Mirian Mondaca Herrera

Un mes y una semana cumple la toma que mantienen estudiantes de diferentes carreras de la Universidad de Playa y que ha mantenido interrumpido el normal funcionamiento de la casa central, la facultad de Arte, la sede de Gran Bretaña y el edificio institucional Punta Ángeles, principalmente.

Entre las demandas, las que toman más fuerza entre los estudiantes son la remoción de un grupo de profesores -alrededor de cinco- quienes habrían realizado comentarios despectivos contra alumnos. Si bien hace algunos días, solo se habló de dos docentes, este número aumentó.

Otra de las demandas que son parte de su petitorio tiene relación con malas condiciones de infraestructura que presentan varias sedes universitarias, como por ejemplo -denuncian- problemas eléctricos o fugas de agua y goteras. No obstante, el problema más grave es el que afecta a la sede de calle Independencia, en Valparaíso, que -insisten- presenta evidente daño en su estructura debido a la antigüedad del edificio.

Para dar a conocer su petitorio y también meter presión a las autoridades universitarias, los estudiantes se manifestaron de manera pacífica, con pancartas y una performance, en el exterior de la casa central. Allí leyeron una declaración conjunta, en la cual expusieron sus demandas.

Una de las voceras de la toma, Camila Vidal, remarcó que seguirán "luchando por una educación no sexista y libre se discriminación".

En el caso particular de los profesores denunciados, aseguró que "dentro de las aulas han discriminado específicamente a las disidencias sexuales y a compañeras, en calidad de género. Además hay mucho discurso de violencia capacitista en el aula, en el cual se discrimina a las personas con TEA, con trastorno de déficit atencional, incluso a veces llamándolos tontos, que no entendemos la calidad de las clases y que la universidad no debería ser un espacio para estas personas".

En la instancia también indicaron que se debe avanzar en materia de alimentación y financiamiento. "Todo lo expuesto se ha materializado en documentos oficiales en forma de petitorio general y petitorios por carreras que funcionan como ejes centrales de discusión en las mesas de diálogo que representantes por toma han mantenido con los directivos de la universidad con el fin de llegar a una solución razonable y poder retomar las actividades educativas con normalidad", indicaron en su declaración conjunta.

Universidad

Consultado sobre esta toma que ya se extiende por más de un mes, el rector de la universidad, Carlos González, reconoció que está movilización ha impedido el desarrollo normal de la vida universitaria.

Asimismo, aseguró que "el equipo de rectoría desde el primer momento ha estado dialogando con los estudiantes que han presentado estas manifestaciones de disconformidad, respecto al accionar, respecto, respecto a infraestructura y, por supuesto, respecto a la aplicación de normas y procedimientos que forman parte de nuestra institucionalidad".

Hasta el cierre de esta edición, la toma en la casa central continuaba. Los estudiantes indicaron que no depondrán está acción de protesta hasta que no haya una respuesta con acciones concretas desde la universidad.

Con rapidez y de manera súbita tuvieron que abandonar el jardín infantil y sala cuna del hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar los menores de edad y también trabajadores del establecimiento educativo ubicado en las dependencias del recinto de salud.

Lo anterior ocurrió la tarde de este jueves 25 de mayo, luego de que una cámara de alcantarillado colapsara y dejara el patio del lugar cubierto de agua con materia fecal.

Gracias a la rápida reacción de los adultos a cargo de los menores aquella jornada, se pudo prevenir que este hecho trajera mayores dificultades para la salud de todos quienes se encontraban allí. No obstante, el fuerte hedor se mantuvo incluso hasta la jornada de ayer.

"Por falta de mantención se generó un colapso de las cámaras, por lo cual había materia fecal saliendo por todos lados ayer por la tarde y los niños se vieron afectados evidentemente, porque esto desprende gases bastante tóxicos, entonces afectó también a los trabajadores afectó a los funcionarios, a las tías, a las educadoras de párvulos, a las técnicos", indicó Javier Ávalos, dirigente de los trabajadores de la salud del hospital.

Junto con calificar el hecho como una "negligencia", insistió que se debe sanitizar de manera correcta el lugar para que en los próximos días no haya problemas de salud entre los niños y los funcionarios.

Sanitización

El director del hospital Gustavo Fricke, José Luis Moya, indicó que una vez sucedido el problema concurrió al lugar el equipo directivo para evaluar la situación y ver cuáles eran las mejores medidas a tomar. Entre aquellas medidas, indicó Moya, estuvo "la suspensión preventiva de las clases durante la jornada de este viernes. También se determinó la limpieza y sanitización del lugar a cargo de nuestra unidad de Medio Ambiente".

Asimismo, "ya se dispuso el destape de esas cámaras y se están dando todas las facilidades a las mamás, a los papás, a las cuidadoras y a nuestro personal educativo para que puedan realizar su labor mediante teletrabajo", añadió.

Moya finalmente indicó que se retomarán las clases una vez que se pueda asegurar que no haya un problema mayor para la salud de los alumnos y también los trabajadores.