¿Adiós al desfile del 21 de mayo?
Valparaíso sufrió la injusta expropiación de una parte de su alma, porque se diseccionó una etapa importante del desfile en Homenaje a los Héroes de Iquique este 21 de mayo. Desde el mediodía, cientos de familias caminaban por las calles porteñas desde Bellavista hacia el sector bancario, felices en el afán de esperar el paso de las Fuerzas Armadas, esa tradición que se remonta al siglo XIX, y que es el verdadero desfile en homenaje a las Glorias Navales, que se produce cuando las tropas han dejado atrás el Monumento a la Marina Nacional, y las bandas de guerra e instrumentales y las unidades de formación reinician su recorrido y la entonación de marchas e himnos desde calle Prat para avanzar, bajo una lluvia de aplausos, hacia las calles Esmeralda, Condell, enfilando por Plaza Victoria y continuando por avenida Pedro Montt hasta el final de esa arteria central. Vendedores de banderas chilenas, y también de gorras de marino hechas de cartulina, y el organillero, adornaban ese festivo panorama. Pero el desfile que vitorearon abuelos y adultos desde que eran niños, y por el cual cientos de familias bajaron desde los cerros o vinieron desde otras ciudades con sus hijos y nietos, este 21 de Mayo no se produjo. Incrédulos, esos fieles peregrinos se acercaban uno a uno a la policía y a cuanto marino caminaba por esas calles para preguntar qué sucedía. La respuesta fue que este año sólo existió desfile militar para las autoridades apostadas en el referido monumento. El verdadero desfile de las tropas, ese que pertenece al pueblo chileno, el que ha unido por casi un siglo y medio al pueblo con el mundo castrense en una efeméride tan significativa, fue borrado de un plumazo.
Y, entonces, las familias que deseaban seguir admirando esa centenaria tradición, regresaron por las mismas calles, tristes, decepcionadas, recordando desfiles fantasmas que la nostalgia esta vez no logró hacer realidad, por decisión de alguna autoridad que hasta ahora se ha mantenido en el anonimato y no ha dado una explicación. Si las autoridades respetan a Valparaíso, deben dar una explicación. Una explicación que demuestre que esa anónima autoridad, además de lucir, con adivinable orgullo, el cargo que ostenta, tiene la integridad de declarar por qué atentó tan gravemente contra el alma de este castigado Valparaíso.
La hermosa tradición de la que se privó a Valparaíso, se repetía fervorosamente desde que se inauguró el Monumento a la Marina Nacional en 1886. Junto a sus padres y abuelos, muchos niños regresaron este domingo sobre sus pasos por esas calles vacías, llevando en su mano la bandera chilena que querían agitar al paso de las tropas, la misma bandera que cubrió el féretro de Prat y su marinos, cuando Valparaíso los recibió con un colosal desfile por toda la ciudad, allá en un 21 de mayo de 1888.
Rodolfo Precht Mendoza