"Incendio de la venganza" en San Ignacio afectó a dos locales comerciales
Minimarket "Punto de Emergencia" y restaurant "Santiago Wanderers" sufrieron los coletazos de la emergencia suscitada la noche de Navidad.
Danilo Córdova estaba celebrando la Noche Buena junto a su familia, en Valparaíso, cuando una llamada ingresó a su celular a eso de las tres de la madrugada. Tras escuchar la peor de sus pesadillas, rápidamente agarró sus cosas y se trasladó hasta el centro de la ciudad para ver, en terreno, cómo estaba el local que tanto le ha costado a su madre: el restaurante Santiago Wanderers.
Esto porque la emergencia registrada este 25 de diciembre en calle San Ignacio con avenida Colón no solo afectó al nivel en donde se originó el incendio, sino que también a dos locales comerciales, los cuales han puesto en pausa sus trabajos producto de los coletazos recibidos por la emergencia, la que, recordemos, dejó una persona fallecida en medio de un altercado con una mujer que este jueves pasó a control de detención (ver nota inferior).
"Gracias a Dios fue pura agua. Por dentro el local está bien, sin embargo, como no tenemos luz, no sabemos cómo están las máquinas, los refrigeradores, por ejemplo, pero indudablemente perderemos todo lo refrigerado. Nosotros ese día no estábamos acá menos mal, no nos pasó nada a nosotros, solo fueron cosas materiales", comentó Córdova, representante del restaurante, quien acusó cierta lentitud en el actuar de las autoridades.
"Nosotros llevamos 45 años acá, anteriormente estaba una amiga de mi madre que se lo vendió, pero el negocio tiene como 100 años, entonces es un clásico de Valparaíso. Nos ha llamado mucha clientela preguntando cómo estamos, están todos preocupados. Ahora hay que ordenar y ver qué tenemos bueno y qué tenemos malo para reponer", agregó.
Volver a levantarse
Con un poco más de problemas y un negocio visiblemente más afectado estaba el minimarket "Punto de Emergencia", lugar que no solo era el espacio de trabajo de los Placencia, sino que también su hogar.
"El incendio nos afectó completamente, ya que en el segundo piso nosotros vivíamos y el primer piso era el sustento del hogar, pero con el agua, lo perdimos todo, ya que básicamente se inundó todo. Perdimos máquinas, camas, mercancía", señaló Kenneth Placencia, hijo de la dueña del local, Claudia Encina, quien precisa que "nosotros como dueños llevamos cinco años acá".
"Nosotros ese día veníamos llegando, porque fuimos a pasar la Navidad donde un familiar y cuando llegamos, estuvimos como cinco minutos adentro y comenzó la gente a gritar que había fuego. Alcanzamos a salir, pescamos a nuestros perros y salimos", añadió el joven, quien asegura que "el segundo piso está inhabitable, pero queremos volver a levantarnos para reactivar el negocio, que es lo más urgente, ya que somos tres personas: mi mamá, que es mamá soltera, mi hermana y yo".
De manera extraoficial, los locatarios señalaron desconocer quiénes eran los sujetos que vivían en la parte superior del inmueble, ya que en aquel edificio era común el arriendo de piezas, por lo que los arrendatarios iban rotando con frecuencia. Sin perjuicio de ello, sí confirman conflictos constantes en el sector, sobre todo por problemas relacionados con el consumo de drogas y alcohol.