Fuerte alza de allegados por incapacidad financiera en la región
Estudio de la Cámara Chilena de la Construcción reveló un aumento del 49% en comparación a la encuesta Casen del 2017. El impacto es mayor en sectores medios, con un alza de 194%, que no pueden acceder a créditos hipotecarios.
"El casado casa quiere" es una popular frase que, hasta hace algunos años, era tomada al pie de la letra por las familias chilenas, quienes realizaban sendos esfuerzos para tener su casa propia. No obstante, actualmente el mismo empeño muchas veces no alcanza, como consecuencia del complejo escenario financiero que enfrentan los grupos familiares y que ha alcanzado también a la clase media.
Así, no es extraño oír hablar de matrimonios de adultos mayores que en su mismo hogar reciben a sus hijos con sus parejas y estos, a su vez, a su propia descendencia.
De esta manera, casi sin darse cuenta, los descendientes de los propietarios originales se convierten en allegados de sus padres, en una misma vivienda que de a poco va llenándose de nuevos residentes.
El crecimiento de aquel fenómeno en la región justamente quedó en evidencia de manera cuantitativa en el estudio "Balance de la Vivienda 2023: Déficit habitacional en Chile y en la Región de Valparaíso", desarrollado por la Gerencia de Estudios y Políticas Públicas de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), presentado ayer.
El estudio fue elaborado con datos de la Encuesta Casen 2022 y, como principal hallazgo, está que en la región son 102.131 las familias que requieren una vivienda. En específico, de ellas, 12 mil de esas viviendas que se requieren corresponden a "allegados hacinados", 46 mil a "allegados por incapacidad financiera" y 44 mil a "viviendas irreparables".
El segundo de estos ítems es el que experimenta los cambios más notorios en relación a la Encuesta Casen 2017, ya que los allegados por incapacidad financiera tuvieron una fuerte alza del 49%.
Asimismo, llama especialmente la atención que, en cuanto a la clasificación socioeconómica, los sectores medios fueron los que experimentaron el crecimiento más alarmante, con un 194% más que en el 2017. Por su parte, los sectores vulnerables tuvieron un aumento del 24% en el mismo apartado de allegados por incapacidad financiera.
A la luz de estos resultados, el presidente de la CChC Valparaíso, Gabriel Benavente, señaló que "es una situación que debiera encender las alarmas: de 2017 a 2022 el número de hogares de clase media allegados por incapacidad financiera aumentó 165% a nivel nacional, lo que por supuesto tiene un correlato en nuestra región. Estos datos demuestran que el problema de la vivienda no se resuelve solo con subsidios, sino que se necesita una acción mucho más integral de parte del Estado".
Créditos caros
Presente en el lanzamiento de los resultados del estudio, el core Manuel Millones, presidente de la comisión de Ordenamiento Territorial del Consejo Regional, dijo que "entre las estadísticas un dato relevante es la situación de la clase media, dado que es en este grupo donde aumenta el déficit habitacional y también cómo se hace muy difícil a las personas jóvenes tener una solución habitacional. En particular esto se asocia a los elevadas tasas de interés de la banca (...)".
El consejero señaló además que otro dato preocupante es que hay un sobre stock de 101 mil viviendas, "y esto sucede por los elevados créditos hipotecarios, incluso muchas familias que firmaron promesas con constructoras tuvieron que renunciar a sus viviendas porque los bancos los dejaron sin ser sujetos a endeudamiento por el alza de los créditos y sus condiciones económicas no le permitían acceder al crédito. En razón de lo anterior, creo que lo más conveniente para reactivar la economía y dar respuesta a las familias de clase media es que los bancos lancen un hipotecazo para diciembre y el ejemplo debe darlo Banco Estado".
Factores
Ante esta evidente alza en el porcentaje de allegados por incapacidad financiera en los sectores medios de la región, el economista Rodrigo Valdés, académico de la Escuela de Negocios y Economía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), explicó que actualmente , para ciertos rangos socioeconómicos, el acceso a créditos es un punto importante a la hora de analizar este fenómeno.
"Hay una alza de tasas que es muy relevante, hay una UF alta y hay muchas restricciones por parte de los bancos para entregar financiamiento, pero independiente de la situación actual o no, el hecho de que no haya acceso a un crédito hipotecario afecta principalmente a un segmento medio alto de la población, en términos de ingreso", precisó.
En tanto, remarcó que el estrato socioeconómico más bajo, en términos de salario, no puede acceder bajo cualquier escenario a un crédito hipotecario. Para estos últimos, añadió, "las soluciones de ellos deben venir de parte del Estado (...) que actualmente por diferentes razones no ha podido ser implementado apropiadamente, traduciéndose esto en un incremento importante de campamentos y eso ha sido un tema crítico en nuestra región".
Por su parte, la académica y abogada urbanista Jeanette Bruna planteó que la dificultad del acceso a la vivienda es multicausal. En primer término, acotó, "nos enfrentamos a la demora en la concreción de los subsidios habitacionales que entrega el gobierno para personas que no pueden adquirir viviendas por la vía exclusivamente privada; a su vez las personas que no califican para subsidios se enfrentan a venta de inmuebles en valores cada vez más altos y aumento de tasas en créditos hipotecarios que se han vuelto más exigentes".
La jurista hizo alusión a las remuneraciones, las que no han aumentado en la misma proporción que el valor de las viviendas; al aumento del trabajo informal, lo que provoca que no se alcancen a cumplir los requisitos para acceder a un crédito; y a la falta de inversión, lo que ha tenido un fuerte impacto, por ejemplo, en Valparaíso.
Según el balance, la mayoría del déficit regional se concentra en tres comunas: Valparaíso, con 18.058 viviendas (53% vivienda irrecuperable y 35% por incapacidad financiera); Viña del Mar, con 17.226 viviendas (43% vivienda irrecuperable y 41% por incapacidad financiera); y Quilpué, con 9.431 viviendas (54% vivienda irrecuperable y 41% por incapacidad financiera).