Francisca Palma Schiller

La vida de la emprendedora porteña Paulina García, dueña del Hostal Colores, cambió para siempre el pasado 12 de diciembre del 2023, cuando un grave accidente vino a pausar su rutina diaria.

Es que lamentablemente, como se ha vuelto habitual en la Ciudad Puerto, el transporte público se ha convertido, en ocasiones, en un riesgo para quienes lo utilizan dada la imprudencia de algunos conductores, quienes, a exceso de velocidad y bajo el nulo respeto por las leyes del tránsito, provocan emergencias. Ese fue su caso, según denunció.

"Esto fue en diciembre del año pasado. Yo me subí a la 607, que es una micro que utilizo siempre; me bajé en la avenida Alemania y al bajarme, me caí… perdí el conocimiento y me caí con todo mi cuerpo arriba de la rodilla derecha, esto en el contexto de que cuando abrí los ojos, estaba sola. Me caí en la calle, como un saco de papa", relata Paulina, quien revela que no recuerda qué sucedió con precisión.

"Recuerdo que el chofer se bajó de la micro y me preguntó si me encontraba bien, en el suelo. Me levantó, me dejó en la vereda y se fue y eso es lo grave", agregó la también integrante de la Cámara de Comercio y Turismo de Valparaíso y de la Asociación Gremial de Hostales "AVALPO".

A pabellón

Fue tal el impacto de la caída, que los hechos la llevaron a ingresar a pabellón.

"Fui al hospital, me conseguí un traumatólogo de urgencia, me hicieron una resonancia magnética y el doctor, especialista en rodillas, me dijo que me había roto la rodilla producto de la caída: me rompí el menisco y los ligamentos. Así, me dijo que la única opción era una operación, por lo que la situación fue muy grave", explicó la porteña.

"Me tuve que operar por mis medios, por lo tanto, esto me perjudicó económicamente, física y psicológicamente, hasta el día de hoy. Me cambió mi rutina totalmente, tengo una hija de 12 años y en pleno verano me tuve que operar, entonces tuve que dejar de trabajar un montón de meses y con dolor, además", añadió aún afectada.

Dada la gravedad, Paulina no lo pensó dos veces e interpuso una demanda por indemnización de perjuicios.

"Me conseguí un abogado y el día lunes tuvimos una instancia de mediación, pero ellos no ofrecieron nada, muy indolente. Tras esto, vamos a juicio, esto contra la empresa Gran Valparaíso, que es la responsable de la línea 607. Estamos a la espera", declaró.

12 de diciembre del año 20233 ocurrieron lso hechos en el sector de la avenid Alemania, en Valparaíso.

Respondiendo a la denuncia, desde la empresa Gran Valparaíso señalaron que "el hecho habría ocurrido el día 12 de diciembre de 2023" y "la denunciante recién hizo su denuncia el 10 de enero de 2024, sin identificar bus, ni conductor, señalando haber sufrido lesiones leves". En ese contexto, "el Juzgado nos solicita antecedentes del bus y conductor que podría haber participado; se entrega dicha información apegándose a los datos entregados por la afectada en relación a día y hora, sin embargo, la denunciante no reconoce al chofer". Posteriormente, añaden, "con mejores datos que nos entrega el Juzgado", se logra individualizar al conductor, "el cual relata una versión distinta a como ocurrieron los hechos". Considerando dichos antecedentes, precisaron , "el juez de policía local se declara incompetente y remite los antecedentes a la Fiscalía, en donde se encuentra en investigación", por lo tanto, "estamos a la espera de lo que la justicia determine".

Entendiendo que la prioridad familiar es estar con S.H.M., la mujer de 82 años que este lunes resultó con el 30% de su cuerpo quemado tras la explosión y posterior incendio de su casa en Nueva Aurora, ayer uno de sus nietos accedió a hablar con La Estrella. "Mi abuela sigue con el 30% de su cuerpo quemado, está estable dentro de su gravedad y solo esperamos que se mejore pronto; lo único que quiero es verla y que despierte, porque está con respiración artificial por las quemaduras internas. Como familia estamos demasiado afectados emocionalmente, pero lo bueno es que está en una institución que se especializa en pacientes quemados -en la Región Metropolitana-", relató Cristóbal.

De momento, reveló, "la única ayuda que hemos recibido es de parte de mis vecinos. Salió en las noticias que Dideco -de la municipalidad- vino ayudar, puso personal para limpiar el terreno, pero es mentira: mis vecinos son los que ayudaron a limpiar el terreno, los escombros".

En ese contexto, dada las dificultades económicas que atraviesa también la familia, "esperamos que la municipalidad nos ayude con una mediagua o una de las casas de los damnificados del megaincendio para poder tener un lugar donde poder vivir, para que ella pueda tener un lugar donde volver en el caso de que salga de recuperación".