Mirian Mondaca Herrera

El próximo jueves 8 de junio un nuevo proceso judicial sumará Luis Luna Marín (22), sujeto que se mantiene en prisión preventiva por el femicidio de su conviviente Michelle Ayala Martínez (21), quien falleció tras ser estrangulada y cuyo cuerpo posteriormente fue calcinado para luego ser abandonado en una quebrada en Quilpué, lo que haría con la ayuda de un amigo en noviembre del año pasado. Ahora, el imputado por este crimen será formalizado también por abuso sexual contra la hija de entonces cinco años que tenía en común con la víctima.

De acuerdo a lo confirmado desde Fiscalía a nuestro medio, ambas causas quedarán agrupadas, por lo cual lo que ocurrirá el próximo jueves en el tribunal quilpueíno será una reformalización del sujeto que actualmente se encuentra privado de libertad en la cárcel de San Felipe. Anteriormente permanecía en el Complejo Penitenciario de Valparaíso, pero fue trasladado luego que la población penal del recinto porteño le diera una paliza al enterarse que se trata del imputado como autor de este femicidio que adquirió importante notoriedad mediática a fines del año pasado.

El abuso por el cual el sujeto será formalizado la próxima semana está fuertemente ligado al femicidio, ya que se trataría del ilícito detonante de la situación que llevó a que se produjera la discusión previa al crimen entre la víctima y el sujeto, que terminó con este estrangulándola hasta quitarle la vida en el domicilio que compartían. De acuerdo a antecedentes de la investigación y que se conocerán en la audiencia del jueves 8, la víctima habría increpado a su conviviente tras enterarse que este había abusado sexualmente de la hija de ambos. La propia niña esa misma jornada le habría revelado esto a su madre.

Este nuevo antecedente del caso fue conocido por la familia de la joven el día siguiente a su funeral, cuando la niña le dijo a su abuela materna que sabía porqué su padre había asesinado a su madre. "Le estaba limpiando la cabeza y la niña me cuenta que ella sabía que por culpa de ella su papá había matado a su mamá, y yo le digo, ¿porqué? y me dice 'porque le conté a mi mamá que mi papá me había tocado'", relata Marcia Martínez, progenitora de Michelle.

Tras esa confesión, la familia denunció el hecho y se interpuso una querella, que llevó al inicio de una investigación . Con el paso del tiempo, muy a su pesar, pudieron conocer que no se trataría solamente de tocaciones sino que de un abuso sexual con contacto.

Aquel 22 de noviembre de 2022, los medios de comunicación regionales y también nacionales, además de la opinión pública, se conmocionaron con el hallazgo del cuerpo sin vida de una joven en medio de unos matorrales de una quebrada del sector Pompeya Sur de Quilpué. Al poco andar se pudo conocer que la víctima era Michelle Ayala Martínez, una joven que había desaparecido el 18 de ese mismo mes en la comuna.

Luego se supo, tras su propia confesión, que su conviviente tras una discusión le había dado muerte. Después de eso, calcinó el cuerpo para así trasladarlo en un vehículo a Pompeya Sur, donde, junto a un amigo, lo lanzaron a una quebrada. Actualmente ese otro involucrado,que hoy tiene la calidad de encubridor, se encuentra con arresto domiciliario.

La misma atención que generó el caso en su momento es, probablemente la que también quiso conseguir la pareja de la joven, pero en este caso de la madre de su víctima. Esto porque, según indica el abogado de la familia, Carlos Cáceres, ya estando en prisión preventiva el sujeto habría enviado un mensaje mediante un registro audiovisual a su exsuegra. "Estando en la cárcel de San Felipe le envía un video a la mamá, burlándose y jactándose del crimen que había cometido", asegura el jurista.

Posteriormente a eso, el abogado denunció el hecho y se efectuó un allanamiento a la celda del sujeto, en la cual sí se habría encontrado un teléfono celular, señala, pero cuya propiedad fue negada por el sujeto. Un sinnúmero de antecedentes como estos se abordarán en el proceso judicial unificado.

22 de noviembre de 2022, el cuerpo de Michelle Ayala fue encontrado calcinado en una quebrada.