Nuevamente los errores arbitrales condenan a Santiago Wanderers, cuadro que ayer igualó sin goles ante Santiago Morning en un duelo que dará que hablar en los posteriores días tras el escandaloso gol que se le invalidó a Joaquín Pereyra, quien estaba siendo habilitado por dos jugadores locales antes de definir. La igualdad, además de dejar un sabor amargo en los porteños, los aleja del sueño del ascenso directo.

El encuentro, disputado en el estadio Lautaro de Buin sin parcialidad caturra, prometió más de lo que cumplió. En el primer lapso, ambas escuadras se fueron acercando de a poco a los arcos contrarios, siendo la primera clara del lance un cabezazo de Carlos Muñoz que dio en el vertical a las 25', aunque a los 40' los de la "V" en el pecho respondieron con un disparo de Sebastián Salazar que se fue por arriba del arco.

Tras cartón, llegó la jugada clave del encuentro, la que inició con una soberbia habilitación de Marcelo Cañete a Joaquín Pereyra, quien definió con clase en el área batiendo la resistencia del golero Jonathan Salvador. El charrúa comenzaba a celebrar cuando el tanto fue insólitamente anulado, siendo que en la repetición se vio que no era uno, sino que eran dos los futbolistas que habilitaban al mediocampista antes de anotar lo que hubiese sido la apertura de la cuenta.

Desdibujados

En el entretiempo, muy seguramente el plantel caturro revisó las imágenes del insólito error del juez de línea, lo que tal vez fue uno de los motivos por los que el equipo se desdibujó completamente en la segunda mitad. Francisco Palladino, técnico de los verdes, dispuso del ingreso de Milton Alegre en lugar de Víctor Retamal para inclinar la cancha, algo que tampoco rindió frutos.

El compromiso estaba sumergido en lo que parecía ser un interminable letargo, sin llegadas en ninguno de los dos arcos a lo largo del complemento, cuando al minuto 87', y nuevamente en una cuestionable decisión, el juez Cristian Garay decidió expulsar a Joaquín Zeballos por, supuestamente, agredir a Cristián Muga.

Tras los reclamos y la posterior salida de la cancha por parte del delantero uruguayo, quien había ingresado al campo once minutos antes, se dieron siete minutos de adición, los que se vivieron al rojo vivo y con toda la intensidad que no apareció durante el segundo tiempo.

Con ventaja numérica, los dueños de casa empujaron para llegar a la portería verde, y estuvieron a un par de centímetros de anotar. Matías Coronado aprovechó la tibia marca de Claudio Meneses para controlar en el área y terminar sacudiendo el arco con un remate que se estrelló en el palo. En el rebote, Eduardo Miranda se visitó de héroe para salvar al Decano al contener una intentona de Damián De Hoyos en el primer minuto agregado del lance.

Poco después, nuevamente el exgolero de Limache evitó lo que parecía ser un gol cantado, esta vez tras un disparo cruzado de Gonzalo Tapia en una jugada que se originó luego de que Milton Alegre no fuese capaz de enviar el balón a la portería cuando recibió absolutamente solo en el área de la escuadra microbusera.

Tras la brega de ayer, Francisco Palladino, técnico wanderino, reconoció sentirse con "bronca y tristeza", esto debido a que "veníamos con otra expectativa, aunque sabíamos que iba a ser un partido duro y trabado por la necesidad del equipo que enfrentábamos". En cuanto a la gran polémica del encuentro, el uruguayo partió diciendo que "yo de los arbitrajes no hablo, pero el sentir que tenemos es el mismo que tienen todos. Claramente los offside no son interpretativos", para posteriormente añadir que "en ningún momento se pone en tela de juicio la honorabilidad de la terna, pero lamentablemente nos está tocando que la moneda caiga del lado de nosotros".