"Los clubes son actores sociales y no pueden estar ajenos a la realidad"
En el marco de la conmemoración de los 50 años del inicio de la dictadura en nuestro país, la corporación verde llevó un arreglo floral al frontis del Elías Figueroa Brander.
Nicolás Arancibia Bórquez
Ayer se cumplieron 50 años desde que ocurrió el golpe cívico militar que fracturó la democracia en nuestro país y que culminó en una dictadura que durante 17 años gobernó en el país. Bajo ese contexto, la Corporación Santiago Wanderers visitó ayer el estadio Elías Figueroa Brander, recinto que fue utilizado como centro de detención y tortura entre septiembre y noviembre d 1973, con el fin dejar una ofrenda floral frente a la placa conmemorativa en el frontis del coloso.
"Nuestro club reafirma su compromiso e irrestricta defensa con la democracia y el respeto a los derechos humanos", dictó la corporación a través de un comunicado. Angélica Escudero, presidenta de la entidad, contó los detalles de la iniciativa y su percepción respecto al silencio que prácticamente todos los clubes del fútbol chileno mantuvieron en la conmemoración de los 50 años del inicio de la dictadura.
-¿Cómo surge la determinación de realizar este acto conmemorativo?
-La idea nace de la visión de club que tenemos y que tratamos de propiciar. Los clubes son actores sociales y por lo tanto no pueden estar ajenos a la realidad social que los rodea. Muy por el contrario, deben estar constantemente dialogando, interpelando, reflexionando y vinculándose con el entorno. Por lo tanto, al no ser entes que están flotando en medio de la nada, ciertamente tienen que tener alguna opinión, y nosotros basamos la del club en lo que consideramos que son acuerdos mínimos de un país que es democrático.
-Escogieron además un lugar que lamentablemente fue testigo de los vejámenes de la dictadura.
-Así es, quisimos representar nuestra opinión a través de un arreglo fúnebre que dejamos en el estadio Elías Figueroa, recinto donde juega el primer equipo, entendiendo que es un lugar que no ha concentrado necesariamente siempre alegrías deportivas, sino que también cumplió en algún momento otro rol y hay que recordarlo, para que ojalá nunca vuelva a ocurrir. El estadio fue un centro de detención y de tortura, de hecho existe una placa conmemorativa en el frontis del mismo que se instaló bajo el gobierno del expresidente Sebastián Piñera, y por lo tanto, tomando todos esos antecedentes, la idea era generar un gesto de respeto, de sobriedad, porque se está conmemorando una fecha dolorosa, que sigue dividiendo a los chilenos. El quiebre democrático que implicó el golpe civil y militar de 1973 es algo que no puede volver a ocurrir, al igual que las violaciones a los derechos humanos que se cometieron los siguientes 17 años.
¿Cuáles son los motivos, según lo que usted cree, por los que los clubes chilenos declinan, en su gran mayoría, a hacerse parte de este tipo de fechas conmemorativas?
-Yo creo que ahí hay una hipocresía súper grande. El silencio comunica, si yo guardo silencio en ciertos escenarios también estoy manifestando una postura, y por lo mismo siento que ese silencio de la gran mayoría de los clubes no es gratuito. Por otro lado el fútbol sí es profundamente político. Como todo fenómeno de masas que tienen implicancias en un determinado territorio, el fútbol tiene un componente político, lo que pasa es que hay personas que creen que eso es politizar, vale decir tratar de sacar provecho de alguna tendencia política usando el club como plataforma, pero eso no está siendo así al menos desde nuestro caso. Sí sabemos, por ejemplo, que el modelo de sociedades anónimas no fue algo casual, más bien fue una política pública y hay mucho de política al momento en que se decide propiciar la llegada de los privados a través de un sistema mercantil, donde la lógica democrática queda atrás.
-¿Consideras que la industria del fútbol está al debe en este tipo de materias?
-Yo creo que el fútbol en general debe trasparentarse, porque como había mencionado antes, hasta el silencio comunica. Yo lamento que no exista una condena, que no exista una postura pública no solo de la sociedad anónima que está en Santiago Wanderers, sino que del resto de los clubes, que en su mayoría guardan silencio. En Argentina, por ejemplo, la mayoría de los clubes públicamente manifiestan que ciertos episodios del pasado no pueden volver a ocurrir. Creo que falta esa claridad, que no se trata de politizar, sino que se trata de acuerdos mínimos. No puede volver a quebrarse la democracia como ocurrió el 11 de septiembre de 1973 y no pueden volver a ocurrir los crímenes de lesa humanidad que sucedieron bajo el mandato del dictador Augusto Pinochet.
-Ustedes aspiran a hacerse cargo de la rama profesional de fútbol masculino verde una vez que finalice el contrato de concesión con la S.A. ¿Te gustaría que bajo el mandato de la corporación, Wanderers sea un club capaz de establecer postura ante este tipo de fechas conmemorativas?
-No aspiro a que Wanderers sea el símbolo de esto, pero sí aspiro a que los clubes en general puedan unirse a estos mínimos, los que no tienen nada de sobreideologización ni tienen un afán de politizar. El afán es de invitarnos a reflexionar y a conversar para estos hechos no vuelvan a ocurrir, porque nadie, independiente del sector, debiese estar de acuerdo con la forma en que ocurrieron las cosas.
nicolas.arancibia@estrellavalpo.cl