No cabe duda de que las habilidades blandas, también conocidas como habilidades interpersonales, son características personales que afectan la forma en que interactuamos con los demás y
cómo manejamos diferentes situaciones.
Aunque no son técnicas o específicas de una industria en particular, estas habilidades son esenciales en el entorno laboral y en la vida cotidiana.
Por ejemplo, tanto la exPresidenta Bachelet como el actual Presidente Boric son reconocidos por su cercanía, simpatía y buena onda. Lo anterior contrasta, por ejemplo, con el exPresidente Sebastián Piñera quien destaca no precisamente por sus habilidades blandas sino por su capacidad de gestión, experiencia y liderazgo.
En contextos de tranquilidad, que duda cabe, los gobernantes "buena onda" son altamente valorados, pero el ejercicio de gobernar va mucho más allá.
Por ejemplo, en el actual contexto de catástrofe por el sistema frontal, o ante la eventualidad de siniestros, crisis y situaciones que afectan el día a día de las personas lo cierto es que la gente, tal y como lo reflejan las encuestas, valora mucho más la capacidad de liderar, gestionar y entregar soluciones a los problemas que las sonrisas y la simpatía.
Quienes crean que pueden gobernar sólo con sus más cercanos y bajo las dinámicas de la "buena onda" están totalmente errados. Más aún en un país y sociedad cada día más demandante, con mayores dificultades en todos los ámbitos y desafíos para los cuales la experiencia es fundamental para entregar garantías, certezas y estabilidad.
Rodrigo Durán Guzmán