Población Riesco celebra: siguen con cancha, sede y el espacio comunitario
Terreno en Viña del Mar pretendía ser adquirido por una inmobiliaria. Municipio de la Ciudad Jardín inscribió el lote para respiro de los vecinos.
Guillermo Ävila Nieves - La Estrella de Valparaíso
"En esta cancha jugaba fútbol con los que llamábamos Viejos Tercios. ¡Lo que aquí ocurre hoy es de justicia! Eso desde que se entregó a la población estos terrenos hace 80 años destinados para el servicio público. Algo que se quiso desconocer", dice a La Estrella, Jaime Riquelme Acevedo, secretario de la Corporación de Propietarios Club Deportivo y Cultural Población Riesco, quien a sus casi 80 años de edad, se siente emocionado como yerno de refinero y con más de cinco décadas de vivir en la Población Riesco en el sector oriente de Viña del Mar.
Se trata de un epicentro urbano para la Ciudad Jardín cuyo terreno estaba en la mira de una inmobiliaria con el fin de ser adquirido, y con ello, la alarma para residentes: perder sede, la querida multicancha y espacio comunitario. Algo que tras varias gestiones, finalmente aquel lote 220 (en litigio) fue inscrito por el municipio local.
De "pesadilla" a fiesta
"La Población Riesco se creó en 1969 con vocación de los obreros de la CRAV, apoyados por la industria para construir un barrio". "Recuperar este espacio que hoy es propiedad del municipio. Tendremos un régimen de administración en conjunto con vecinos ", dijo en terreno la alcaldesa viñamarina, Macarena Ripamonti.
Uno de ellos es Fabiola Moreno, presidenta de la Corporación de Copropietarios del Club Deportivo y Cultural Población Riesco quien expresa dicha que haya terminado lo que califica de "pesadilla al ser extorsionados por un fondo buitre". Y explica: "Un grupo de inversionistas que sin escrúpulo alguno, compraron los derechos de la extinta Crav, que fue la empresa que loteó y construyó la población para sus obreros. Y para poder chantajearnos, que pagásemos 600 millones por nuestra propia cancha".
Al rebobinar en el tiempo, el terreno no fue inscrito como se debía cuando fue recibido en 1969 por parte de la producción habitacional que realizó la empresa Compañía Refinadora de Azúcar de Viña del Mar Crav a mediados del siglo XX. Razón por la que enfrentaban una orden de remate y de desalojo inminente por parte de una inmobiliaria.
Fabiola recuerda que ante la falta de una personalidad jurídica, no pudieron inscribir la cancha en el Conservador como propiedad. "Así recurrimos a la municipalidad para que inscribiera la cancha como municipal, entendido que es un "equipamiento comunitario", pero con la expectativa que sea temporal, y luego sea traspasado a legítimos propietarios que somos los vecinos".
A su vez, el diputado (RN) Andrés Celis, quien hace unas semanas los acompañó en manifestaciones, dijo: "Este resultado es fruto de su tenaz resistencia. Ahora, la atención se centra en la municipalidad, que debe formalizar el comodato comprometido para asegurar que estos espacios sigan siendo de la comunidad". Y agregó: "Es crucial que la alcaldía actúe con rapidez para consolidar esta protección y evitar futuros conflictos por intereses inmobiliarios, y que ese comodato tenga la mayor duración legal posible, para que vecinos puedan postular a fondos de inversión y mejoramiento del equipamiento comunitario".