Se terminan las vacaciones de invierno y se acerca el inicio de un segundo semestre académico que nos desafía, tanto al Estado como a la sociedad civil, a continuar recuperando los aprendizajes que se vieron perjudicados por la pandemia.

En el caso de las niñas y niños de educación parvularia, aparece muy fuerte el reto de lograr disminuir los niveles de inasistencia grave. Lo que iba por buen camino a comienzos de año se vio fuertemente perjudicado por el alza de virus respiratorios que afectó especialmente a los más pequeños.

Afortunadamente, hemos ido aprendiendo y acumulando experiencia que nos permite enfrentar con mayor preparación este desafío. En Fundación Educacional Oportunidad sabemos que es clave monitorear la asistencia de cada niña y niño para contar con datos que permitan tomar decisiones oportunas y pertinentes. También sabemos lo fundamental que es contar con estrategias de promoción de la asistencia, así como también otras dirigidas a las niñas y niños con inasistencias reiteradas, siendo fundamental el vínculo con las familias.

La evidencia nos ha demostrado que es posible revertir el ausentismo. El llamado es a crear las condiciones y apoyos necesarios para que, en cada comunidad educativa, desde los primeros niveles de la trayectoria educativa y desde el primer día de clases del segundo semestre, se implementen acciones que hagan posible que todas las niñas y niños "estén para aprender" y de esta forma alcancen su máximo potencial.

Marcela Marzolo, directora ejecutiva Fundación Educacional Oportunidad

Partidos de oposición y la ultraderecha presionaban a las Fuerzas Armada y Carabineros a objeto de derrocar al Presidente Salvador Allende. En todo Chile, los trabajadores que apoyaban al gobierno de la Unidad Popular realizaban actos y marchas multitudinarias, a favor del gobierno. En Impuestos Internos de Valdivia, donde yo trabajaba, se creó el Comité de Unidad Popular, integrado por jóvenes entre 24 y 35 años. Nuestros jefes y mayores eran contrarios al gobierno del Presidente Allende. Por rumores de un golpe de Estado, en dos oportunidades los partidarios de la Unidad Popular en Impuestos Internos permanecimos en el edificio (noches), en defensa del gobierno constitucional. Tras el golpe cívico-militar y, al allanarse la sede del Partido Socialista-Valdivia, encontraron un baúl que tenía listas con nombres de sus partidarios, donde figuraba el mío. Por tanto, concurrí a la tenencia de Isla Teja; allí negué ser militante de ese partido. En Impuestos Internos, nuestros jefes y partidarios del régimen militar confeccionaron listas para que algunos de nosotros fuéramos encarcelados o despedidos del trabajo. Por mi caso, entregué carta en la Intendencia; me respondieron en marzo 1974.

Derico Cofré Catril