Víctor Silva, el crack de La Roja que la rompe en el Fútbol Ciego
Capitán y goleador histórico de la Selección Chilena, narra sus épicas de vida y deportivas en la previa de los Juegos Parapanamericanos de noviembre en nuestro país. En el fútbol 5 ha sido figura clave en clubes de Brasil y Argentina.
Guillermo Ávila Nieves - La Estrella de Valparaíso
Echando mano a la historia, la mitología griega presenta al célebre Tiresias como el adivino ciego de la ciudad de Tebas que, en compensación por haber perdido su vista a manos de la diosa Hera, recibió de Zeus el don de la profecía.
En ese entonces, como ahora, algunos mitos se construyen en base a épicas. Víctor Silva Pavez, hoy a sus 28 años, sabe de ellas gracias a un don especial: el manejo con el balón. Actualmente es el capitán y goleador de la Selección Chilena de fútbol ciego. También es fuente de inspiración para otros jóvenes como líder de Fundación Luz. "Muchos en mi condición desconocen que pueden realizar este deporte hermoso", afirma.
Los recuerdos de su primera infancia son de protección y compañía familiar. Pichangas de barrio. Creció en una familia futbolera: su padre y abuelo levantaron un club amateur en el corazón de su natal Melipilla: el Padre Demetrio. "Entrenaba martes, miércoles y jueves. El fin de semana defendía a mi equipo". Allí Víctor jugó hasta los 15 años "de manera convencional", recalca.
En retrospectiva, dice que a los 10 años le mal diagnosticaron un astigmatismo, aunque reconoce que "quizás nunca pude ver bien". Pese a todo, pintaba para crack. Con 15 primaveras, un profesor del colegio se lleva a Víctor y otro compañero suyo a probar suerte a Uruguay, en el Departamento de Soriano, al interior del país charrúa. Luego emigraría al Fénix de Montevideo.
Desafíos y sueños
Su contextura física, más bien mediana, encapsulada en 1.71 metros, daba poca pista acerca del sujeto que era cuando saltaba al campo de juego como defensa. "Me imponía ante tipos de metro noventa. Era como el Pitbull Medel". Tras un mes de pruebas en la tercera división, Víctor se percató de que algo no andaba bien con su visión. "Bien de día, pero de noche no veía el balón".
Las maletas retornan a Chile. "Me hacen todos los exámenes. Ven especialistas", recuerda. Luego de tres meses, el diagnóstico lapidario: distrofia retinal, "una retinitis pigmentaria que con el paso del tiempo me dejaría 100% ciego". En simple: una degeneración progresiva de la retina.
Lejos de echarse a morir, Víctor Silva se amoldó a lo que su visión le permitía: abocarse al futbolito y baby fútbol, "mi vista era más limitada. Me desempeñaba en espacios reducidos". En el intertanto, se las apañaba para estudiar psicología en la Universidad Católica Silva Henríquez hasta obtener el pregrado. Luego el postgrado en la Alberto Hurtado.
De vuelta al deporte, encuentra el fútbol ciego. "Me encantó, y empecé a entrenarlo". Llegó a él a través de un reportaje televisivo. Así armó una agrupación de deportistas ciegos en Melipilla. Y con ello, la irrupción de su club: Olimpia. "Somos bicampeones nacionales". Ahora esperan ir por el "Tri", mientras evoca orgulloso un dato: con su Olimpia fueron campeones en un torneo internacional, en Ica, Perú.
Su talento es de exportación: las dos ligas más potentes de la disciplina a nivel mundial son la de Brasil y Argentina. Y en ellas, Víctor ha sido figura. En la tierra Che jugó para Godoy Cruz. En Brasil, ha disputado el Brasileirao, además del Campeonato Regional y la Supercopa con tres elencos."Ahora estoy con Maestros de Curitiba". Pese a perder la final, "hice una de mis mejores campañas: anoté seis goles en 6 partidos".
Capitán de fe
En La Roja, a nivel de Selección, su debut fue en Toronto, Canadá (2015). "Tenía 20 años e hice un gol contra México". En 2017, en la misma Copa América (en Chile), salieron quintos otra vez. Silva, ahora reinventado como creador y delantero, marcó 9 dianas. Y dispara: "Ya llevo 28 goles por la Selección, ¡soy su goleador histórico!".
Si de ídolos se trata, admira la personalidad dentro de la cancha de Arturo Vidal y se identifica con la calidad técnica y goleadora del Niño Maravilla. "Me dicen que juego parecido a Alexis Sánchez".
Silva dice estar en un buen momento de su vida. Pololea con Javiera Canales y viven juntos hace ocho meses. "Hay planes de algo más a futuro. Estoy contento". Y esa alegría la trasunta a su próximo desafío: ganar un podio en los próximos Juegos Parapanamericanos de noviembre (17 al 26). Allí Chile se verá las caras ante Perú, México, Argentina, Colombia y Brasil.
¿Su golazo más importante? Como el penal de Alexis ante Argentina, no duda: Fundación Luz. Aquí coordina el programa de inclusión laboral hace año y medio. Víctor Silva juega de local. Lidera en su rol: educar, rehabilitar e incluir laboralmente a personas con discapacidad visual. "Aunamos esfuerzos con empresas del sector público y privado que busquen personas con discapacidad y sacarlas adelante", remata el goleador que, como el sabio Tiresias, saca lustre a su don.