Redacción - La Estrella de Valparaíso

Con la ayuda de dos plantas nativas, que se ha comprobado experimentalmente que absorben metales pesados, como es el caso de las especies Sarcocornia neei y Carpobrotus aequilaterus, se está llevando a cabo en las localidades de Quintero y Puchuncaví, un proyecto de fitorremediación de suelos contaminados.

La iniciativa denominada "Estructuración de una intervención comunitaria: Prototipo de Biorremediación de suelos en zonas contaminadas de Quintero-Puchuncaví", desarrollada desde junio de este año por un equipo multidisciplinario de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Playa Ancha cuenta con Fondos de Innovación para la Competitividad Regional adjudicados el año 2022 (FIC-R) por parte del Gobierno Regional, que ascienden a 140 millones de pesos, beneficiando directamente a 88 personas y a otras 352 de forma indirecta.

Hasta la fecha se ha desarrollado un plan de contenidos basado en talleres y actividades tendientes a socializar el proyecto con comunidades escolares y vecinales.

Una de las características del proyecto dirigido por la académica y directora del Laboratorio de Aprendizaje, Competencias y Democratización de Tecnologías en Comunidades y Suelos de la Facultad de Ingeniería (LAPTES FING), Ximena Espinoza Ortiz, es fortalecer las competencias de los habitantes de las comunidades afectadas de los sectores El Rungue, Los Maitenes, La Quebrada, La Greda, Horcón, La Chocota, Potrerillos y Ventanas de Puchuncaví; Ritoque, Loncura y Mantagua de Quintero, a través de un programa de educación que utiliza metodologías de aprendizaje basado en proyectos.

Acerca de la importancia de este proyecto para las comunas beneficiarias, el gobernador de la Región de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, recalcó "nos parecía muy pertinente trabajar con la Universidad de Playa Ancha en un proyecto de innovación que pusiera en el centro técnicas de biorremediación de suelos, tanto en Puchuncaví como en Quintero, que hoy día se encuentran afectadas por la presencia de metales pesados, del extractivismo que ahí prevalece y por lo tanto, este proyecto también lo que busca es crear un prototipo que nos permita biorremediar aquellos suelos que están afectados y que han afectado particularmente a las niños, niñas y adolescentes que viven en ese territorio".

Respecto a la importancia de desarrollar iniciativas que vinculen a la universidad con la comuniad, el rector de la Upla, Carlos Morales González, planteó "nos alegra saber que tenemos un proyecto institucional que está trabajando con esas comunidades justamente para poder recuperar parte del territorio que está dañado, a través de técnicas y procedimientos de biorremediación que efectivamente van en la mejora del territorio, y del buen vivir y además, que esas técnicas sean desarrolladas e implementadas en conjunto con la comunidad".

Morales relevó la modalidad hoprizontal en que se lleva a cabo este proyecto: "No es un conocimiento de tipo vertical, muy por el contrario, de manera horizontal se trabaja con distintas comunidades, con distintos grupos de representantes de la comunidad para poder encontrar mecanismos, caminos que puedan justamente revertir esta situación tan horrorosa que ha ocurrido en estos últimos años".

Otro de los avances del proyecto es el desarrollo de competencias en las comunidades escolares y de vecinos, a través de distintos talleres, en los que aprenderán sobre la diversidad y muestreo de suelos, análisis granulométrico, georreferencia, planta Sarcocornia neei y cuidados de la naturaleza, entre otros.

La académica a cargo del proyecto, Ximena Espinoza, comentó que "una de las cosas importantes yo diría que son dos, es la formación de competencias en las comunidades de Quintero y Puchuncaví, es decir, todo lo que ellos requieren para poder fitorremediar sus suelos, nosotros se lo enseñamos, a través del proyecto y además, la fitorremediación misma es otro hito porque pretendemos con este proyecto trabajar en 10 mil metros cuadrados de terreno y dejar esos 10 mil metros cuadrados de terreno en proceso de fitorremediados".

A través de la recopilación de datos y de una investigación preliminar realizada en la zona se buscará, además, demostrar que existe translocación de agentes contaminantes en las distintas matrices (aire, suelo y agua) y que llegan hortalizas y seres vivos.

El proyecto cuenta con el apoyo de un equipo multidisciplinario e interfacultad compuesto por la ingeniera agrónoma Verónica Meza Ramírez; el ingeniero informático Javier Castillo Allaria y; el ingeniero civil industrial Luis Espinoza Brito, de la Facultad de Ingeniería, junto a la socióloga Maribel Ramos Hernández, de la Facultad de Ciencias Sociales. A ellos se sumarán las periodistas además ingenieros e ingenieras egresados de la UPLA y estudiantes.

140 millones provenientes de los Fondos de Innovación para la Competitividad Regional se adjudicó este proyecto.