El viaje de Hilda Rochna hacia la síntesis escultórica y la búsqueda de la belleza
La escultora presenta sus más recientes creaciones en la exposición "Discípula y maestra", que se exhibe en el Instituto Chileno Norteamericano.
Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaíso
"Mi trabajo es cada vez más simple. Mis primeras obras eran muy figurativas, pero con el tiempo me fui soltando, hasta llegar a la esencia", dice la escultora Hilda Rochna, quien presenta sus más recientes creaciones en la muestra "Discípula y maestra", que se exhibe en el Instituto Chileno Norteamericano de Valparaíso, la cual reúne 10 piezas que dan cuenta de la continuidad estilística y material de la artista.
Hilda Rocha, cuya premiada escultura "La explosión" forma parte de la colección permanente del Museo Baburizza, detalla sobre su proceso creativo que "no hago dibujos previos, sino que tomo el mármol, que es el material que más me gusta, y lo empiezo a trabajar. Voy a la marmolería, veo los trozos y el material me va sugiriendo. No tengo una idea preconcebida para expresar, sino que las formas van apareciendo, también los colores. Casi todo es geométrico, que es lo que me atrae, aunque también aparecen figuras humanas. Son láminas, no hay volúmenes grandes".
Formada como alumna libre en la Escuela de Arte de la Universidad de Concepción, luego tomó clases en Santiago con el maestro Samuel Román, con quien hacía temas más figurativos. "Samuel Román -cuenta- me enseñó a trabajar la piedra y el volumen, luego tuve mi propio taller y él me incentivó a formar la Escuela Artesanos de la Piedra, que funcionó hasta el 2003. Como maestra, mi objetivo era que los alumnos se enamoraran de las piedras y aprendieran a trabajar el material".
Aprendizaje permanente
Juan Ayala, curador de la muestra, quien es integrante del directorio del Instituto Chileno Norteamericano de Cultura de Valparaíso y director del Museo Institucional USM, señala que "de esta exposición de Hilda Rochna destacaría la pedagogía social que ella ha hecho durante su trayectoria, a través de la Escuela de los Artesanos de la Piedra, tanto en las comunas de Santiago como en Concón, formando niños y adolescentes en la apreciación de la belleza. En la obra de Hilda Rochna la fealdad se descarta y la belleza es que la triunfa".
"La exposición 'Discípula y maestra' -agrega- ha sido visitada por estudiantes de diferentes universidades y público en general, quienes han podido conocer el trabajo de una maestra de la escultura chilena y también discípula, porque lo suyo es un permanente aprendizaje, pues quien es un discípulo toda la vida, es el gran maestro. En el caso de Hilda Rochna, ese aprendizaje permanente lo podemos observar en la fineza de sus obras, el trabajo de la figura humana y el tratamiento de los materiales".
Juan Ayala destaca que en esta muestra "hay una unidad matérica, a través del mármol, y también en la fineza del corte, en la forma que adquieren las obras de Hilda Rochna en el espacio volumétrico y también en la síntesis conceptual que ella logra, tanto en formas geométricas abstractas, así como en la figura humana que también se abstrae. La escultora hace un trabajo de recorte y de síntesis, yendo a lo medular de la forma. Su obra se caracteriza por la elegancia, que no es otra cosa que síntesis".
Horarios
La exposición "Hilda Rochna: discípula y maestra" estará abierta al público hasta el 14 de agosto en la Galería Lucrecia Acuña Dattoli del Instituto Chileno Norteamericano de Cultura (Esmeralda 1069), de lunes a viernes de 10.00 a 20.00 horas y sábados de 10.00 a 13.00 horas.