Culpable por asesinar a su amigo de infancia y esconderlo en una lavadora
Crimen ocurrió en enero del 2022 en Quilpué, cuando el condenado apuñaló a la víctima en 37 oportunidades mientras seguía vivo, por lo que se determinó que causó dolor inhumanamente. "Fue humillado hasta la agonía".
Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso
El Tribunal Oral de Viña del Mar condenó a Eduardo Andrés Lagos González por el delito de homicidio calificado por ensañamiento luego de considerarlo culpable de haber matado a Diego Varas (21) y esconder su cadáver al interior de una lavadora.
El caso, conocido precisamente como "el crimen de la lavadora", ocurrió el 23 de enero del 2022 al interior del domicilio del ahora condenado, ubicado en la calle Atahualpa de Belloto Norte, en Quilpué, donde pasado el mediodía de aquella jornada, Lagos "le propinó a Diego Varas diversas estocadas en el cuello, rostro y cabeza de la víctima que resultaron ser más de 20, una de las cuales perforó la cavidad craneana ocasionándole lesiones vitales", estableció el veredicto.
37 estocadas en vida
Aquellas lesiones, indicó el tribunal, "cuyo número fue cercano a 37, fueron vitales, es decir, ejecutadas en vida del afectado, lo que en su conjunto se ha estimado configura la calificante de ensañamiento".
Lo anterior debido a que fueron propinadas "aumentando inhumana y deliberadamente el dolor".
Tras el ataque, "el cuerpo de la víctima fue trasladado hasta un cuarto aledaño al inmueble introduciéndolo al interior de una lavadora, semidesnudo y de cabeza", determinaron los jueces acogiendo en su totalidad la teoría que sustentó en juicio la fiscal Daniela Quevedo.
¿Crimen de odio?
Sobre el móvil del cruento asesinato, no se entregaron detalles, aunque en los alegatos de apertura la abogada querellante, Gabriela Montecinos, hizo referencia a un crimen de odio que no mencionó en la clausura, cuando sí hizo alusión a que víctima y victimario se conocían desde la infancia y que al momento del crimen "el acusado mantenía con los pantalones abajo a Diego(...) fue la misma forma en que lo arrastra y lo introduce en la lavadora": "fue expuesto a la humillación hasta la agonía, por lo tanto creemos que se trata de un ensañamiento moral", dijo Montecinos.
La representante de la familia de la víctima agregó también que el asesinato tuvo "señales de extrema violencia" y que fue cometido "donde (el acusado) sabía que nadie podía llegar".
Para la fiscal Daniela Quevedo, Lagos mató a Diego "de manera brutal" causando "males innecesarios", pues hizo "sufrir de forma innecesaria a la víctima", debido a que "todas (las lesiones) fueron provocadas cuando Diego se encontraba aún con vida", siendo un ataque "brutal y extremadamente doloroso", indicó la persecutora, quien reiteró su solicitud de pena de 20 años de presidio, mientras que la querellante Montecinos solicitó la máxima pena aplicable al caso. Sin embargo, previamente había solicitado en su acusación particular la de presidio perpetuo simple acusando la agravante de alevosía que fue desestimada en el veredicto.
La defensa
Por su parte, el abogado defensor de Lagos, Hugo Leal, reconoció en sus alegatos de clausura la confesión de su representado respecto de dos lesiones mortales: "hay ciertos elementos relevantes en esta confesión (...) resulta creíble que estas lesiones superficiales que mantenía en el rostro no puedan ser imputables a mi representado", quien las atribuyó a líos previos de drogas, dijo el defensor.
Leal también hio referencia a la declaración del perito del Servicio Médico Legal hizo ver en el juicio que "la teoría del caso de la Brigada de Homicidios fue un crimen pasional, que fueron solicitadas muestras por una supuesta relación sexual (...) surge la hipótesis de actividad sexual inicial luego de una discusión"
"Esto, fuera de la pericia médico legal, no se encuentra en ninguno de los elementos probatorios que se trajeron a este juicio oral", afirmó Leal, quien también aseguró que una supuesta relación sexual y consumo de drogas entre víctima y victimario "solo está en sus dichos", dijo la defensa no cuestionando el delito, pero sí la calificante de ensañamiento.
Para el lunes 17 de julio, a mediodía, quedó fijada la lectura de sentencia, ocasión en que se dará a conocer de la pena que deberá cumplir el condenado.