La historia de una familia que sobrevivió a las llamas y ahora espera nueva casa
Juan Manterola cuenta que su esposa estuvo muy grave y aún le quedan meses de terapia. Recibió el subsidio para reconstruir su vivienda.
Guillermo Ávila - La Estrella de Valparaíso
El día del megaincendio, en el paradero 10 de Achupallas, Marcela Vergara se encontraba en casa con su "hija perruna" Sandy. En minutos, el fuego arrasó con todo: las puertas se apretaron y el portón se soldó por el calor. "Mi esposa no podía salir. Trató de escapar, no podía…", recuerda Juan Manterola Daza, de 47 años, quien acota que, con valor, su pareja logró escapar a llamas hasta llegar a la urgencia del Sapu en Concón.
"Ahí nos dan la gravedad de Marcela: quemaduras graves en el cuerpo y vías respiratorias. La entubaron, quedó en coma inducido y luego, traslado al hospital de Quillota", narra Juan. "Podía irse de este mundo en cualquier momento", recuerda.
Tras dos días, la derivaron a una clínica en Santiago. "Junto a mis hijos Eduardo y Sergio viajamos. Durante 15 días eternos, Marcela en riesgo vital y en coma, seguía luchando por su vida. Trataban de sacar el tubo y ella no respondía", acota Juan. Fueron nueve las cirugías para al fin lograr estabilizarla...
Recuperación y fe
"Al ella despertar, nos miramos: fue algo que no se puede explicar": para Juan, tras dos meses de hospitalización, "Marcela luchó y puso las fuerzas para salir adelante". A finales de marzo, recibió el alta médica para el proceso de recuperación en consultorio y en el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar.
Si bien a Marcela le espera fisiatra, terapia ocupacional, kinesiología, psicóloga, medicina complementaria y más, por uno o quizás dos años de tratamientos, para su marido el hoy resulta alentador.
"Nos conocimos a los 15 años de la época del liceo y casamos en 1997. Tenemos dos hijos maravillosos", afirma Juan Manterola.
Subsidio a la vista
Una vida que han compartido en Achupallas, en la calle Carlos Pezoa Véliz, pero que ahora vislumbra "con mucha ilusión con el cambio de casa", dice.
Juan avala: "Una arquitecta del municipio me entregó contacto de la dupla de Serviu. Recibí la información para la solicitud de subsidio. Me contacté con el arquitecto Marco Gárate, con experiencia en la reconstrucción del incendio de Valparaíso. Ahí comenzamos a recopilar toda la documentación del subsidio".
Ahora, Juan y su familia cuentan con el cartón de subsidio y con el permiso de obras de Dirección de Obras Municipales (DOM). "Está a la espera que el arquitecto ingrese su proyecto a Serviu para revisión y luego, iniciar la construcción", comenta la cientista política María Alejandra Ponce, territorialista de Serviu en sector Los Almendros, acota que si bien el subsidio tiene un tope de 1.200 UF, Juan cuenta con 40% para mano de obra y un 60% materiales.
A principios de octubre, Carlos Montes, ministro de Vivienda y Urbanismo, entregó 56 subsidios para familias afectadas por el megaincendio, ayuda que se sumó a otros 285 ya entregados, en un proceso de reconstrucción que damnificados han calificado de lento, incluso con protestas y marchas al Congreso y Santiago. "Esperar que quienes tienen que liberar subsidio, hagan su pega. Aún el proceso de reconstrucción no comienza", alerta Juan Manterola, mientras menciona que, en su caso, han recibido tres de seis pagos en Bonos de Acogida. "La mayoría de damnificados están en la misma situación".