"El problema de los 20 años que pasaron es que el patrimonio no fue parte de una estrategia de desarrollo para la ciudad"
El alcalde de Valparaíso Jorge Sharp evalúa el estado del Sitio del Patrimonio Mundial a dos décadas de la declaratoria de la Unesco. Afirma que de aquí a fin de año estará listo el Plan de Gestión Patrimonial, que incluirá una orientación para enfrentar los riesgos del sitio. También anuncia un plan para recuperar viviendas antiguas y patrimoniales en el Barrio Puerto y apura al Presidente Boric y al Congreso para aprobar la nueva Ley de Patrimonio.
Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que, el 2 de julio de 2003, el área fundacional de Valparaíso -entre el Barrio Puerto y la plaza Aníbal Pinto, incluyendo los cerros Alegre y Concepción- fuera inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial por parte de la Unesco, con el número 959.
La decisión del comité ejecutivo de la Unesco, reunido en París en esa fecha, era la concreción de un esfuerzo iniciado ocho años antes, en 1995, cuando la filósofa y exdirectora de la Dibam, Marta Cruz Coke, presentaba por primera vez la postulación, basándose en los cerros y ascensores porteños.
La intelectual se topó con la feroz oposición del entonces alcalde Hernán Pinto, quien cedió ante la idea en 1998, cuando el Estado de Chile postuló a la ciudad como Patrimonio de la Humanidad. Los antecedentes presentados en el expediente de postulación en 1998 fueron considerados insuficientes por la Unesco, lo que motivó un trabajo de varios años más para lograr el objetivo.
De los personajes clave de ese periodo inicial varios ya no están en la arena pública -la misma Marta Cruz Coke, la arquitecta y académica Myriam Waisberg, el alcalde Pinto y el intendente Luis Gustavino fallecieron en los últimos años-, pero el proceso ha seguido su curso con altos y bajos durante las últimas dos décadas, periodo en que el sitio patrimonial ha convivido con fenómenos tan dispares como la irrupción del turismo internacional, la gentrificación de los cerros patrimoniales y el paulatino deterioro del área fundacional del Barrio Puerto, que en estos veinte años ha sufrido despoblamiento, explosiones, incendios y el fracaso de importantes proyectos.
Nadie podría decir que la convivencia de Valparaíso con su declaratoria como Patrimonio de la Humanidad ha sido miel sobre hojuelas, pero para el alcalde Jorge Sharp, quien se encargará de encabezar la conmemoración por los 20 años de la nominación, comienza a verse la luz al final del túnel.
"En cinco años, o antes, los vecinos y vecinas verán cambios en el Sitio del Patrimonio Mundial", dice optimista.
-¿Cómo está el Sitio de Patrimonio Mundial (SPM) hoy, 20 años después de la nominación de la Unesco?
-Viendo la luz al final del túnel. Luego de mucho trabajo, creo que el peor momento del sitio ya pasó y los próximos años son años donde los vecinos y las vecinas de Valparaíso van a ir viendo concretamente cómo el carácter del sitio va a ir cambiando.
Estado y municipio
Sharp no ha escondido nunca su opinión de que el Estado de Chile, que es Estado Parte de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de la Unesco y responsable del SPM, está en deuda con el sitio de Valparaíso, el único de los siete lugares que cuentan con la categoría de Patrimonio de la Humanidad en Chile que está actualmente habitado.
-¿Cómo evalúa el rol del Estado de Chile con respecto a la conservación del SPM?
-El Estado tiene una deuda con Valparaíso y en particular con el sitio del patrimonio mundial. Fue el Estado quien promovió ante la Unesco la declaratoria de SPM y, salvo voluntades de autoridades específicas, no ha habido una política de Estado que permita avanzar en la regeneración urbana del sitio. De hecho, podríamos decir que, luego de la última gran inyección de recursos, que fue el año 2006 con el programa PRDUV, y con las dificultades que tuvo la ejecución de ese programa, el Estado desapareció y recién ahora está volviendo.
