Florece el Kan-Kan: así funciona proceso de rearborización
Parque se vio comprometido por incendio de diciembre del 2022 en la parte alta de Viña. Comunidad no ha descansado por su recuperación. Docente PUCV explica qué es un banco de semillas y la importancia de las especies nativas.
El devastador incendio de la Ciudad Jardín no solo arrasó con los hogares de cientos de familias viñamarinas, sino también con más de 100 hectáreas de áreas verdes, entre ellas parte del Parque Kan-Kan, un pulmón verde que tuvo que sortear su destino entre medio de las llamas de aquel 22 de diciembre de 2022.
Es que el fuego se convirtió para ellos en una tragedia ecológica que sin embargo, no terminó por dejarlos en el suelo: convencidos, el parque no se ha detenido por sacar adelante aquel suelo que sufrió por el desolador siniestro.
Hoy, a diez meses del día que cambió a Viña del Mar para siempre, Kan-Kan ha vuelto a florecer y las imágenes hablan por sí solas. En palabras de la Fundación, así se han llevado a cabo los esfuerzos.
"Se han hecho actividades comunitarias de siembra de árboles, sobre todo cerca de las áreas más húmedas y también se debe ese verdor a especies geófitas, que crecen bajo tierra en una temporada del año, y en la primavera florecen, como el azulino y la añuñuca, que se secan, por lo tanto, estamos presenciando un verdor momentáneo, pero un verdor que existe en el parque de todas maneras, como por las palmas que sobrevivieron el incendio", señala Pascual Flores, presidente de Fundación Kan-Kan.
Sobre la importancia de este trabajo, Flores recalca el valor "único en el mundo" que tienen las especies nativas, especies que "están amenazadas por el desarrollo urbano, lo que conocemos como progreso y a raíz de eso, está la importancia de darle valor a las especies endémicas y nativas, como la palma, el boldo, el canelo y el arrayán, especies que resultaron afectadas después del incendio, pero que están rebrotando desde su tronco".
A pesar del optimismo, "hay que tener conciencia de que el daño ecosistémico que hubo en el lugar es irreparable", por lo tanto, el objeto de conservación de lo que ellos valorizan como Santuario, sigue presente: "Estamos en un proceso de declararlo Santuario de la Naturaleza ante la alta cantidad de especies vulnerables. Es urgente que sea reconocido", recalca el presidente.
Banco de semillas
Por otro lado, dialogando con el biólogo Cristian Atala, académico del Instituto de Biología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), con el fin de conocer el proceso desde una mirada más técnica, nos explica que la etapa de florecimiento y rearborización contiene también sus complejidades dentro de su simpleza.
"En el suelo hay lo que se llama un banco de semillas, ese es el nombre técnico. El banco de semillas son básicamente semillas de distintas plantas que quedan ahí y son viables, pero que no germinan, es decir, quedan disponibles esperando ciertas oportunidades del medio ambiente para germinar", expresa el experto.
Y añade: "Si el incendio es superficial, dependiendo de la intensidad y duración, este no alcanza a quemar las capas más profundas del suelo, por lo tanto, lo más probable es que esta semilla se active y pueda florecer. Empieza a llegar más luz, se liberan nutrientes del suelo y esas semillas que estaban ahí pueden germinar, como también se libera la cobertura y pueden llegar otras semillas de otros lados".
Entre lo positivo, el académico teme por la introducción de especies no nativas, proceso, que a futuro, es más bien un riesgo.
"Muchas de las especies que germinan rápido después de un incendio son especies introducidas, como el aromo, el eucalipto o el pino, y en cambio las especies nativas se perjudican con los incendios", aclara.
En ese contexto, a juicio de Atala, "uno debería monitorear el Kan-Kan para ver qué tipo de especies están creciendo, porque que se vea verde, florecido, no significa necesariamente que se haya recuperado lo que había, porque puede ser que lo que esté saliendo sean especies introducidas".
Cobertura vegetal
Más allá del tipo de especies, el experto sí reconoce la importancia de este proceso para la ciudad, "cobertura vegetal" que permite proteger el suelo de distintos peligros.
"El suelo, cuando está expuesto, se degrada por la erosión, entonces es muy importante que haya cobertura vegetal para protegerlo", destaca.
Considerando la relevancia de un suelo protegido, el llamado es a cuidar nuestro medio ambiente.
"Los incendios en la zona central de Chile son todos producidos por el hombre en forma intencional o no atencional, entonces lo que podemos hacer es evitar lo microbasurales, intentar hacer educación y prevención de que la gente no haga quemas de basura, como también hacer un llamado a las personas a evitar botar botellas y colillas de cigarros", recomienda.
10 meses han pasado aproximadamente desde el devastador incendio que afectó a la Ciudad Jardín.