Parecía que Wanderers revivía, pero Curicó lo sepultó en solo un minuto
El equipo que ahora es dirigido por Héctor Robles desperdició una ventaja de dos goles que los metía en liguilla. Ni Marcelo Cañete ni Danilo Ortiz fueron citados, mientras que el club informó que Carlos Muñoz no jugó por una lesión.
Un claro de sol estaba por asomarse luego de los tormentosos últimos días en Santiago Wanderers, pero la realidad futbolística del equipo dijo otra cosa. El Decano desaprovechó una ventaja de dos tantos y terminó igualando 2-2 ante Curicó Unido en el estadio La Granja, desperdiciando de esta forma una nueva oportunidad de meterse en los puestos de liguilla cuando solo restan dos jornadas para que culmine el Campeonato de Ascenso.
Con Héctor Robles sentado en la banca tras asumir el interinato luego del sorpresivo despido de Jaime García, los verdes entraron a la cancha con varias modificaciones en su oncena. No estuvo Carlos Muñoz, quien según el parte médico emanado desde el club tiene una lesión en su muslo izquierdo, y tampoco aparecieron en la citación Marcelo Cañete ni Danilo Ortiz, los que seguramente no volverán a vestir la tricota porteña.
Y si bien escuadra porteña lo pasó mal durante la primera media hora de partido, los errores de los dueños de casa abrieron la esperanza para los de Valparaíso. El primer tanto verde fue obra de Juan Ignacio Duma, quien aprovechó un dubitativo despeje del meta albirrojo Thomas Vergara, tras un centro de Jaoquín Silva, para conectar de cabeza y poner arriba al Decano.
El tanto descolocó al equipo dirigido por Héctor Almandoz, quienes antes habían intentado sin suerte sobre el arco de Fernando Hurtado. A los 39', tras un enredo entre Jorge Paul Gatica y Víctor Espinoza, Cristián Bustamante estrelló el balón en el travesaño.
En esos momentos de la brega la suerte parecía estar del lado caturro, más aún cuando Wanderers lograría estirar la ventaja. Gatica se sacó a su marcador con un buen enganche y definió con comba en la entrada del área para darle tranquilidad, al menos en aquellos parajes, al "Choro" Robles a los 43'.
Golpetazo
A sabiendas que una derrota los dejaba relegados a la última posición de la tabla de colocaciones, los jugadores de Curicó Unido entraron con un ímpetu completamente distinto en el segundo lapso, lo que terminó siendo un verdadero cachetazo para un Wanderers que, sin importar quién esté sentado en la banca, sigue demostrando que es un elenco absolutamente incapaz de resolver problemas en la cancha.
Víctor Espinoza mandó al palo un centro de Sebastián Parada en los 53' y la esférica le quedó servida a Bustamante para poner el descuento. Los más de 2 mil espectadores curicanos de inmediato aleonaron a sus futbolistas, lo que se tradujo en un minuto fatal para el Decano.
Y es que menos de 60 segundos después del 2-1, los albirrojos volverían a celebrar. Esta vez fue Felipe Ortiz, quien tras enganchar en el área porteña desenvainó un curvo disparo que los volvió a meter dentro del partido.
La victoria pudo ser para cualquiera, ya que ambos conjuntos tuvieron chances claras para quedarse con los tres puntos. En los 82', Fernando Hurtado sacó un balón con su pie desde la línea, y a los 83' Diego Arias reventó el travesaño curicano con un remate de distancia.
Pero quedaba más: Jhon Valladares definió de horrible manera cuando podía materializar un veloz contragolpe a los 88', y en el quinto de los siete minutos de descuento que dio el juez Matías Quila, otra vez Hurtado se vistió de héroe con un manotazo cuando Parada se aprestaba a celebrar.
Valor a los jugadores
Una vez culminado el compromiso, Héctor Robles valoró la actitud mostrada por sus futbolistas, indicando que "hubo una respuesta muy positiva y muy importante de los jugadores. Fue un tremendo partido, donde se compartía el dominio del juego. En el segundo tiempo el equipo entró dormido y Curicó nos pudo igualar, después modificamos con jugadores más frescos y el equipo respondió y emparejó".
2 partidos le quedan al Decano en el torneo: Deben visitar a Deportes Antofagasta y luego recibir a la U. de Conce.