Vecinos de Reñaca Alto dicen estar abandonados a su suerte
Apelan a mayor dotación policial e infraestructura para evitar hechos delictuales que aquí han cobrado vidas este año. "Nuestra salud mental está en el piso. Nadie responde", dicen dirigentes y habitantes de este vasto sector viñamarino.
Guillermo Ávila Nieves - La Estrella de Valparaíso
En el calendario 2024, el tercer mes del año se tiñó de rojo en Reñaca Alto: domingo 3 de marzo. Un hombre es asesinado a puñaladas mientras se encontraba afuera de su vivienda en calle Salar de Atacama. Días después, en el pasaje Proyectada, vecinos reportan disparos… aparece un cuerpo sin vida, aparentemente ejecutado, tras heridas a bala en las extremidades y cráneo.
Ese mismo mes, casi al entrar abril, del municipio de la Ciudad Jardín, una buena nueva para Reñaca Alto: equipadas con cinco velocidades, sirenas y balizas, seis motocicletas -todoterreno- eran incorporadas para reforzar el trabajo de patrullaje preventivo a través de la Dirección de Seguridad Pública.
Robos a toda hora
Estamos en avenida Las Maravillas. Katherine Cerna es presidenta de la Junta de Vecinos Bosques de Santa Julia. "Soy colona desde 1999 cuando empezaron las casas. Hoy estamos abandonados. Antes veíamos por televisión el tema de la inseguridad".
Cuenta alarmada que hace menos de un mes, apuñalaron a un vecino en Bosques de Manantial. "También hemos tenido robos de casas y autos. Esto aquí es muy preocupante".
Katherine apela al recuerdo. "Antes había locomoción 24 horas, niños jugando, era más familiar. Teníamos ese tejido social -que aún queda- pero ahora es distinto: la noche acá es boca de lobo. De día, a las 9AM tenemos reportes de asaltos. No podemos echarle la culpa a la Tenencia de Reñaca Alto, pero falta personal". Y acota: "Hemos postulado a todos los fondos: cámaras, sirenas, silbatos… ¡pero nos pillan siempre desprevenidos!".
Irene Tihuel, representa al Comité Mejoramiento de Villa Rukan. Narra que vivían tranquilos hasta hace seis años. Su preocupación: ataques a adultos mayores y asentamientos irregulares que los rodean. "Perjudican a personas mayores: les piden cosas y asaltan. Tenemos robos permanentes. Nadie responde. Estamos cansados. Autoridades hacen poco: anotan y se van".
Mesas de trabajo cojas
Fernando Inostroza, asesor de aquel comité en la parte logística, cree que la situación se escapó de las manos. "Han venido autoridades, con comités de trabajo y mesas de seguridad que parecen cojas: toman apuntes, hacen gestiones, pero son muy pocos los avances". Y añade: "Aquí se teme salir. Asaltaron a mi vecino que sacó a pasear al perro".
Si bien reconoce que se han ganado proyectos del fondo regional y municipio, en alarmas comunitarias y cámaras de seguridad, les parece insuficiente. Demandan luminarias, "son focos que tienen 25 años. Acá es muy oscuro".
De allí que la noche sea del terror. "Venden drogas. Se ven vehículos modificados que no son de la villa. Lanzan fuegos artificiales cuando llega la mercadería", lamenta.
La situación les obligó a implementar un sistema de alarmas con un alcance de casi 400 metros, sostiene Inostroza. "Si bien está la Comisaría en Reñaca Alto, falta dotación policial y policías motorizados. Tenemos muertos y muchos robos con arma blanca".
Marco Castillo, presidente de la Agrupación de Juntas de Vecinos de Reñaca Alto, tal como Inostroza, concuerda en que han tenido numerosas mesas de trabajo: "Con la delegación regional, municipio y carabineros, pero no se llega al fondo que es tener seguridad".
Dice que por mucha inversión que haga la municipalidad, "en patrullajes o cámaras de televigilancia, no llegamos a lo que queremos: ver más a carabineros en la calle. Una patrulla constante", plantea.
Castillo agrega que si bien, "el Gobierno Regional ha entregado vehículos a Carabineros, en Reñaca Alto tenemos tres motos nuevas: no hay personal que las maneje".
Iván Mardones, presidente de la Asociación de Condominios Sociales de Viña del Mar, señala que la seguridad es el muro que todo ciudadano busca para no ser dañado. "Acá está en agonía". Comenta que su asociación presentó un proyecto a la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) para la renovación de luminarias en condominios sociales. Advierte: "No hemos tenido respuesta. Proyecto pasa por la disponibilidad del municipio y fuimos tramitados. No se puede estar siempre sujetos a postulaciones a concurso".
Katherine Cerna reflexiona: "Está muy complicado nuestro polígono en Reñaca Alto. Estamos muy unidos con dirigentes, comités, edificios, empresas, pero nos vemos sobrepasados. Nuestra salud mental está en el piso", cierra.