Víctor Rivero, el as de los ascensos en la zona
El técnico de Deportes Limache saborea el campeonato de Segunda División y los pasajes a la B, logro que se suma a las campañas con las que subió á la máxima categoría a San Luis (2015) y a Unión La Calera (2017).
En Limache tienen preparada una gran fiesta para este sábado. Se trata del partido como local que jugará el flamante campeón de la Segunda División Profesional ante Deportes Valdivia, el cual según esperan todos, se jugaría en el casi olvidado estadio Ángel Navarrete Candia de la ciudad de los tomates. Será la ocasión precisa para recibir la copa y dar la vuelta olímpica ante los hinchas limachinos, varios de los cuales debieron viajar hasta La Calera todo el año para ver al equipo rojinegro jugar de local.
La idea impulsada por el club y el municipio local debe recibir eso sí, el visto bueno de Estadio Seguro todavía. Pero lo cierto es que esta celebración es posible gracias a la gran campaña que cumplió el equipo dirigido por Víctor Rivero, quien a falta de cuatro fechas para terminar el campeonato, llevó a otro elenco de la zona a subir de categoría, en este caso a Primera B.
El entrenador que junto a su cuerpo técnico guió al conjunto limachino al fútbol de Ascenso, explica que para conseguir tal proeza, moldeó "un equipo táctico, fuerte en lo defensivo, equilibrado y con muchas variantes en ofensiva, además de la intensidad para jugar, porque uno de los puntos altos del equipo fue la parte física".
-¿Qué dificultades debieron superar en la Segunda División, una categoría de la que cuesta salir?
-Es igual que la Primera B, hay muchos equipos de renombre, con arraigo, con identidad, pero son competencias difíciles. Por ejemplo, en Primera División hasta el octavo puede entrar en copas internacionales, en cambio en Segunda solamente el primero tiene premio, y en la B hay dos cupos para subir. Por eso en esta campaña el equipo jugó todos los partidos como una final, todos los partidos nos costaron pese a la diferencia que sacamos, fueron compromisos que trabajamos con los titulares y con los jugadores que ingresaron desde el banco.
Proyecto familiar
-Usted cuando asumió habló de un proyecto familiar, ¿Eso le dio otro sabor a este logro con Limache?
-Sí, porque hay una doble responsabilidad que recae en mi persona y en mi equipo de trabajo. Y hay que destacar que proyectábamos conseguir este objetivo a tres años, pero lo logramos el primer año, y ahora viene lo más difícil, sostener todo lo que ganaste en una división donde hay equipos con mayor historia e identidad, pero eso no quiere decir que no vamos a competir igual que ellos.
-En Segunda profesional hay que ganar sin recibir un peso de la televisión, ¿ese es un mérito extra de César Villegas y familia que llevan los destinos del club?
-Por supuesto, me encomendaron encabezar este proceso desde lo deportivo, y ellos lo sostuvieron desde lo económico porque no reciben ningún tipo de ayuda, y ahora vamos a entrar a una categoría donde ya cuentas con un ingreso importante por la televisión, lo que nos puede servir para dotar de infraestructura al club y seguir siendo competitivos.
-¿Para usted que había dirigido en la B y en Primera, cómo se decidió a tomar un equipo de Segunda?
-Debo reconocer que en un principio era reacio, fue algo parecido a cuando tomé Calera (2017). No quería asumir ese desafío, pero cuando uno es fiel a las convicciones del equipo de trabajo que tiene, y sabemos nuestras fortalezas en la conformación de planteles y la forma de trabajar, creí que podíamos dar el golpe, tal como lo habíamos hecho en Unión La Calera. Soy la cabeza visible, pero somos un equipo de trabajo que ya llevamos bastante tiempo juntos, somos amigos pero trabajamos con rigor.
Rivero se refirió así a Andrés Toro, Enzo Fontana, Matías Febre, Carlos Contreras y Sergio González, entre otros, más John Silva y Nicolás Suárez que se sumaron este año.
-¿Se siente ya un especialista en subir equipos?
-No, hay que tener un equilibrio. Imagínate, logras tres ascensos, casi cuatro (con Everton el 2016), con Cobreloa (2019) estuvimos punteros y se decidió todo por el estallido social. Pero después sales en la mitad de la taba en otro equipo y se considera un fracaso. Por eso hay que tener equilibrio y no quedarse con los logros, hay que perfeccionarse y actualizarse.
Claudio Morales Salinas
La Estrella de Valparaíso