Al conmemorar un nuevo aniversario de la toma de posesión del Estrecho de Magallanes (1843), resulta relevante poder manifestar que es necesario repetir este hito, pero esta vez en la Antártica chilena. Lo que se destaca es que la goleta Ancud tenía como su primera tripulación a funcionarios de las FF.AA., civiles y también familias, personas comunes, que construyeron y habitaron el Fuerte Bulnes, en donde el caserío no era solo una unidad militar, era una incipiente localidad.
Para la comuna Antártica viene como "anillo al dedo" la conocida frase "todo tiempo pasado fue mejor". Lejos de la actual realidad, protagonismo y abandono en la agenda del Estado, quedan para el recuerdo el cometido del Presidente Gabriel González Videla, quien fue el primer presidente del mundo en realizar una visita de Estado al "continente blanco"; la gloriosa hazaña del Piloto Pardo, como parte de nuestra responsabilidad marítima tricontinental; o de la pujante Villa Las Estrellas, con un escuela básica, administrada por el ministerio de Educación, en donde al no estar actualmente en funcionamiento, hace imposible que familias chilenas evalúen positivamente vivir ahí. No podemos hablar de soberanía sin niños o, de lo contrario, la villa se parece más a un campamento de faena.
Es importante divulgar que, a diferencia del Ártico (que es agua congelada), la Antártica es un continente (bajo el hielo hay tierra) y esto hace plenamente factible la instalación de un asentamiento humano, cumpliendo todas las normas legales vigentes. Este objetivo lo lidera el Estado, pero es necesaria la articulación del mundo público, las Fuerzas Armadas, la sociedad civil, la comunidad científica, la Iglesia, en general, de todos los que hacemos sociedad.
La importancia de la goleta Ancud, cuya recalada histórica tuvo lugar un 21 de septiembre de 1843, no es solo poner la bandera nacional en el Estrecho, que ya es un hecho de gran estrategia geopolítica; es finalmente entender que, desde ahí, la visión de O'Higgins busca instalar una proyección antártica, en donde aún estamos al debe como país.
Gonzalo Valdés Lufi
Diplomado en Asuntos Antárticos - UMAG