En parte de extensa carta del 19 marzo 2003, la Conferencia Episcopal de Chile, pidió "Sanear la vida política y económica, y derrotar la corrupción", expresando: "Una serie de hechos acaecidos tanto en entidades del Estado como en la empresa privada, han encendido una alarma sobre la falta de probidad y transparencia en importantes sectores de la actividad nacional. Hechos como los denunciados erosionan la confianza pública. Esta falta de confianza puede llegar a afectar nuestras legítimas esperanzas y aún la gobernabilidad del país. La tarea de erradicar la corrupción es una causa nacional. Exige el acuerdo de todos los sectores. Se requiere un trabajo común, en el que intervengan los poderes públicos, los empresarios, los partidos, los sindicatos, los gremios, las universidades, la educación, etc. Valoramos el rol de la justicia. Es necesario que actúe con independencia, prudencia y rapidez para aclarar los hechos, tipificar los delitos si ellos existieran, sancionar ejemplarmente a los responsables y limpiar la imagen de aquellos que, siendo inocentes, se han visto envueltos en tales acontecimientos. Es preciso y urgente evitar a toda costa la impunidad y, al mismo tiempo, la extensión de hábitos abusivos y corruptos en todo el aparato público y privado". Casos conocidos en el país: Los Pinocheques, Mopgate, Penta, SQM, Corpesca, Caval, Milicogate, Pacogate, Colusiones, Democracia Viva y otros.

Dérico Cofré Catril

5.267.147-7

Me dirijo a usted para presentar a nuestra recién constituida Fundación Cívica Popular.

Esta organización, sin fines de lucro, se ha creado con el objetivo de promover la educación cívica con la finalidad de lograr ciudadanos informados, críticos y participativos de la vida democrática.

Vivimos en una época de información rápida y a veces abrumadora, donde el acceso a la educación cívica de calidad puede verse eclipsado por la avalancha de datos y noticias que en formato, parecen más atractivos pero, que en el fondo, son de dudosa veracidad. En este contexto, creemos que nuestra misión es más importante que nunca.

La Fundación Cívica Popular tiene como propósito entregar recursos educativos, organizar talleres y eventos que promuevan un mejor entendimiento de nuestros derechos y deberes cívicos; todo esto, principalmente a través de internet y redes sociales, donde el contenido es más accesible y amigable. Creemos firmemente que una ciudadanía bien informada es la piedra angular de cualquier democracia saludable y fuerte.

Nuestra fundación no es partidista y no promueve ninguna ideología política específica. Por tanto, todas nuestras iniciativas y programas están diseñados para la mayor cantidad de personas, independientemente de su afiliación política.

Invitamos a todos los ciudadanos y a los medios de comunicación a unirse a nosotros en este esfuerzo para promover la educación cívica y el acceso a la información. Estamos convencidos de que, trabajando juntos, podemos fortalecer la democracia en nuestro país y fomentar una sociedad más consciente e informada.

Agradecemos de antemano su apoyo en la divulgación de nuestra misión y esperamos colaborar en el futuro de nuestro país.

Carlos Muñoz Lecerf

Presidente Fundación Cívica popular