Adopta, no compres
En relación con la reciente tendencia de parejas que recurren a la gestación subrogada para formar una familia, la práctica de alquilar vientres de mujeres perpetúa una industria que comercializa el cuerpo femenino, reduciendo a las mujeres a meros vehículos de reproducción. Esto fortalece estructuras de poder y explotación que contradicen los principios de igualdad y respeto que valoramos y promovemos. Hay miles de niños en el sistema de adopción que anhelan un hogar lleno de amor y seguridad. Como comunidad LGBTTTIAQ+, podríamos liderar con el ejemplo, mostrando que la verdadera esencia de la paternidad y maternidad reside en el amor y el cuidado, no en la genética.
Marcial Parraguez
activista