Torre reloj de Barón: el último vestigio del sistema ferroviario en la zona
Gobierno Regional aprobó 120 millones de pesos para ir en rescate de la deteriorada estructura emplazada a un costado de la vía elevada. Experta habla de la importancia de esta restauración para los porteños.
El pasado 22 de junio, el Gobierno Regional de Valparaíso informó que cerca de 23 mil millones de pesos se inyectarán en la región para dar vida a una serie de proyectos priorizados, tales como el mejoramiento de Agua Santa en Viña del Mar, la adquisición de equipamiento para el hospital Carlos Van Buren y la restauración de la torre reloj de la estación Barón, ícono identitario de la Ciudad Puerto.
Considerado como "el último sobreviviente del primer sistema ferroviario de la región y segundo sistema del país", la torre reloj de la estación Barón ha sido un monumento que La Estrella de Valparaíso se ha encargado de poner en valor a través de sus publicaciones. A comienzos del 2021, por ejemplo, este medio ya adelantaba el inicio de mesas de trabajo que apuntaban a su rescate.
En ese contexto, el anuncio del Gore se convierte en una buena noticia para el Puerto, como también para los amantes del patrimonio.
Así, con un monto cercano a los $120 millones, el organismo informó que los recursos tendrán como unidad técnica a la municipalidad de Valparaíso, ente que deberá encargarse de diseñar el proyecto que busque mejorar la torre reloj, inmueble declarado monumento histórico el 24 de octubre de 1972.
"El objetivo principal del diseño es desarrollar todas las partidas necesarias para el correcto mejoramiento de este inmueble, relevando sus características arquitectónicas, estilísticas y patrimoniales, de tal manera de poder obtener todos los permisos, autorizaciones y visaciones que la ley y normativas asociadas establezcan para la futura ejecución de las obras", declararon desde la Gobernación.
Material e inmaterial
Contento con la decisión, el gobernador Rodrigo Mundaca valoró la aprobación de esta importante cartera de proyectos.
"La torre reloj de la estación Barón es parte del patrimonio material e inmaterial de quienes habitan la ciudad de Valparaíso, pero también es parte del patrimonio regional. El proyecto que financiamos, la cartera que bajamos, incorpora justamente la conservación del reloj de la torre de Barón y estamos contentos por la aprobación que obtuvimos y estamos contentos por darle continuidad a la preservación y conservación de un patrimonio que forma parte de la idiosincrasia de las y los porteños", señaló la autoridad.
Valor industrial
Analizando la relevancia de esta recuperación, la arquitecta Alejandra Álvarez, docente de la carrera de Restauración de Bienes Patrimoniales de la Escuela de Construcción de Duoc UC sede Valparaíso, enmarcó la decisión en dos cartas internacionales del patrimonio que justifican el porqué de su importancia.
"Una tiene relación con la carta de Cracovia del año 2000, la cual habla sobre los principios para la conservación y restauración del patrimonio construido, que da cuenta sobre las ciudades históricas y los pueblos en su concepto territorial; lo que trata de decir es la importancia que tienen estas estructuras y espacios que dan indicios de ciertos factores humanos normalmente presentes en el proceso continuo de evaluación y cambio. Si lo miramos en retrospectiva, tenemos que entender que Valparaíso tuvo un foco muy importante como ciudad industrial y la torre del Barón es parte de los vestigios que quedan en este nudo, sobre este patrimonio industrial de país y particularmente, ferroviario", destaca la experta.
Si consideramos una segunda carta internacional, se presenta la de Nizhny Tagil, "que es sobre el patrimonio industrial y que trata de relevar la importancia que tiene el valor social como parte del registro de la vida de los hombres y mujeres corrientes proporcionando una importancia en el sentimiento de identidad".
Junto al innegable valor industrial, está también "el generar una puesta en valor porque la torre es uno de los ejemplos súper claros del patrimonio en riesgo y de la mala gestión del crecimiento urbano. Esto queda como un vestigio, desde las obras de la avenida España, del patrimonio olvidado y totalmente en riesgo".
Finalmente, al momento de preguntarle sobre qué factores deberán ser claves para este proceso de diseño, la arquitecta apunta a la necesidad de sensibilizar a la comunidad con este tema.
"Todos los estudios que se hacen para abordar un proyecto de restauración parten con una memoria técnica, un estudio muy acabado de distintas áreas, sobre todo investigativas, pero todo este trabajo de investigación no tiene ningún sentido si no se hace una sensibilización con la población. Son dos líneas que tienen que ir a la par: en el momento que se culmina la investigación se debe abrir a la comunidad; relevar primero la importancia antes de intervenir, esa es la base", recomienda la académica.