Músicos en el metro: un calvario para los pasajeros con TEA
Parlantes a todo volumen y exceso de ruido en un espacio cerrado afecta de sobremanera a las personas con autismo. Neuróloga explica cómo les afecta este factor. Efe afirma que esta práctica no está permitida, pero muchas veces los usuarios se oponen la fiscalización. Se implementar asistentes de trayecto para ayudar al control en los vagones.
Fabián Cerna Mendoza - La Estrella de Valparaíso
Diversas reacciones ha generado la carta escrita por el padre de un niño con trastorno del espectro autista (TEA), publicada por el diario El Mercurio, donde narra lo complejo que es viajar en el Metro de Santiago debido a la presencia de músicos que suben a los vagones. Denuncia ruidos estridentes, parlantes a todo volumen y falta de empatía por parte de los intérpretes hacia los pasajeros, especialmente aquellos que más padecen más con el ruido excesivo, como son quienes tienen TEA.
En su misiva, el padre relata que debió bajarse tres veces del metro para poder continuar el viaje, ante la continua presencia de música estridente. "Viajar con mi hijo en Metro se ha hecho insostenible", relata.
La situación descrita en el metro capitalino se repite a diario en el metro de Valparaíso, donde en un trayecto de Limache a Puerto fácilmente pueden subirse tres o cuatro intérpretes, algunos de ellos con parlantes.
Daño físico y mental
Una de las principales características del trastorno del espectro autista es su procesamiento sensorial distinto, ya que muchos de quienes comparten esta condición presentan una hipersensibilidad antes los sonidos fuertes. Pero no se refiere solamente a un ruido molesto, pues perciben el sonido ya no como una sensación incómoda sino que dolorosa, lo que puede generar desregulaciones o situaciones conductuales para tratar de huir de ese estímulo.
La doctora Valeria Rojas Osorio, neuróloga infantil y docente de la facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, explica que la exposición repetitiva a los ruidos generados, por ejemplo, por los artistas en los vagones del metro generan un estrés significativo y provocan un daño a nivel de la salud mental y físico.
"El estrés acumulativo es dañino para la salud, puede generar depresión, ansiedad, entre otros. Por lo tanto, entre todos tenemos que tratar de evitar situaciones que estresan a las personas dentro del espectro autista, porque ya ellos viven en un ambiente, y agregar un factor extra de estrés tenemos que evitarlo como sociedad. Las personas autistas tienen más altos índices de ansiedad y estrés crónico".
Por ello, la especialista sostiene que se debe crear una cultura de respeto a la diversidad neurológica, dentro de la cual está el espectro autista.
"Siempre tenemos que pensar que más de alguna de las personas que van en el bus o en el metro pueden ser autistas, y tenemos que pensar si los ruidos les serán incómodos. Ponernos en su lugar y pensar cómo nos sentiríamos nosotros si ese ruido nos generara una sensación de dolor intenso", indica.
No es un escenario
La presidenta de la Federación Nacional de Autismo (FENAUT), Chantal Garay, comentó a La Estrella que, como agrupación, están de acuerdo en la idea de desalojar a los músicos de los vagones de todo el país, ya que no se trata solo de una sobrecarga auditiva, sino del gran espacio que los artistas ocupan al momento de subir al metro.
Garay señala que ya no se habla solamente de músicos, como los que se suben a las micros a cantar únicamente con una guitarra; el problema es que se suben demasiados instrumentos e implementos en un vagón.
"Hay que cruzar cables, ellos andan con amplificadores, con parlantes. Hasta hemos visto pianos con atriles dentro de un vagón en horario punta, donde todas las personas se van apretando entre ellas, a lo cual las personas autistas debemos sortear el tema de la percepción, el tema táctil. El metro es un medio de transporte, no un escenario musical".
Asistentes de trayecto
Según señalaron desde Efe Valparaíso, en las próximas semanas se pondrá en marcha un plan piloto con asistentes de trayecto cuya función se relaciona con la convivencia al interior de los trenes y aumentar el control a bordo, el cual irá acompañado de un aumento del personal de seguridad en las estaciones de metro.
Desde la empresa son claros en señalar que las intervenciones musicales al interior de los trenes no están permitidas. Sin embargo, indican que una de las principales dificultades para desalojar de los trenes a quienes realizan intervenciones musicales es el respaldo que les otorgan algunos de los pasajeros, en algunos casos, limitando en ocasiones el accionar del personal de la empresa.
"Es importante reforzar a los usuarios que no fomenten estas actividades porque, no solo provocan incomodidad, sino que pueden generar complicaciones importantes a las personas con hipersensibilidad auditiva, además de los riesgos de tropiezo por la presencia de instrumentos, junto a problemas de convivencia y seguridad", señalaron desde la empresa.