Regresa el debate sobre la erradicación de los eucaliptos
Luego del megaincendio de Valparaíso en 2014, se propuso la eliminación de esta especie foránea, que ocupaba casi la mitad del área siniestrada en esa fecha. En la actual emergencia, en Viña correspondió a un 26% de la zona afectada. Académico Luis Álvarez explica cómo este árbol incide en los incendios y llama a fortalecer planes de manejo.
Tras el megaincendio que afectó a Valparaíso en el año 2014, que afectó a cerca de 3.000 viviendas luego de que un voraz siniestro forestal iniciado en la parte alta de la ciudad alcanzara zonas urbanas en barrio cerros, una serie de recomendaciones se pusieron sobre la mesa para evitar futuras catástrofes, siendo una de las más relevantes la idea de eliminar los eucaliptos de la Ciudad Puerto, sobre todo en las quebradas.
Tal como explicaba hace una década el senador Ricardo Lagos Weber, principal propulsor de una moción que buscaba cortar los eucaliptos ubicados en zonas y prohibir la plantación de nuevos ejemplares, un 45% de los terrenos afectados por el siniestro de 2014 correspondió a sectores con plantaciones de esta especie foránea, la que aportó con la mayor masa combustible para el incendio.
Su carácter altamente combustible, sumado a su localización en la parte alta de la ciudad y los vientos ascendentes por las quebradas, aumentó la oxigenación del fuego, tornándose así incontrolable.
La idea fue aplaudida en dicha ocasión, sin embargo, poco y nada se ha avanzado en términos concretos. Así lo explicó Luis Álvarez, académico del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y quien ha estudiado de cerca los megaincendios en la región, incluido el más reciente en Viña del Mar y Quilpué.
"La propuesta planteaba disminuir o eliminar la cobertura de Eucaliptus Globulus con el propósito de reducir el volumen de masa combustible que transforma a los incendios en Valparaíso en 'eruptivos'", explica el profesional, quien señala que esta especie en particular "es altamente consumidora de agua y cuando la humedad del subsuelo se reduce, la humedad relativa en una situación de emergencia colabora decididamente en la proyección del fuego".
"fuego menos severo"
En cuanto a los avances legales, Álvarez reconoce que poco y nada existe respecto a una normativa que aborde esta problemática; sin embargo, sí reconoce los esfuerzos que se han levantado desde la Conaf, organismo que busca erradicar especies alóctonas (que no son originarias del lugar en que se encuentran) e introducir nativas.
"Hay que reconocer que Conaf comenzó, en la reserva del Lago Peñuelas, una erradicación en algunos sectores. También señalar que, del área consumida en el 2014, el 47% era de eucaliptos, y hoy en el de Viña del Mar es un 26%, pero sigue siendo significativo", detalla el académico de la PUCV, quien junto a otros profesionales realizó un estudio sobre el impacto del megaincendio del 2 de febrero pasado, a partir de imágenes proporcionadas por satélites y agencias espaciales.
"Si se mira las imágenes satelitales publicadas por este diario el día martes, la carta de severidad muestra que en aquellos sectores donde esta especie está ausente, el fuego fue menos severo y, agregado el lago Peñuelas como cortafuego, podemos deducir que el incendio podría haber tenido una mayor envergadura y más severo, por tanto, la acción de Conaf hay que valorarla y estudiarla como alternativa".
Privados
Pero ¿qué sucede si estas especies arbóreas se encuentran en sitios privados? Por ejemplo, recientemente el municipio de Viña del Mar informaba que de "los 473 predios que debían ser intervenidos (para labores de prevención de incendios), solo 38 son de propiedad municipal", cuestión que dificulta los cuidados.
Álvarez indica que la acción, pese a todo, "es de fácil ejecución". "Los predios privados que mantienen plantaciones están obligados a desarrollar planes de manejo y en esos instrumentos se puede solicitar esa condición. Además, si se incorpora la restauración ambiental con especies nativas, se puede subsidiar y favorecer al privado por el interés público de controlar esta especie", acota.
Planes de manejo
A falta de herramientas legales, el docente asegura que la clave está en los planes de manejo, ya que "es el instrumento posible de utilizar para estos efectos y, si es necesario, darles mayor rigurosidad para implementarlos y fiscalizarlos, también sería útil".
A esta medida hay que agregar necesariamente la educación, ya que "por cultura entendemos que cualquier árbol es valioso, pero hay diferencias, y el eucalipto es un problema por las consideraciones que ya hemos planteado".
"Toda especie introducida o alóctona es un problema, ya que todas necesitan un control o regulación y, en general, tienden a proliferar más rápido y limitan o reducen la capacidad de las especies nativas a desarrollarse", agrega.
3 mil árboles de especies nativas se han plantado en Villa Alemana tras cortar "eucaliptos añosos y dañados".