-Pero hay proyectos que se han hecho desde distintos ministerios…
-Sí, pero son proyectos que no han respondido, a mi juicio, a una mirada integral del patrimonio, sino que más bien a miradas parciales de autoridades que en algún momento se comprometieron con ciertos proyectos. Ahora, es verdad que en todos los lugares de propiedad del fisco o del municipio hay proyectos de infraestructura o de inversión en camino, pero el problema va más allá. Por ejemplo, desde el año 2003 no ha habido una forma de financiamiento permanente para el SPM que permita contar con recursos para su recuperación (...) A mí me parece que recién ahora el Estado está volviendo. El Estado participa hoy en la Corporación (Municipal de Administración del Sitio Patrimonio Mundial) y ha vuelto a mirar el sitio, pero claramente todavía falta mucho para que el vecino de Valparaíso note que efectivamente eso es así.
-Y desde el municipio, ¿cuánto destinan para obras e iniciativas específicamente en el SPM? Si uno mira la cuenta pública del año pasado, no aparecen demasiadas obras de iniciativa municipal en ese sector...
-Hay una serie de proyectos en los cuales el municipio ha tomado parte; algunos son de financiamiento municipal, pero en su mayoría son de financiamiento regional o del gobierno nacional. Los municipios en general en Chile, y el municipio de Valparaíso no es la excepción, no tienen capacidad para empujar grandes proyectos de inversión porque sus presupuestos no lo permiten. No lo podemos hacer en el SPM ni en ningún otro territorio de nuestra ciudad. Entonces, lo que sí hemos estado empujando es que en cada inmueble o propiedad fiscal o municipal haya un proyecto de inversión. El caso más emblemático que tenemos es el edificio Tassara, que es de propiedad municipal, que tiene el proyecto listo para ser financiado en el tramo que le falta por parte de la Seremi de Vivienda, lo que va a permitir habilitar el segundo y tercer piso con una oferta pública de vivienda, y en el primer piso mantener la placa comercial que existe, manteniendo evidentemente el Liberty (...) Hay otros proyectos menores que son con cargo al presupuesto municipal; por ejemplo, en los próximos días va a comenzar el bacheo de la calle Cochrane, hemos instalado alarmas comunitarias y cámaras de seguridad, pero son acciones que más bien tienen que ver con gestionar la limpieza, la mantención de las calles y ciertas acciones de seguridad, que es lo que nos permite nuestro presupuesto. La apuesta por la inversión grande tiene que venir del Estado.
-En una ciudad como Valparaíso, con todas las necesidades que tiene, ¿la administración no se siente de alguna manera cohibida de poner más plata en el sitio que en un cerro cualquiera?
-Es difícil, porque es bien paradójico. En el SPM, particularmente en el Barrio Puerto, viven menos de mil personas. Y si tú lo comparas con Playa Ancha o con Placeres o con Rodelillo, desde la perspectiva de la densidad demográfica, la lógica te llevaría a decir: privilegiemos todos los lugares menos el SPM. Pero el Barrio Puerto es el barrio fundacional, es el barrio donde nació la ciudad de Valparaíso, por tanto nuestra voluntad es cada vez ir aumentando nuestra intervención y nuestra capacidad de despliegue en el SPM. El problema de los 20 años que pasaron fue que el patrimonio no fue parte de una estrategia de desarrollo para la ciudad; entonces, cuando eso no se logra resolver, termina pasando que el SPM , particularmente el sector fundacional del Barrio Puerto, comienza con un proceso de progresivo despoblamiento, mientras que la otra parte del sitio, donde se encuentran los cerros Alegre y Concepción, que tuvieron más desarrollo gastronómico y turístico, vive un proceso de gentrificación. Y eso pasa porque la mirada que en su momento hubo en la ciudad no vinculó al patrimonio a una estrategia de desarrollo. Invertir ese proceso es a lo que estamos abocados, por eso digo que el peor momento del patrimonio pasó. Nosotros estamos planteando que el patrimonio tiene que tener una perspectiva social, y nuestra agenda tiene que ver con la regeneración urbana, y la regeneración urbana tiene que ver con cómo logramos que el renacer del patrimonio porteño parta de la casa de los vecinos y vecinas, de la casa y el barrio. En la medida que no resolvamos las condiciones de vida de aquellos que habitan el SPM, las condiciones en que el espacio público se usa y se percibe, si no resolvemos esos aspectos fundamentales para la vida digna de las personas que habitan el SPM va a dar lo mismo que recuperemos uno o dos edificios.
-¿Cómo se materializa esa estrategia?
