Cuidadoras porteñas se reunen por una ley nacional de cuidado
Actividad juntó a autoridades y vecinas de cerros Alegre, Toro y Cordillera. Encuentro visibilizó políticas de Estado en torno a cuidadoras y cuidados de personas en situación de discapacidad, dependencia severa, adultos mayores, niños.
Guillermo Ávila Nieves - La Estrella de Valparaíso
Las paredes del "Espacio Santa Ana", ubicado en calle Balmes #126, cerro Cordillera, están plagadas de llamados a lo comunitario, popular y autogestionado que recuerdan su impronta: la revitalización del tejido social.
En esa línea, aquí se desarrolló la Segunda Jornada Informativa sobre cuidados en Valparaíso, actividad organizada desde la concejalía porteña junto a la Asociación Yo Cuido, y que contó con vecinos y vecinas de los cerros Toro, Alegre y Cordillera, además de autoridades locales.
En concreto: contar experiencias y potenciar acciones. ¿Qué se busca? Recopilar información para crear un proyecto de ley del Sistema Nacional de Cuidados. ¿Objetivo? Identificar necesidades de cuidadores y de las personas que reciben cuidados para así abordar la desigualdad de género cuya política se enmarca en el feminismo (economía feminista).
Yo Cuido, tú cuidas
Miriam Gutiérrez es la coordinadora regional de la Asociación Yo Cuido (Mariela Serey es la gestora). Gutiérrez cuenta que entró a esta organización formada por mujeres (mayoría) cuidadoras de personas en situación de discapacidad o dependencia severa porque ella también es cuidadora 24/7 de dos de sus hijos: uno con dependencia severa, "yo soy su cerebro, brazos, piernas y todo de él. Llevo 21 años en eso". Su otra persona de cuidado tiene déficit intelectual leve y autismo. "No puedo no estar", afirma.
A su lado, Camila Nieto, concejala de la comuna de Valparaíso, reflexiona. Destaca la actividad, con miras a la ciudad Puerto: "Primero, dar a conocer esta asociación para visibilizar la lucha de las mujeres cuidadoras y así avanzar a un sistema nacional de cuidados. Segundo, las dificultades en cuidados en condiciones geográficas complejas".
Algo que, en el caso de Valparaíso, presenta más particularidades: al estar plagado de cerros, quebradas, pendientes y escaleras se afecta "el cuidado (y la postergación) 24/7 a personas en situación de discapacidad o dependencia", ahonda la concejala.
Tras un trabajo territorial, se pudo convocar y reunir a estas mujeres cuidadoras de distintos cerros. De allí estos encuentros. "El primero fue en cerro El Litre, que también abarcó a Las Cañas y La Cruz. Queremos seguir a Los Placeres y Playa Ancha…", dice Nieto, en búsqueda de "perspectiva de cuidados desde una visión comunal".
Cecilia Pérez vive en cerro Alegre. Es madre de Karam, de cinco años de edad, "un niño especial", recalca. Desde mayo, es la secretaria general de Centro de Padres del Centro de Educación Especial Bellavista, en Yerbas Buenas, entidad que trata la educación especial e inclusiva. "Existen altos niveles de estrés en muchas de las cuidadoras. Hay necesidad de programas de apoyo a nivel psicológico, recreacional y terapéutico".
Credencial y catastro
Si en algo ponen énfasis las autoridades reunidas en Espacio Comunitario Santa Ana, es lo que llaman la credencial. "Hablamos de contar con la credencial de cuidadora que estamos impulsando y que cumple el rol de identificar… levantar un catastro que avale la política pública, además de beneficios", profundiza la concejala Camila Nieto.
Marjorie Vergara, de cerro Toro, es cuidadora de Renato, su hijo de 14 años con autismo. "Vengo para saber cómo utilizar la credencial y sus beneficios". También apunta a la geografía porteña: "Para quienes están postrados en sillas de rueda, con estas calles resulta muy complejo". Y acota: "Debemos tener apoyo sicológico, médico, monetario… Estamos de brazos cruzados".
Al respecto, Camila Lazo, seremi de la Mujer y Equidad de Género, aborda no solo las interrogantes de Marjorie, sino de otras 40 cuidadoras reunidas en este espacio en cerro Cordillera. "Necesitamos avanzar a la identificación de aquellas personas cuidadoras".
Lazo les aclara: "Esto es lo que hoy se incorpora al Registro Social de Hogares (que opera como base de datos): el módulo de personas cuidadoras". Es decir, ahonda, "progresar hacia los beneficios y atenciones prioritarias o de protección". Con prestaciones de salud. "De allí la credencial de cuidados, esto para la política nacional de cuidados… crear un sistema nacional de cuidados".
Los pensamientos de Miriam Gutiérrez basculan entre la paradoja y la certeza: "Hay personas cuidadoras que ni siquiera se reconocen como tal. Está romantizado que el trabajo del cuidado queda en los hombros de las mujeres. Debiera ser de manera comunitaria entre las familias y las redes de apoyo", argumenta.
Así, a pulso, Miriam reconoce que la Asociación Yo Cuido golpea las puertas en visibilizar un trabajo silencioso para que se levanten políticas públicas. Todo por un fin, avala con fe: "Que valide y sea consagrado el trabajo de cuidadora como un derecho".