Se luce en las mesas de billar a sus 93 años
Luis Alfaro es el segundo jugador más longevo de todo Chile. Vive en La Calera y hace unos días brilló con una destacada participación en el Open de Valparaíso.
Nicolás Arancibia Bórquez
Hace unos días, Valparaíso fue hogar de un nuevo torneo Open en el marco del circuito nacional de billar. La instancia, a la que concurrieron los mejores jugadores del país y que dejó como campeón a Marcos Duarte del club Santiago, tuvo como uno de sus más grandes animadores a Luis Orlando Alfaro Jiménez, del club La Calera, quien a sus 93 años obtuvo un meritorio duodécimo puesto en la general.
"Nunca he sido un jugador brillante, pero siempre cumplo. Paso unas rondas y ahí me quedo, aunque tengo un par de trofeos también", detalló con humildad Alfaro, quien, según él mismo detalló, es el segundo jugador activo más longevo de todo el país. Semanas antes de la realización del Open de Valparaíso recibió la invitación a participar y no lo pensó dos veces.
"Felicito al Club Valparaíso por el tremendo torneo que organizaron y especialmente por la compra de sus cuatro mesas, que es algo que en Chile no se ve, porque hay cero ayuda del Estado. Cada mesa cuesta más de 10 millones de pesos, entonces los socios tuvieron que hacer un gran aporte", indicó el calerano de raigambre, añadiendo que "yo lo que más quería era ir a este torneo, por las mesas nuevas, y además que hace tiempo que no participaba en un buen campeonato. Antes de la pandemia había ido a competir a Mendoza, pero después no participé demasiado".
Una vida en el deporte
Luis Alfaro nació en La Serena un 19 de noviembre de 1930. Por temas laborales, la vida lo trajo hasta La Calera, donde hoy es reconocido por los vecinos dado su aporte tanto a nivel comercial como con el deporte, el cual ha sido una parte fundamental en su vida.
"Toda la vida he sido deportista. De niño comencé a jugar billar, lo hice hasta que cumplí 17, y ahí tuve un parón de muchos años, pero no fue porque ya no me gustase, sino más bien por temas de trabajo. Me fui a trabajar al norte, a la salitrera", recordó el longevo billarista, quien confesó tener un corazón aventurero, por lo que al momento de decidir cuál sería su próximo destino, el que apuntaba entre Argentina o Santiago, por cosas de una vieja amistad finalmente acabó siendo La Calera.
"Estaba trabajando en un taller eléctrico hasta que conocí a Pedro Díaz, oriundo de La Calera, y aproximadamente en el año 1955, tras hablar con él, instalé en esta misma ciudad el taller 'El rápido chico', el cual es bien conocido entre los vecinos porque muchos estudiantes de la Escuela Industrial hicieron allí su práctica", explicó el serenense de nacimiento, quien aprovechó su estadía en la zona para arraigarse de la mano del deporte.
"Fui seleccionado de Valparaíso en tiro al blanco, también practiqué rayuela, ayudando a formar la asociación La Calera, eso hasta que tirando el tejo me lastimé el hombro. Así fue como volvió al billar, aprendiendo a jugar a tres bandas y dejando de lado la carambola libre". contó Alfaro, agregando que "me gustó el formato de la tres bandas, al principio lo hice para recrearme, hasta que fui aprendiendo y aprendiendo al punto que terminé compitiendo en distintos torneos. Ahora se juega por algún monto de plata, pero antes solo era por trofeos, había distintas categorías. Yo sentía que ese era más el significado del deporte, pero es que la vida ha cambiado demasiado en los últimos años".
A pesar de la humildad que refleja en cada una de sus palabras, el calerano de raigambre, que hoy por hoy se dedica a mantener un negocio familiar de repuestos de vehículos, además de competir por el Club de Billar La Calera, ha recibido diversos homenajes a lo largo de su carrera. Uno de ellos fue en la capital, hace no demasiado tiempo, en reconocimiento a ser el segundo billarista activo más longevo de Chile.
Así mismo lo recalcó Alfaro, detallando que "hay un jugador en Santiago que es todavía mayor que yo, tiene 95, hace unos años nos hicieron un homenaje en la capital, pero yo soy el segundo más antiguo. Somos bien mirados, conocemos a mucha gente y eso es algo que siempre se agradece".
Mantenerse activo
El carnet no es un impedimento para Luis, asegurando que "Dios me ha dado la gran cualidad de ser activo, la mente la tengo muy buena a pesar de mis 93 años. Actualmente tengo un negocio de venta de repuestos de vehículos, hace unos años se murió mi socio, le compré su parte del negocio y ahora trabajo con mis dos hijos. A la edad que tengo todavía voy a la pega, me queda como a tres cuadras de mi casa, me voy todos los días y hago todas mis diligencias, así es como me mantengo activo".
Finalmente, al ser consultado sobre que consejo le daría a los más jóvenes para que se interesen en practicar la disciplina que lo ha acompañado durante los últimos años y que todavía lo tiene como miembro importante del Club Billar La Calera, el nortino indicó que "sería muy bonito que el billar llegara a los colegios, porque es un deporte que enseña mucha matemática, que entrena la mente y el físico. El billar hace bien como forma de vida, en el futuro se puede llegar a ser una persona ágil e inteligente, así que espero que todos los que tengan ganas de practicarlo, se acerquen y lo hagan".
nicolas.arancibia@estrellavalpo.cl