lo que la llevó a llorar en el set. "Cuando interpretas a una persona real, sientes que en algún momento se convierte en tu amigo", dice.
Agencia AP
Angelina Jolie nunca esperó cantar igual, pero encontrar el aliento de Maria Callas fue suficiente para emanar de la actriz cosas que ni siquiera sabía que llevaba por dentro.
"Realmente no nos damos cuenta de dónde se depositan las cosas en nuestro cuerpo a lo largo de una vida de diferentes experiencias y dónde lo retenemos para protegernos", dice Jolie en una entrevista reciente. "Lo retenemos en nuestros estómagos. Lo retenemos en nuestro pecho. Respiramos desde un lugar diferente cuando estamos nerviosos o estamos tristes", comenta.
"Las primeras semanas fueron las más difíciles porque mi cuerpo tuvo que abrirse y tuve que volver a respirar", añade. "Y eso fue un descubrimiento de qué tanto no lo estaba haciendo", asegura.
En "Maria" del chileno Pablo Larraín, que se estrenó en cines nacionales la semana pasada, Jolie ofrece, si no la actuación de su carrera, ciertamente la de su última década. Desde "In the Land of Blood and Honey" ("En tierra de sangre y miel") de 2010, Jolie ha pasado los últimos años dirigiendo películas mientras priorizaba la crianza de sus hijos.
"Entonces mis elecciones durante muchos años fueron lo que era inteligente financieramente y corto. Trabajé muy poco los últimos ocho años", dice Jolie. "Y estaba algo agotada. No pude por un tiempo", reconoce.
Pero sus hijos menores ahora tienen 16 años. Y por primera vez en años, Jolie está de vuelta en el centro de atención, en modo estrella de cine total. Su actuación dominante en "Maria" parece asegurarle a Jolie su tercera nominación al Oscar. Conquistó el premio como actriz de reparto en el 2000 por "Girl, Interrupted" ("Inocencia interrumpida"). Para una actriz cuya filmografía podría carecer de una película emblemática, "Maria" puede ser el papel definitorio que le otorgue un sitial especial.
Los hijos mayores de Jolie, Maddox y Pax, trabajaron en el set de la película. Allí, vieron una versión de su madre que no habían conocido nunca antes.
"Ciertamente, me habían visto triste en mi vida. Pero no lloro frente a mis hijos así", dice Jolie sobre la emoción que Callas sacó de ella. "Ese fue un momento al darme cuenta de que iban a estar conmigo, lado a lado, en este proceso de entender realmente la profundidad de algunos de los dolores que llevo", recuerda.
Jolie, quien se reunió con un reportero de AP a principios de octubre en el Hotel Carlyle, no habló en detalle de ese dolor. Pero no era difícil sentir que tendría que ver con su largo divorcio de Brad Pitt, con quien crió a sus seis hijos, proceso que finalizó la semana pasada.
Equilibrar entonces la situación de su vida privada, preguntas que acompañan a alguien con su fama, es una importante razón por la que Jolie es tan adecuada para el papel de Callas. La película tiene lugar durante los últimos días de la soprano de ascendencia griega nacida en Estados Unidos, fallecida por un ataque cardíaco a los 53 años en 1977. Pasa gran parte de su tiempo en su gran departamento en París, Callas no ha cantado públicamente en años; ha perdido su voz. Vive encarcelada por el mito que ha creado, Callas está redefiniendo su identidad y su voz. Un instructor le dice que quiere escuchar "a Callas, no a Maria". La película, por supuesto, está más preocupada por Maria.
Es el tercer retrato de Larraín de un icono femenino del siglo XX, después de "Jackie" (con Natalie Portman como Jacqueline Kennedy) y "Spencer" (con Kristen Stewart como la princesa Diana). Como Callas, Jolie es maravillosamente regia, una diva segura de sí misma que deliciosamente, en líneas escritas por el guionista Steven Knight, suelta frases como: "Tomé libertades toda mi vida y el mundo tomó libertades conmigo".
Al preguntarle si se identifica con ese diálogo, respondió: "Sí, sí". Luego hizo una larga pausa.
"Estoy segura de que la gente leerá mucho en esto y probablemente hay mucho que podría decir, pero no quiero alimentar eso", continúa. "Sé que ella era una persona pública porque amaba su trabajo. Y soy una persona pública porque amo mi trabajo, no porque me guste ser pública. Creo que algunas personas están más cómodas con una vida pública, y nunca he estado completamente cómoda con ella", menciona.
Cuando el director chileno se aproximó por primera vez a Jolie le presentó "Spencer". Esa película, como "Jackie" y "Maria", evita un enfoque biográfico para en su lugar centrarse en un momento específico de crisis. Larraín estaba convencido de que Jolie estaba destinada para el papel de Callas.
"Hay una soledad que ambas compartimos", dice Jolie. "Eso no es necesariamente algo malo. Creo que la gente puede estar sola y sentirse sola a veces, y eso puede ser parte de quiénes son", comenta.
En los momentos menos perfectos de Callas cantando en la película, Larraín fusiona grabaciones de archivo de la soprano con la propia voz de Jolie. Una mezcla de las dos se ejecuta a lo largo de "Maria". "Al principio del proceso", dice Jolie, "descubrí que no puedes fingir cantar ópera".
La actriz reconoce que nunca había cantado antes, ni siquiera karaoke. Pero la experiencia le ha dejado un nuevo aprecio por la ópera y sus propiedades curativas.
"Me pregunto si es algo en lo que te apoyas a medida que envejeces", dice Jolie. "Tal vez tu profundidad de dolor es mayor, tu profundidad de pérdida es mayor, y ese sonido en la ópera se encuentra con eso, la enormidad de ello".
Jolie no está del todo lista para dejar a Callas. "Cuando interpretas a una persona real, sientes que en algún momento se convierten en tu amigo", dice Jolie. "Ahora mismo, todavía es un poco personal. Es gracioso, estaré en un estreno o entraré a una sala y alguien comenzará a tocar su música por diversión, pero tengo este loco recuerdo sensorial interno de caer de rodillas y llorar", confiesa.