Francisca Palma Schiller

Si hay algo que realmente necesitan por estos días los damnificados del incendio es contención emocional. Una palabra de aliento, un abrazo caluroso y palabras esperanzadoras se vuelven incluso más relevantes que cualquier otro tipo de ayuda.

Así lo reconocen los miembros del Club Deportivo El Litre, vecinos que fueron afectados por el megaincendio de Valparaíso del año 2014 y que hoy quisieron devolver la mano a sus vecinos viñamarinos.

Desde la mirada empática de haber vivido algo similar, se han estado trasladando hasta el Servicio Médico Legal de Valparaíso para ser el sostén de aquellos que llegan hasta el organismo para enfrentar la arista más dura de esta tragedia: reconocer a sus familiares fallecidos y retirar sus cuerpos.

"En el frontis del Servicio Médico Legal de Valparaíso se ha instalado un stand solidario, resultado de la organización y colaboración entre la voluntaria María Paz Guerra y el Club Deportivo El Litre, quienes se encuentran repartiendo diariamente agua, café, galletas y almuerzos", valoraron a través de las redes sociales de la propia institución.

Y reflexionaron: "Esta noble acción es un ejemplo inspirador de solidaridad y compasión en medio de esta lamentable catástrofe, demostrando que juntas y juntos somos capaces de sobreponernos a cualquier adversidad".

Una palabra de aliento

Roxana Carreño, presidenta del club, nos detalla cómo se ha levantado esta idea desinteresada que han ejecutado "desde el corazón".

"Lo que hemos estado haciendo desde el martes es servir un café, una galleta, un chocolatito, alguna cosita, a todos las personas que han venido hasta el Servicio Médico Legal a reconocer y a buscar a sus familiares. Aparte de eso, estamos como de asistentes sociales, nos sentamos con ellos, les conversamos, los distraemos… Se van con un abrazo grande, porque hemos estado dando un apoyo súper fundamental hacia las personas e incluso hasta el mismo personal", nos revela Roxana, quien asegura que los damnificados "llegan y salen desolados".

Con el apoyo de seis personas, más el de María Paz Guerra, el club ha logrado consolidar esta aplaudida tarea que nace desde la propia experiencia: saber lo que es perderlo todo.

"Nosotros perdimos la casa donde vivía mi abuela y donde nosotros nos criamos, todo eso se quemó para el incendio del 2014. La gente de cerro El Litre sufrió mucho, todos se fueron al plan y pensaban que todo se había quemado", nos confiesa la voluntaria, quien asegura que si a Valparaíso "le tocó en el 2014", hoy es hora de "devolver la mano".

La dirigente estima que el stand continuará hasta el próximo día martes.

Más de 3.000 clientes permanecen aún sin suministro eléctrico, producto del megaincendio que arrasó con tendidos y postes. Desde la empresa Chilquinta reportaron que, considerando que "nuestras cuadrillas continúan trabajando en turnos rotativos, con el propósito de continuar con el catastro en terreno y la reconstrucción de la infraestructura dañada", actualmente hay un total de "3.271 clientes sin suministro eléctrico, de los cuales, 2.684 corresponden a Viña del Mar y 587 a Quilpué".

Asimismo, "entendiendo la difícil situación por la que atraviesan los miles de usuarios de nuestra zona de concesión", añadieron que "hemos congelado las cuentas de los clientes afectados por esta catástrofe, lo que considera que no habrá cobros de interés ni cargos fijos en las cuentas".

En esa misma línea, cabe señalar que, con el objetivo de conocer el estado de avance de la reposición del suministro eléctrico de las zonas afectadas, el ministro de Energía, Diego Pardow; la superintendenta de Electricidad y Combustibles, Marta Cabeza; y representantes de Chilquinta, visitaron este viernes el sector de Villa Independencia, en Viña del Mar, para supervisar el avance de las labores de reposición.

Denuncia

A través de redes sociales circuló ayer una denuncia donde una usuaria reveló que la vivienda de un vecino de El Olivar fue una de las pocas casas que se salvó tras el paso de las violentas llamas la semana pasada.

Producto de la emergencia, explica la mujer, el vecino quedó sin luz; sin embargo, al momento de solicitar la reposición del servicio por parte de Chilquinta, unos técnicos le habrían cobrado 80 mil pesos por la gestión, ya que el cable estaba quemado. "El vecino dijo que no podía pagar y se fueron", relató la usuaria vía X (ex Twitter).

Consultados por la situación, desde Chilquinta apuntan a una posible estafa. En ese contexto, hicieron un llamado a no caer en este tipo de situaciones. "Aclaramos que nuestros equipos de atención en terreno no realizan recaudación de dinero, efectivo, ni transferencias bancarias, por lo que, ante dudas, recomendamos a nuestros clientes comprobar la identidad de los trabajadores solicitando la credencial que portan y verificándola al 600 600 5000", declararon.