El estadio Bicentenario de Quillota dejó de ser un reducto inexpugnable en la segunda parte del torneo de la B. Con el empate ante Barnechea del sábado, San Luis completó cinco duelos sin poder sumar de a tres en el fortín de calle Bulnes.

Y es que en un partido que enfrentó a dos equipos que pretenden participar de la liguilla, el que mira desde afuera de los ocho primeros, vale decir el elenco huaicochero, fue el que exhibió un juego dinámico directo y agresivo con el que sorprendió por largos pasajes a los canarios, quienes intentaron torcer la suerte dejando de lado la tradicional casaca amarilla, y mantuvieron el uniforme negro con el que habían ganado de visita a Recoleta.

Aun así, y en una noche destacada de los porteros Nicolás Avellaneda y Álvaro Salazar, el conjunto quillotano estuvo dos veces en ventaja, primero con un penal que se propició Sebastián Parada, y después con otro tanto de Humberto Suazo que ya suma 13 conquistas en la temporada. Pero Barnechea hizo méritos para llevarse al menos un punto, y lo logró gracias a los goles de Christian Bravo y Cristóbal Marín.

Faltó para ganar

Tras un empate que no le hizo gracia a los más de dos mil hinchas sanluisinos presentes, Francisco Bozán comentó que sus dirigidos fueron de menos a más en el partido, ya que indicó que "con el segundo tiempo quedamos conformes, más allá de la ocasión que terminaron teniendo ellos (para el empate definitivo), en que perdimos una marca en el área y no fuimos capaces de hacer una cobertura que está automatizada. Pero fuimos poseedores del balón y encontramos los espacios pese a la presión de ellos. Creo que fuimos un equipo de acción al inicio del partido, fuimos de acción en el arranque del segundo tiempo, pero después que quedamos en ventaja, hay una sensación que puede ser emocional, de cuidar el gol. Pero no es algo premeditado".

Muchos apuntaron a la salida de "Chupete" como una causa de ese bajón de San Luis tras quedar 2-1 arriba, pero el rapado técnico explicó que lo sacó para no sobreexigir al avezado ariete.

Claudio Morales Salinas

La Estrella de Valparaíso

El Clásico Porteño siempre es un partido especial. No importa si se disputa en rama masculina, femenina o en divisiones inferiores, el encuentro siempre deja un sabor de boca especial al cuadro ganador. Y esta vez fue Everton quien celebró el triunfo ante Santiago Wanderers en el marco de la decimocuarta jornada del Campeonato de Ascenso Femenino, victoria que les permitió consolidarse en el primer puesto de la zona Centro Norte y perfilarse como una de las grandes favoritas para luchar por los boletos a Primera División una vez que inicie la ronda de playoffs. La brega, llevada a cabo ante un buen marco de público en el estadio Sausalito, terminó en un dos a cero en favor de las locales, merced de dos anotaciones de Claudia Salfate. Cabe recordar, que hace unas semanas, y en este mismo escenario, las Decanas habían derrotado por a mínima a las viñamarinas, quienes por su parte, al inicio del torneo, también doblegaron a las verdes en Mantagua por 1-0.