Así ha cambiado nuestra forma de celebrar la Navidad
En nuestra historia, sólo a comienzos del siglo pasado aparecieron el árbol de Pascua y el Viejo Pascuero. Antes todo era bullicio y alcohol.
Juan Guillermo Prado O. - La Estrella de Valparaíso
En Valparaíso hasta los inicios del siglo pasado en las fiestas navideñas no existía ni el árbol de Pascua y menos el Viejo Pascuero, que fueron introducidos por los inmigrantes europeos. Tampoco se intercambiaban regalos. En un puerto pobre no existía el consumismo.
Pero, en aquel tiempo la fiesta de Navidad era ruidosa, con mucho alcohol. Con ramadas, y a fines del siglo XIX se prohibieron las chinganas, los cantos y bailes después de la medianoche.
Bernardo O'Higgins en 1818 prohibió la instalación de ramadas en tiempos de pascua y a mediados del siglo XIX un decreto eclesiástico impidió que en las misas de medianoche participaran: "cantores con entonaciones profanas, pífanos y otros instrumentos que imitan cantos de aves o gritos de cuadrúpedos o cualquiera de las cosas que se han acostumbrado", pero no muchos hacían caso.
En Valparaíso, en 1855, en la novena del Niño Dios en la parroquia de Los Doce Apóstoles participaban cantores populares con guitarras, tamboriles y otros instrumentos para hacer ruido. Sin embargo, la figura del Niño Jesús en el pesebre estaba en todas las iglesias.
Según el académico y profesor universitario Juan Estanislao Pérez, la celebración del nacimiento del Niño Jesús: "Llegó tempranamente en tiempos coloniales y las primeras manifestaciones populares las conocemos por el jesuita Alonso Ovalle, en su texto Histórica Relación del Reyno de Chile, publicada en Roma, el año 1646".
¿Cuáles serían las principales manifestaciones culturales de la devoción al Niño Jesús en Chile?
En la mayoría de los actos devocionales como Sotaquí, en Las Palmas de Quebrada Alvarado, La Tirana y otras, en las procesiones participan los bailarines con variaciones significativas, esto es, pasos, vestuario, diseños y colores, melodías, cánticos e instrumentos y coreografías, etc. que no se repiten en otras localidades. También son diferentes las tonadas dedicadas al Niño Dios y principalmente a la Virgen, llamadas villancicos y que se cantan en las Novenas que se hacen en su honor.
Hay lugares en los cuales las comunidades cantan los mismo himnos y gozos, como es el caso de los hermosos cánticos con pequeñas variaciones dedicados al Niño Dios, en las islas del archipiélago de Chiloé y plenamente vigentes, como también acontece con los cánticos y bailes de diversas comunidades aimaras.
¿Qué papel juegan los villancicos y la música tradicional en estas celebraciones?
Tanto la música y las danzas, en algunos casos, cumplen un papel muy importante en la realización de las manifestaciones devocionales referidas al nacimiento del Niño Dios.
Las tonadas dedicadas al Niño y a la Virgen, llamadas villancicos, revelan mucho cariño para ambos incluso, en algunos casos, con mayor preferencia hacia la Virgen. He hecho muchos registros en los cuales las cantoras la tutean, sintiéndola muy cercana a diferencia de su relación con San José. En este sentido, el canto resulta ser un nexo afectivo-relacionador por sobre el de simple animador-entretenedor, además el estudio realizado sobre este tipo de tonadas, demuestra que en su contenido no existe petición, ofrenda ni manda, sino alegría y gozo. Esto se observa tanto en los villancicos como en esta expresión de las tonadas de salutación, que se escuchan cantar al finalizar cada día de la Novena. Lo mismo acontece en el "canto a lo divino", que ocasionalmente se expresa en la Nochebuena.
¿Cuáles son los principales santuarios chilenos dedicados al Niño Dios?
Podríamos señalar varios, pero los que tienen mayor grado de representatividad en términos de la religiosidad popular, a mi juicio, son el Niño Dios de Las Palmas, en Quebrada Alvarado de Olmué, Región de Valparaíso; el Niño Dios de Sotaquí en la Región de Coquimbo; y el ceremonial en La Tirana, en Tarapacá, dedicado al Niño Dios que se celebra en Pascua de Negros, los primeros días de enero de cada año como también ocurre en Pica como Fiesta de Reyes.
Finaliza nuestro entrevistado, señalando: "Hay que reconocer que la festividad del Nacimiento del Niño Dios tiene enorme importancia en las diversas comunidades a través de todo el país, logrando mantener este ceremonial gracias a sostenidos procesos transgeneracionales, revitalizándola anualmente".