Valentina Marticorena Mellado - La Estrella de Valparaíso

Cada 8 de diciembre, cientos de miles de fieles se congregan en el Santuario Purísima de Lo Vásquez, en Casablanca, para celebrar el Día de la Inmaculada Concepción. Este año no fue la excepción y con una asistencia históric de aproximadamente un millón y medio de peregrinos, la fiesta religiosa seconsolida como la más representativa de la región.

Este año la peregrinación se extendió por tres jornadas intensas, iniciando el viernes 6 de diciembre y culminando ayer domingo con la tradicional salida de la Virgen. Durante esos días, los fieles participaron en misas celebradas cada hora, accedieron a espacios de confesión y disfrutaron de servicios como campings, haciendo de la experiencia una mezcla de espiritualidad y comunidad. Es que más alla de su dimensión espiritual esta celebración también se arraiga profundamente en la tradición de los chilenos de la zona central.

"Para mí, venir a Lo Vásquez es una tradición familiar. Desde que tengo noción, mi familia viene a peregrinar a la Virgen", compartió Fernando Carvajal, uno de los devotos presentes.

Con cada año que pasa, la peregrinación refuerza su rol como un espacio de encuentro, fe y continuidad de las costumbres que conectan generaciones.A lo largo de la Ruta 68, personas de distintas partes del país se movilizaron caminando, en bicicleta, en moto e incluso a caballo, con un único objetivo: llegar al santuario, un ícono de devoción y homenaje de la Virgen María.

Comercio

Como cada año, el comercio ambulante fue parte inseparable de la jornada. Cientos de puestos acompañaron a los peregrinos, ofreciendo desde imágenes religiosas y velas hasta juguetes y adornos navideños, sumando color y tradición al evento.

Ubicado a 32 kilómetros aproximadamente de Valparaíso, el Santuario Purísima de Lo Vásquez es conocido por ser el epicentro de la peregrinación mariana más grande de Chile, y este año superó todas las expectativas.

De acuerdo a las cifras entregadas por el Delegado Presidencial Regional, Yanino Riquelme, el número de fieles alcanzó un histórico millón y medio de personas. En general, el balance de la jornada fue positivo, ya que, pese a la masiva asistencia, no se registraron hechos de mayor connotación o gravedad.

Seis detenidos

Sin embargo, durante la masiva peregrinación a Lo Vásquez se realizaron más de 500 controles vehiculares y de identidad. Como resultado, se detuvo a seis personas por causas como órdenes de arresto vigentes y resistencia a la autoridad. Además, se intensificó la fiscalización de transportes ilegales, lo que derivó en 78 infracciones vehiculares y municipales.

Estas medidas buscaron garantizar el orden y la seguridad en una de las jornadas religiosas más concurridas del año, aseguró la Jefa de Zona de Carabineros de Valparaíso, General Patricia Vásquez.

Juventud en Lo Vásquez

Durante años, se pensó que las nuevas generaciones mostraban un desinterés creciente por las tradiciones eclesiásticas. Sin embargo, los eventos de la última jornada evidenciaron lo contrario: un renovado acercamiento de la juventud a la vida religiosa.

"La juventud está regresando nuevamente a esta peregrinación; está aprovechando la religiosidad popular para volver a reencontrarse con el Señor a través de nuestra madre María", afirmó Monseñor Jorge Vega, Obispo de la Diócesis de Valparaíso, destacando el impacto de la fe en los jóvenes.

Entre los miles de fieles que participaron en la peregrinación a Lo Vásquez, destacó un grupo de entusiastas amigos que decidieron realizar el recorrido en bicicleta.

Gonzalo Hurtado, Pedro de la Barra, Joaquín Arnaiz y Juan José Rodríguez, unidos desde el colegio, explicaron las razones que los motivan a mantener esta tradición.

"Creo que venir es una suma de factores. Es parte de la tradición, pero también es muy importante aprovechar de visitar a la Virgen, especialmente en esta época de exámenes, porque es una gran ayuda", comentó Gonzalo.Por su parte, Joaquín señaló: "Se juntan varios factores. La verdad es que uno viene a pedir mucho. A veces, la peregrinación tiene un propósito especial, como pedir un favor, pero también se forma un buen grupo, y el viaje es positivo desde el punto de vista deportivo".

Aunque no recuerdan con exactitud cuándo comenzó esta tradición entre ellos, aseguran que se ha mantenido viva a lo largo de los años, consolidándose como un espacio para la fe, la amistad y el esfuerzo compartido.