Los acontecimientos derivados del bullado caso Fundaciones, ha demostrado que en el país y de forma muy especial en regiones hay dinero, el problema es cómo a veces se malgasta y lo más grave es que puede haber una finalidad política, es decir, muy diferente a lo que motiva la misma entrega de recursos.
Tal como lo ha dicho el Contralor General de la República, puede ser legal, pero muchas veces no ético, y ese es el gran problema, ahora si se contabiliza los recursos entregados a fundaciones queda claro que de haber un buen uso, la problemática de la seguridad se hubiera atenuado en gran medida, un buen gasto hubiera sido generalizar las alarmas comunitarias, muchas comunidades, poblaciones o condominios lo piden, pero raramente tienen respuesta de quien se la debiera otorgar.
En seguridad, los pesos no se malgastan, tiene una diversa utilidad, se podría aumentar la cantidad de guardias municipales, se podría mejorar la iluminación en sectores riesgosos, se podría invertir en mejoramiento de plazas, se podría incentivar el deporte y la cultura, pero sin intermediarios, en fin, molesta mucho lo que escasea y por otra parte lo mucho que se dilapida.
Alberto Contreras Silva
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