La artista Paola Podestá lleva el graffitti al museo
"La piel de la incomodidad" es una muestra de arte textil inspirada en el habitar Valparaíso, la cual se exhibe en el MAVI UC de Santiago hasta marzo.
Marcelo Macellari - La Estrella de Valparaíso
El "Post Graffitti" es un movimiento que lleva la expresión del mural desde la calle a las galerías y museos, del cual son parte las siete obras inéditas que conforman la muestra "La piel de la incomodidad", que la artista local Paola Podestá exhibe hasta el 10 de marzo en las salas 1 y 2 del Museo de Artes Visuales MAVI UC en Santiago. Se trata de murales textiles creados con la técnica del patchwork, que consiste en unir trozos de tela a partir de la costura, a través de los cuales la artista aborda el clamor social, inspirándose en el habitar de Valparaíso.
Paola Podestá explica que este proyecto "tiene por un lado una arista técnica, la cual tiene que ver con que siempre había querido hacer graffittis gigantes de tela y tridimensionarlos, y trabajar la pintura desde el material, es decir no pintar, sino que crear a partir de la tela y sus colores. Y, desde el contenido, me interesa hablar precisamente de los temas de los cuales no se habla en el arte y que tienen que ver con rescatar el clamor popular, el cual proviene de la ilegalidad de los graffittis, donde las personas pueden expresar lo que piensan, amparadas por lo efímero. Me interesó esa fuerza, siempre con la idea de desplazar lo efímero a algo temporal, con obras que entran al espacio oficial, como son los museos y las galerías".
Ciudad y cuerpo
La artista detalla que "durante toda mi carrera uno de los temas que me ha acompañado es el ornamento, entendido como los adornos de los edificios patrimoniales en el caso de Valparaíso, y también en el cuerpo, ya sea maquillaje, vestuario, peinados o tatuajes. La muestra hace una analogía entre la ciudad y el cuerpo, la arquitectura y sus fachadas travestidas desde el Street Art, paisaje, patrimonio, piel y su ornamentación. Y cómo el ornamento sale de los edificios, con el advenimiento de la arquitectura moderna, que condena el ornamento y tiende a ser más lisa y funcional. Todo ello acarrea una falta de identidad y hace que las casas y edificios sean unos iguales a otros. Sin embargo, el ser humano tiene una profunda necesidad de diferenciarse y mostrar su identidad a través de la estética, lo que está en la piel, que en el caso de los edificios serían las fachadas".
En "La piel de la incomodidad", las obras, al tiempo que saturan el espacio, transmiten incomodidad y provocan que la visualidad callejera se entrometa al interior del museo, tal cual lo hace el graffitti en la arquitectura y patrimonio de Valparaíso, para reflexionar sobre temas incómodos, tanto en Chile como en el mundo, que no suelen ser tópicos habituales del arte: la inmigración, la explotación de los recursos naturales que transforman el paisaje, la lucha feminista y las enfermedades mentales.
Podestá, quien utiliza una técnica tan femenina como el patchwork en estas intervenciones pictórico-escultóricas de gran formato, señala que "siento que todas las grandes revoluciones son muy femeninas y la conmemoración del 8M recuerda cuando las costureras que pidieron mejores condiciones salariales fueron encerradas en una fábrica a la cual se le prendió fuego. La técnica del patchwork es considerada femenina, pero hay antecedentes de que soldados, en tiempos de espera durante las guerras, también la utilizaban para calmar la ansiedad. El patchwork tiene por un lado un aspecto sustentable, al reutilizar los recursos, y también permite sociabilizar y juntarse con otros, que me interesa mucho".