-Primero, con la creación de la Corporación, que ha sido un espacio de encuentro del ámbito público, privado, de la academia y de los vecinos, que hoy día votan como cualquier otro en el directorio. En segundo lugar, accediendo a financiamiento que antes la ciudad no accedía. Postulamos a Valparaíso al programa PRBIPE (Programa de Revitalización de Barrios e Infraestructura Patrimonial Emblemática) y eso nos va a asegurar un instrumento de financiamiento a diez años plazo, saltándose toda la burocracia de la inversión pública. ¿Qué vamos a hacer con el PRBIPE? Por ejemplo, comprar manzanas, casas que estén en mal estado antiguas, que se estén cayendo a pedazos y no haya interés privado de recuperarlas, el programa tiene mucha flexibilidad. Y lo tercero es la incorporación de Valparaíso a algunos programas que tienen alto valor, porque apuntan a abordar las condiciones de habitabilidad en el sitio, particularmente con el Programa de Mejoramiento de Viviendas Patrimoniales y Antiguas (ver recuadro).
Plan de gestión
-¿Cuándo va a estar listo el plan de gestión del SPM?
-Estamos en proceso de terminar la propuesta para que, a más tardar en noviembre o diciembre de 2023, tengamos el plan de gestión patrimonial aprobado. Es una de las recomendaciones que la Unesco nos dejó, una de las tareas más importantes (...) Una de las cosas interesantes que va a traer el plan de gestión patrimonial es que va a tener un plan de gestión de riesgo en el SPM; sabemos que nuestro sitio es frágil desde la perspectiva del riesgo: incendios, terremotos y otras calamidades; hay un aporte que instituciones como Bomberos van a hacer al plan de gestión. El plan busca definir orientaciones claras para el desarrollo del SPM, establece la forma en que las distintas normativas legales y ordenanzas locales se articulan en el SPM, define cuáles son los proyectos de inversión prioritarios y además está la innovación de un plan de gestión de riesgo.
-De las 31 recomendaciones formuladas por la Unesco en su última visita, varias atañen directamente al Estado. ¿Cómo evalúa el accionar del gobierno con respecto a estas recomendaciones?
-Hay cosas en las que se ha avanzado y cosas en las que no se ha avanzado. Entre las que se ha avanzado, está la creación del comité interministerial; lo segundo es que ha habido un esfuerzo del Estado para resolver el problema del financiamiento del sitio, vía el PRBIPE; veo que, por lo menos por parte de la subsecretaria del Patrimonio, Carolina Pérez, hay un interés genuino por sacar adelante el SPM. Creo que el hecho de que gobierno haya propuesto a Valparaíso como capital de la política oceánica de la ONU, a partir del tratado de la biodiversidad, es también una señal interesante. Pero creo que el problema de fondo todavía no se resuelve, que es que no tenemos una nueva ley de patrimonio, esa es la madre de todas las batallas. En la medida que no tengamos una ley que actualice el rol del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) las cosas no van a cambiar. Ese es el problema de fondo. Hoy día tenemos un CMN que es verdaderamente un cuello de botella, un embudo para todos los proyectos de inversión pública o privada que podamos tener. El ejemplo más claro de la tragedia que supone este cuello de botella para Valparaíso es la fallida construcción de edificio de Neurociencias; nos perdimos una inversión de 6 mil millones de pesos, financiada por el MOP y por la UV, no era un problema de financiamiento, era un problema de permisos, de burocracia, de arqueología, y si uno va hoy día al lugar donde se iba a construir el edificio de Neurociencias va a encontrar que los restos arqueológicos están a la intemperie, y ahí está...
-¿A quién le tira las orejas por la demora de ley del patrimonio?
-Yo invitaría al Presidente Boric a priorizar este tema, creo que el Presidente tiene una oportunidad para dejar un legado en materia patrimonial, no solo para Valparaíso sino que para todo el país. Y la tirada de orejas es para los parlamentarios, que de repente están preocupados de muchas cosas que no van al fondo de los problemas y hablan mucho del estado del patrimonio de la ciudad pero con un profundo desconocimiento respecto de los límites que la ley hoy día nos entrega para la gestión del patrimonio.
-Entre las 31 recomendaciones de la Unesco también hay cosas que atañen al municipio, que no requieren un cambio legal, como instalar señaléticas y placas...
-Estamos trabajando en eso y en las próximas semanas vamos a cumplir con esas recomendaciones en el marco de la conmemoración de los 20 años, con la instalación de la señalética que marca el inicio del SPM.
"Si no resolvemos esos aspectos fundamentales para la vida digna de las personas que habitan el SPM va a dar lo mismo que recuperemos uno o dos edificios".